Revelación de Secretos

(Homilía Duodécimo Domingo Ordinario, Año A)

Jesús nos dice que todos los secretos pronto serán públicos. Aun nos anima de "proclamar desde las azoteas" las cosas que hemos oído en privado. (Mt 10:27)

Parece que nosotros los americanos, más que otras sociedades, hemos cumplido estas palabras. Hace unos años, una agencia del gobierno gastó cuarenta millones de dólares para averiguar y publicar los detalles íntimos del presidente. Aquí en Seattle los periódicos publicaron una foto de un sacerdote, junto con una descripción lujuriosa de sus fallas de hace veinte años.

¿Eso es lo que querría Jesús?

No lo creo - por dos motivos. Primero, la prensa no se dio cuenta de los pecados mayores de estos dos hombres. Lo que hicieron es realmente repulsivo, pero hay cosas peores. No lo digo porque sé cosas desconocidas sobre Bill Clinton o mi amigo sacerdote. Lo digo porque, por treinta anos, personas me han contando sus miserias en el sacramento de reconciliación.

En segundo lugar, tenemos que preguntarnos porque el faro ha sido enfocado en estos hombres. Desde luego, sus actos eran temerarios, imprudentes. No obstante, algún día todos – acusados y acusadores – tendrán nuestras vidas expuestas a tal luz penetrante.

No estoy proponiendo "relativismo." La luz de Cristo no justificará la maldad. Al contrario, si pudiéramos ver el pecado más pequeño por lo que es, sentiríamos una revulsión mayor que lo que experimentamos por los hechos horribles de tracción de los últimos meses. Quizás, a causa de ellos, podemos vislumbrar la duplicidad y crueldad que es parte de todo pecado.

Jennifer Morse ha escrito, “Los escándalos de sacerdotes que no han vivido sus votos de celibato nos dan una oportunidad de examinar las asunciones de la “revolución sexual.” Entre los mitos que ella menciona:

--“El sexo es solamente una función natural del cuerpo.”

--“El sexo es algo netamente privado, entre las dos personas no más. ”

Yo sé que muchos quieren decir que todo esto realmente no es sobre el sexo sino otras cosas: traición de confianza, desigualdad de poder, falta de honestidad. Pero eso son precisamente las cosas que causan que todo uso del sexo fuera del matrimonio es mal.

Jesús nos dice que pronto todo el mundo sabrá lo que hemos hecho. Y luego dice dos veces, “No teman.” Vergüenza publica puede tener un buen resultado: arrepentimiento, humildad. No tengan miedo de los que otros hombres pecadores digan o piensen o hagan contra ti.

“Teman mas bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno.” (Mt 10:28) Es decir, debemos temer a Dios – no en un sentido servil, sino porque la separación de él causaría tanta miseria que cualquier sufrimiento físico seria pequeño en comparación.

Esa posibilidad espantosa tiene un lado positivo. Fuiste hecho por Dios y para Dios. Solo él puede satisfacer sus anhelos incansables. Tu posees un valor “mas que muchos pájaros.” Ahora es el momento para ponernos de parte de Jesús ante los hombres para que el nos ponga de su parte ante el Padre.

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Versión Inglés

De los Archivos (Duodécimo Domingo Ordinario, Año A):

2008: La Verdad Fea
2005: La Vida Secreta de Un Obispo
2002: Revelación de Secretos

Otras Homilias

Homilia para Misa de Quinceañera (también Ritual)

Boletín

Padre Armando Pérez (Ordendado al sacerdocio, 8 de junio de 2002)

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