Como Trabaja Satanás

(Homilia Primer Domingo de Cuaresma, Año C)

La palabra cuaresma viene de "cuarenta." El primer domingo escuchamos el evangelio de los cuarenta días de Jesús en el desierto. Allá fue tentado por el diablo. Antes de explicar este evangelio quisiera contestar una pregunta que unas personas tienen: ¿Realmente existe el diablo?

El cardenal Jorge Medina respondió a estas dudas cuando presentó el Nuevo Rito de Exorcismos el 26 de enero de 1999. Los reporteros le preguntaron sobre el hecho que algunos cristianos no creen en la existencia de los demonios. El replicó:

"Sabemos que hay católicos que no han recibido una buena formación y dudan la existencia del diablo, pero es un artículo de la fe y parte de la doctrina de la Iglesia Católica. Alguien que dice que el diablo no existe ya no es un creente."

A pesar del hecho que algunos cristianos dudan sobre el diablo, muchas personas fuera de la Iglesia están convencidas al contrario. Quizás han visto pruebas en su vida. Tal vez saben algo de la historia humana.

De lejos el libro más famoso sobre el diablo es la novela de William Peter Blatty El Exorcista. Vendió más de trece millones de copias en inglés y en 1973 salió como una película exitosa. La inspiración del libro viene desde el año 1949 cuando Blatty leó un artículo sobre el exorcismo de un muchacho en Mount Rainer, Maryland. El autor estudió otros casos de posesión diabolica y finalmente fundó su historia sobre un caso de 1928 - y otros casos históricos desde tiempos bíblicos.

Blatty no quería solamente escribir un libro espantoso sobre una niña poseida por un demonio sino decir algo sobre el problema de la maldad. ¿Si Dios es bueno y poderoso como puede haber tanto sufrimiento y crueldad en el mundo? En la primera pagina de su libro Blatty menciona unos lugares de horror: Auschwitz, Dauchau, My Lai. Podemos añadir otros, por ejemplo los campamentos en Bosnia donde mujeres y niñas fueron violados por soldados serbos. Cuando vemos estas manifestaciones extremas de la maldad nos hace pensar que realmente hay un agente personal detrás de ellas. Y que él actua por medio de engaño y confusión.

En el evangelio de hoy vemos como trabaja el diablo. Lo que ofrece a Jesús parece dulce y razonable. Cambiar piedras en panes para saciar el hambre. Tener un puesto de importancia. Hacer un gesto dramático. ¿Y por que no? Especialmente como una alternativa al sufrimiento de la pena capital romana - crucifixión.

Por supuesto Jesús no fue engañado. No es igual para nosotros. Nuestro deber puede ser muy claro, pero podemos evitarlo por motivos muy debiles. "Tu has trabajado duro hoy. Mereces una cerveza y un poco de televisión." Y en vez de conversar con los hijos pasamos tres horas mirando el televisor. ¿Y cuantas muchachas han perdido su virginidad por tener "compasión" a un joven? Ella desea un cariño duradero, pero en cambio hace un daño permanente a si misma - y al muchacho que tanto quiere.

En esta batalla el diablo tiene ciertas ventajas. El nunca duerme. Nosotros nos cansamos rápido. Nos confundimos facilmente pero el siempre está enfocado. Es odio y envidia - sin limites. Todo esto parece muy injusto, pero felizmente Jesús nos ha dado una armas fuertes. Quisiera mencionar tres:

Primero, el ayuno, es decir negarnos algun placer de comida para fortalecer nuestro espíritu. He notado que hoy pocas personas ayunan, pero casi todos están de dieta. Queremos preservar nuestros cuerpos jóvenes - ¿pero que de nuestras almas? No obstante los dietas el cuerpo se va a envejecer, se va a enfermar y morir. Nuestras almas vivirán para siempre. La iglesis requier que todo católico mayor de 14 año abstiene de la cara (puerco, res, pollo, etc.) durante los viernes de la cuaresma. Es algo pequeño pero puede ayudarnos mucho en la batalla contra Satanás.

Junto con el ayuno es la limosna. Si ayunamos tendremos un poco más para compartir con los pobres. Pido que toda familia lleva su Tason de Arroz (Rice Bowl) y ponerlo sobre la mesa del comedor. Lo que ahorran con comidas modestas, se puede poner en el Rice Bowl para ayudar a los pobres del mundo. El diablo quiere que seamos codiciosos. La limosna es una arma contra su codicia.

Finalmente y más fuerte es la oración. Si estamos unidos a Cristo, el diablo no puede tocar nuestro ser interior. Puede molestarnos exteriormente, pero el corazón pertenece a Jesús. La cuaresma es tiempo para dedicarnos con mayor fervor a la oración, especialmente ante Jesús presente en el Santísimo Sacramento.

Con estas armas - ayuno, limosna y oración - Jesús puede hacer en nosotros lo que hizo en el desierto. Ganar la batalla contra los engaños del enemigo.

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