Favoritismo Divino

(Homilía Domingo 20o Ordinario, Año A)

Las lecturas dominicales hablan de algo que es difícil para nosotros hoy: el misterio de elección. ¿Por que Dios no dio a todos la misma oportunidad para conocerlo? Tampoco lo entiendo, pero es cierto que la Biblia enseña un favoritismo divino. Está centrado en el pueblo judío. De ellos San Pablo dice:

"a quienes pertenecen la adopción filial, la gloria, la alianza, la ley, el culto y las promesas…" (Rom 9:4)

Para que nadie piense que la parcialidad divina se haya acabado, Pablo añade: "Dios no se arrepiente de sus dones ni de su elección." (11:29)

Los judíos como pueblo - y como individuos - han tenido un impacto mayor que cualquier otro. Su influencia continua en campos importantes como ley, medicina, finanzas, diversiones, medios de comunicación, etc. Esto ha provocado celos, aun anti-Semitismo.

Sin embargo, antes de tener envidia a los judíos por sus privilegios religiosos y seglares, hay que reconocer que han sufrido más que otras razas. Literatura y filosofía profundas - aun comedia - han fluido desde esa paradoja. Su elección ha venido con tal precio que a veces parece que la injusticia es para los elegidos, no para los de afuera.

¿Cuál, entonces, es nuestra relación como gentiles al pueblo judío? San Pablo también explora aquel misterio. No solamente hemos recibido de ellos la revelación del Antiguo Testamento, sino hemos sido injertado - por Cristo - en la misma raza. Pablo nos compara a olivos silvestres injertado el olivo bueno - el pueblo judío. (Rom 11:24)

A veces personas, que favorecen la ordenación sacerdotal de mujeres, dicen: Es verdad que Cristo escogió solamente a varones como apóstoles, pero al mismo tiempo escogió solamente a judíos. ¿Por que no ordenar solamente a hombres judíos? Mi respuesta es que somos judíos. Por bautismo hemos sido injertados en aquel árbol. Como declaró el Papa Pio Undécimo (como respuesta al anti-Semitismo creciendo en Alemania) "Espiritualmente todos somos semitas."

Vemos los inicios del proceso en el evangelio de hoy. A la cananea que implora su ayuda, Jesús responde, "Yo no he sido enviado sino a las ovejas descarriadas de la casa de Israel." (Mt 15:24) Luego viene un versículo que parece bien duro: "No está bien quitarle el pan a los hijos para echárselo a los perritos." (15:26) Los hijos son los judíos. Gentiles, como tu y yo, somos los perros.

Después de criar un perrito por tres meses, considero que los perritos, a pesar de probar la paciencia, tienen calidades de cariño, además de la capacidad para lealtad. Pues, la mujer no reaccionó como herida. Pidió las migajas que caen de la mesa, no más.

Las mujeres muchas veces cambian la agenda de los hombres. Así hizo esta linda señora. Jesús alabó su gran fe - y sanó a su hija. Por fe iniciamos una gran aventura. Nos unió al pueblo escogido y compartimos las bendiciones - como igualmente los sufrimientos.

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*El Papa Pío XI condenó, de modo solemne, el racismo nazi en la encíclica Mit brennender Sorge, que se leyó en las iglesias de Alemania el domingo de Pasión del año 1937, iniciativa que provocó ataques y sanciones contra miembros del clero. El 6 de septiembre de 1938, dirigiéndose a un grupo de peregrinos belgas, Pío XI afirmó: «El antisemitismo es inaceptable. Espiritualmente todos somos semitas»

Versión Inglés

De los Archivos (Homilias Para Veinte Domingo, Año a):

2008: Ayudame, Señor
2005: Choque de Cultura
2002: Favoritismo Divino

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