Una Voz Desde el Terremoto

(Segundo Domingo de Cuaresma, Año C)

La cuaresma es tiempo de la misericordia. No es tanto el hombre que busca a Dios sino Dios que busca al hombre. Voy a contarles algo que pueden entender mejor después de nuestro temblor de miércoles de ceniza. Esto sucedió en Armenia en el terremoto de 1988:

Todos lo sintieron...un momento de silencio...un ruido bajo y la tierra empezó a sacudirse. Edificios se movieron de un lado a otro y cayeron como naipes. En menos de cuatro minutos fallecieron veinticinco mil personas del terremoto de 6.9 grados. Un papá joven corrió a la escuela donde había dejado a su hijo en la mañana. No podía dejar de pensar en la promesa que le había hecho muchas veces:

"No importa lo que sucede, Armand, yo siempre estaré allá para tí."

Cuando llegó a la escuela de su hijo vió solamente un montón de escombros. Su ojos llenaron de lagrimas...y luego subió el cerro de piedras, ladrillos y madera hasta la esquina donde estaba la aula de su hijo.

Con solamente su manos empezó a escavar. Algunas personas lo observaron tristemente. Alguien le dijo, "Olvidalo. Todos están muertos."

El papá les dijo, "Pueden criticar o pueden ayudarme." Algunos lo ayudaron, pero después de un rato sus cuerpos se dolían. El hombre no podía dejar de pensar en su hijo y siguió escavando, por horas y horas.

Pasaron doce horas...viente-cuatro...trienta-seis...y finalmente en la hora 38 escuchó un voz bajo. Agarró una madera y lo sacó. Gritó, "Armand." Desde la oscuridad una voz temblando respondió, "¿papá?" Otras voces debiles salieron de los escombros. Las pocas personas presentes gritaron con alegría y sacaron los últimos escombros.

Encontraron a 14 alumnos (de los 33) vivos. Cuando todos salieron, Armand miró a ellos y les dijo, "Ven, les dije que mi papá nunca me olvidaría."

Nosotros necesitamos la misma fe porque tenemos el mismo tipo de padre.

Dios Padre actua por su hijo Jesucristo. Es lo que vemos durante la cuaresma. En el evangelio de hoy - la transfiguración - vislumbramos nuestro futuro. "Maestro, sería bueno que nos quedaríamos aquí." ¡Que fortuna ver la gloria de Jesús! Sin embargo, no pudieron evitar la cruz. Jesús les ordenó no contarlo a nadie - porque solamente se puede entenderlo en términos de la Semana Santa. Inicia en cuatro semanas con el Domingo de Ramos.

San Pablo dice hoy que "algunos de ustedes son enemigos de la cruz," (Phil 3:18) porque confían en las cosas de este mundo y no en Dios nuestro Padre. El ha dado la prueba de su amor en la cruz de Jesús. Podemos confiar que el cumplirá sus promesas.

**********

Versión Inglés

Otras Homilias para el Segundo Domingo de la Cuaresma ("Domingo de Transfiguración")

2007: Escogido
2006: Confianza
2005: Una Confrontación con el Mal
2004: Hablaban de Su Muerte
2003: Desenmascando un Mito Moderno
2002: Escándalo en Boston: Reflexión Cuaresmal
2001: Una Voz Desde el Terremoto

Homilia para Transfiguración 2006: El Hijo del Hombre

Otras Homilias

Home