Santa María del Naranco ( Oviedo)

En las afueras de Oviedo, en la subida hacia el monte Naranco, encontramos uno de los más bellos edificios de este singular arte. Destinado al uso civil ( recordemos que la mayoría de monumentos prerrománicos son construcciones con usos litúrgicos) este esta esbelta construcción revela unas técnicas constructivas y una originales soluciones que se adelantan en casi dos siglos al románico. Las múltiples influencias estilísticas recibidas ( paleobizantinas, del Norte de Italia, centroeuropeas, sirias, etc) se conjugan armoniosamente en una obra que no tiene parangón en las de su tiempo y supone el emblema del arte ramirense.

El edificio se compone de dos plantas superpuestas divididas ambas en tres dependencias, una mayor central y menores las laterales. En la planta inferior encontramos en el lado este un receptáculo destinado a baños ( hay restos de una conducción de agua y probablemente mediante piedras calientes podrían darse baños al menos templados) y en el oeste una habitación con acceso exterior. La sala central, más amplia se abre al exterior por debajo de la escalinata que conduce al piso superior.

En la planta superior encontramos una amplia sala central completamente cubierta con bóveda de cañón. La piedra toba, aligera el peso de la bóveda, y unos arcos fajones descargan el peso de la cubierta hacia los muros.El interior de esta espaciosa sala, está recorrido por arquerías ciegas que se apoyan en columnas mediante capiteles. En el Naranco encontramos dos tipos de capiteles : unos de estilo corintio, de clara inspiración romana, y otros troncopiramidales, de influencia bizantina. Tanto la interesante decoración de estos capiteles como el sogueado de los fustes de las columnas permiten comprender la acertada conjugación del arte escultórico con el arquitectónico lograda por el artista del Naranco. Esta decoración con aspecto de gruesa cuerda ( soga) recoge motivos que ya aparecen en la orfebrería castreña, del tiempo de los celtas.Un dato muy interesante de este edificio, lo constituye el hecho de que hasta su construcción , los motivos escultóricos de los edificios eran piezas aprovechadas de otros autores previos ( se aprovechan fundamentalmente del periodo visigodo y romano). Con el rey Ramiro I, un taller específico construye piezas ex profeso para los edificios. Uno de los datos más notables de esta escultura , lo constituye sin lugar a dudas , la representación de figuras humanas y de animales (aves, cuadrúpedos, etc) adelanto de la imaginería románica. Medallones de influencia oriental, acanaladuras en los arcos, etc, aportan más belleza al armonioso interior. Esta sala central se abre a dos miradores laterales donde se repiten los mismos motivos decorativos del interior. En estos miradores, los vanos de los laterales se enmarcan por tres arcos peraltados, mayor el central que los laterales, que se apoyan sobre capiteles corintios, los cuales descansan a su vez en los fustes sogueados.

Esta riqueza escultórica y la armonía de líneas nos lleva a completar la belleza del conjunto cuando el edificio se completaba ( como probablemente fuera) con telas, alfombras, tapices en sus paredes, mobiliario,etc. No es difícil imaginar al rey y su corte tras una cacería o en una recepción a dignatarios extranjeros habitando Santa María del Naranco, un palacio regio para Ramiro I.

En el exterior, la pureza de líneas y la exquisita distribución del alzado en tres niveles evidenciables en los miradores, junto a los estilizados contrafuertes de las paredes norte y sur acentúan la verticalidad de esta magnífica construcción

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