La libertad de D. Roque Hidalgo


La Asamblea de IU Los Verdes de Montellano no tiene por costumbre responder a las críticas y opiniones que aparecen en la revista "El Socialista", por no entrar en "dimes y diretes" que en nada benefician a Montellano, pero hay opiniones que merecen ser respondidas, aunque sea a nivel personal. Es lo que sucede con este artículo del Teniente de Alcalde don Roque Hidalgo, que apareció durante la festividad del Día de Andalucía en "El Socialista", y al que se alude en ésta misma página. El mismo día que recibimos la carta de D. Fernando Ruiz, de San Cugat, antes incluso de que pudiéramos leerla, el PSOE de Montellano la fotocopió y empapeló el pueblo con ella (lo que es una falta de respeto tanto hacia éste señor como hacia nosotros), por lo que ya no creímos necesario publicarla. Pero para demostrar de una vez que no tememos a las críticas ni a las calumnias, queremos compensar a don Roque Hidalgo publicando otra vez, íntegramente, su artículo:

Los vecinos de Montellano han estado esperando varios meses la revista "El Caminante", editada por IU-CA, solamente por dos motivos, primero para ver si tenían la honradez de publicar la carta que les había enviado "El Centro Popular Andaluz de San Cugat del Vallés" para que la difundieran, y segundo, para que nos explicaran que argumento, motivo o daño les habían causado nuestros familiares y amigos andaluces que trabajan y residen fuera del territorio andaluz, para que los molestaran, insultaran, agredieran y repudiaran el pasado verano.

No han sido capaces de nada, no les interesa que la "vergüenza" que causaron se recuerde, su silencio lo explica todo, nadie entiende ni comprende que clase de oposición es esta, ni que objetivos perseguían, su intolerancia los ha hecho protagonistas de las páginas más tristes y negras de nuestra historia, maltratando lo más sagrado de un andaluz honrado, sus emigrantes. (con permiso de todos los andaluces que residen fuera del territorio andaluz).

Sabemos y conocemos a todos los culpables, por acción u omisión. Los respetuosos, los razonables se fueron a su casa, os abandonaron, no quisieron participar en semejante infamia. Os habeis quedado solos, un par de "Mandamás", y algún que otro "Siseñor", el barco se os ha hundido, ya no engañais a nadie, y la única dimisión que habeis causado, es la de vuestro ex-coordinador en Andalucía, Luis Carlos Rejón, de otra cosa no podeis presumir. Fdo. Roque Hidalgo



De locos y vividores


Leyendo cosas como las anteriores, a la fuerza hay que concluir que don Roque, el Teniente de Alcalde, el manijero, el que guarda las listas del PER en el cajón de su mesa, ha terminado ya de perder la razón, al cabo. Hacía tiempo que don Roque venía amenazando, y tenía todos los síntomas: despreocupación, caos en el tráfico, faltas de asistencia al trabajo, largos silencios, pesadillas con terroristas, tristeza crónica..., en fin, todos los condimentos. Una pena. Don Roque, aunque nos duela, porque lo apreciábamos, ha perdido la cordura por completo. Demencia senil, soberbitis crónica, mal del poder, o vaya usted a ver qué enfermedad moderna, de éstas que andan ahora.

Ha enloquecido, el pobre hombre, y ha sido por culpa del miedo, que ciertamente puede transtornarle la razón a cualquiera. Miedo a que Montellano cambie de parecer, miedo a que las urnas se expresen un día contra él, miedo a que llegue alguien y le quite la delegación, los privilegios, los halagos, la nominaza (don Roque cobra 126.092 ptas. al mes, más 25.000 por concejal del PSOE de Montellano, más 3.120 ptas. cada vez que se desplaza, más los regalos que le caigan, si le caen). Todo por no hacer nada. Es normal que le asuste el paro, tal como el PSOE ha dejado el trabajo en Andalucía (medio Montellano tiene que "emigrar" para buscarse el bollo). Don Roque, ante una oposición seria como la que tiene enfrente, cuando piensa, se siente como un pavo en navidad. Es natural. Los pavos, en vísperas de navidad, se volverían locos si pensaran. Yo, por eso, comprendo a don Roque, y mis compañeros también, y no nos vamos a querellar con él por difamación, aunque el asunto lo merezca; faltaría más. Además, hay que entenderlo, don Roque está molesto porque nosotros lo obligamos a legalizar su sueldo, y a partir de ahora tendrá que declarar a hacienda y pagar impuestos como todo quisque. Cualquiera pilla un cabreo.

Pero lo más original del artículo de don Roque, demagógico, inoportuno y torpe (el artículo, claro), es que se permite mencionarle a los montellaneros las palabras "vergüenza" y "honradez". Hay que ver, lo que viene a decir don Roque, un señor que siendo concejal se dió el lujazo de aceptar una casa de promoción pública, que hay que tener valor, desde luego, sabiendo además que iba a ser vecino de don Cristóbal Reina, el "mandamás" de verdad, el del solar, que al parecer tenía una prisa loca por mudarse de su vera. "Vergüenza", "honradez", "intolerancia", son palabras que cualquiera no puede pronunciar a la ligera, por mucho que lo desee y aunque vengan en el diccionario.

Un Teniente de Alcalde debe tener más sensatez, más temple, dejarse de insultos, de cotilleos, de cartitas, de mentirillas, de demagogias y dar un ejemplo serio ante el pueblo que lo votó, y debe, siempre, siempre, conservar la calma, porque al fin y al cabo sólo se trata del poder. Perderlo o ganarlo importa poco. En la vida se pierden cosas más importantes que el poder: amigos, años, ideas, principios... en fin, don Roque no lo sabe, pero es así. Nosotros, desde luego, no estamos solos (eso sí lo sabe don Roque), pero si lo estuviéramos tampoco importaría demasiado, porque tenemos la conciencia tranquila, algo que todos los políticos no pueden decir, y si algún día tuviéramos que abandonar nuestro proyecto (el de conseguir que Montellano avance de verdad), porque Montellano lo decidiera, nos iríamos a nuestra casa tan tranquilos, con la cabeza alta, sin volver la vista atrás, para no ver a don Roque y a personas como él despedazarnos cobardemente por la espalda.

La calumnia, don Roque, es cómoda "calumnia, que algo queda", dice un refrán que ustedes conocen al dedillo, pero a la larga la calumnia no es rentable, porque el tiempo pone a cada cual en su sitio; sólo es cuestión de esperar. Usted, don Roque, mientras tanto, lo que tiene que hacer es informar en vez de insultar, que para eso cobra, porque si informara y gobernara usted tan bien como difama, después de dieciocho años en el poder, Montellano sería otro.

En el futuro tendrá usted ocasión de seguirnos difamando porque nosotros vamos a seguir trabajando, aunque veo difícil que yo vuelva a responderle, tan difícil como que usted se dedique a trabajar en vez de a calumniar.

José Antonio Illanes

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