Hermano Luis-María

 

(1810-1879)

 

        Pierre-Alexis Labrosse nace el 2 de junio de 1810 en Ranchal (Ródano), pueblo a 760 metros de altura. Sus padres, Claude Labrosse y Louise-Marie Trivend, tienen una familia numerosa.

 

        Pierre es el cuarto hijo de trece. Un hermano mayor será sacerdote y morirá en Saint Genis-Laval.

 

        Una criada, hablando de Pierre, declara : “Tenía un carácter agradable, era muy atento con sus hermanos y hermanas, obediente y piadoso.” El, no nos dijo nada de su infancia. Buen alumno, ingresa en 1824 en el seminario menor de Verrières y, en 1827, en L’Argentière para cursar filisofía y matemáticas. En 1829, se encuentra en Lyon, en el seminario mayor San Ireneo, bajo la dirección de M Gardette. En 1831, por razones desconocidas, renuncia al sacerdocio y escribe al Padre Champagnat que le contesta, el 29 de agosto del mismo año : “Junto con la salud, la mayor y la única condición que se necesita para entrar en nuestra casa es la buena voluntad y el sincero deseo de agradar a Dios. Venga con esta disposición, será recibido con los brazos abiertos. Hará el bien en nuestra casa; María, nuestra buena Madre, lo protegerá y después de haberla tenido como primera Superiora, la tendrá com Reina en el cielo.

 

Toda la ropa que tenía en el seminario, lo mismo que la ropas interior, podrán servirle en nuestra casa y formar su ajuar. Para el noviciado 400 fr., si puede.

 

Lo dejo en los Sagrados Corazones de Jesús y de María...”

 

        Entra en el noviciado el 16 de octubre de 1831. Nunca volverá a su pueblo durante los 48 años de su vida religiosa. Sin embargo, se mostraba comprensivo y generoso para con los hermanos en este punto de las visitas de familia.

 

        El hermano Luis primero y luego el hermano Buenaventura fueron sus maestros de novicios y el mismo Padre Fundador dirigió los primeros pasos del nuevo postulante en la vida religiosa.

 

Nada más llegar, lo mandan trabajar en la huerta para quitar la mala hierba.

 

        Pronuncia sus primeros votos en la capilla de Nuestra Señora del Hermitage el 7 de octubre de 1832, por tres años y , en seguida, el Padre Champagnat lo destina a La Côte Saint André para dirigir la primera clase de un internado. El Señor Douillet, párroco y amigo del Fundador le había pedido hermanos. El hermano Luis-María se revela excelente maestro y sabe superar, por su ágil firmeza, las dificultades creadas por las ingerencias del S. Douillet y de la criada (sœur Marthe) en la marcha del internado. Decían los internos a sus padres : “En La Côte, uno se muere de hambre, pero aprendemos mucho”. El hermano Luis-María permanecerá en La Côte Saint André hasta 1839.

 

        Hace profesión perpetua el 12 de octubre de 1834, primero en secreto y luego públicamente, como los demás hermanos profesos, en el retiro de octubre de 1836. En La Côte, la comunidad consta de cinco hermanos, un ecónomo y los otros dan clase a los 200 alumnos, de los cuales 50 internos. Por lo bien que funciona la escuela, la academia de Grenoble, le atribuye, en 1838, una “mention honorable”.

 

 

 

Asistente

 

        El hermano Luis-María es elegido asistente en 12 de octubre de 1839 (70 votos de los 92 votantes). El padre Champagnat, moribundo, le encarga de escribir su testamendo, bajo su dictado y le dirige estas palabras : “¡ Ea, Hermano, ayude al hermano Francisco con todas sus fuerzas; entiéndase bien con él. Tendrán que sobrellevar muchas dificultades, pero tengan confianza, Dios los acompañará, pues realizan su obra. Con su ayuda saldrán airosos de todos los obstáculos que el enemigo pueda suscitarles. Y, además, no olviden que cuentan ustedes con la Santísima Virgen, que es el recurso de la casa : su protección nunca les faltará.” (Vida, p. 249)  Él, con el hermano Francisco y el hermano Juan-Bautista, gobernarán el Instituo “tres en uno”. (Cf. Enseñanzas Espirituales, capítulo XXIII, la unión es la fuerza)

 

 

 

Saint Genis-Laval

 

        Para facilitar la administración del Instituto, en 1853, se compra la finca “Le Montet”, en Saint Genis-Laval, cerca de Lyon, pagando 230000 francos los 12 hectáreas. Se tuvo que vender La Grange-Payre. La construcción de la nueva casa empieza en 1856 bajo la supervisión del hermano Luis-María. El 6 de agosto de 1858, los Superiores se trasladan del Hermitage a Saint-Genis. El noviciado sigue en septiembre. La casa del Fundador quedará vacía hasta 1868, con la fundación del primer juniorado. También en 1858, el hermano Luis-María viaja a Roma, con el hermano Francisco, para conseguir del Papa la aprobación del Instituto. La conseguirá en 1863, siendo Superior General.

 

 

 

Superior General

 

        Desde la muerte del Fundador, el Instituto había conocido un desarrollo extraordinario, especialmente con la unión de los hermanos de Saint Paul-trois-Châteaux en 1842 y de Viviers en 1844. Más de 300 casas se sumían a las ya existentes. Había 1800 hermanos y 50000 alumnos. En 1852, se había fundado en Inglaterra y en 1856, en Bélgica. Cansado, el hermano Francisco, después de veinte años de gobierno, se retira en “el relicario del Padre Champagnat”.

 

        El Capítulo General elige al hermano Luis-María como Superior General, el 16 de julio de 1860. Cinco Asistentes lo ayudan. Está en la plenitud de sus facultades : 50 años de edad, larga experiencia del gobierno, buena salud, admirado y querido por los hermanos.

 

        Era de pequeña estatura, la cabeza aureolada con canas precoces, tenía un aire de bondad acogedora y ojos vivos, una voz vibrante cuando hablaba en público y suave en la conversación particular. Dotado para ser jefe, se empeñó sobre todo en llegar a ser padre.

 

 

 

Desarrollo del Instituto

 

        Durante los casi veinte años de generalato del hermano Luis-María, el Instituto progresó de modo continuo. Hubo dificultades pero sin persecuciones. Se había obtenido la autorización legal el 20 de junio de 1851 y, en 1863, la Santa Sede nos aprobaba. Las Provincias de Francia se desarrollaban constantemente y fundaban el extranjero : 1858 (Escocia) – 1862 (Irlanda) 1867 (África del Sur) – 1868 (Líbano-Siria) – 1871 (Australia) – 1873 (Nueva Caledonia) – 1876 (Nueva Zelanda).

 

        En 1879, año de la muerte del hermano Luis-María, el Instituto tenía 2500 hermanos, 560 casa, 83000 alumnos. Tal desarrollo y sobre todo las construcciones de la capilla de Saint Genis-Laval, de un internado en París, la casa provincial de Aubenas y la capilla de Nuestra Señora del Hermitage, provocaron un gran apuro en las finanzas. Había un pasivo de 500000 francos en 1868 : tal situación preocupaba mucho al hermano Superior General.

 

 

 

Los juniorados

 

        Fue una necesidad de aquellos tiempos. El primero se fundó en 1868, para unos sesenta chicos de doce a catorce años, en la casa del Hermitage. La guerra de 1870 lo interrumpe todo : los soldados ocupan la casa de Saint Genis durante cinco meses. La casa de París sufre un bombardeo. El hermano Luis-María sabe interesar las autoridades diocesanas (Lyon, Cambrai) y los bienhechores a la obra de los juniorados. Cada Provincia abre lo suyo.

 

 

 

Las circulares

 

        El conjunto constituye une “Suma” completa. En la primera (27.12.1860), traza un programa que, pronto, sobrepasará. “Me he propuesto tres cosas : conservar y fortalecer entre vosotros el espíritu de piedad, mantener una perfecta caridad, y procurar por doquier la fiel observancia de la Regla.”

 

        Cinco circulares hablan de la oración, dos de la regularidad y puntualidad. Otros temas tratados : la pobreza (1862), el infierno, la eternidad y la llamada a la santidad (1879). En total durante los casi veinte años de generalato escribe tres volúmenes para guiar a los hermanos.

 

 

 

El Superior

 

        El hermano Luis-María era dotado para la conducta de los hombres. Tenía una autoridad natural ayudada por su tono persuasivo y elocuente. Además era comprensivo y bueno. Sabía escuchar y comprender sin poner en duda la buena voluntad y la buena fe de los que dirigía.

 

        Visitaba las casas lo más posible poniendo a cada uno a sus anchas y animándo a los más tímidos en hablar. Su presencia en una reunión era una fiesta para todos. En una circunstancia, en Saint Paul-trois-Châteaux, los hermanos lo llevaron en triunfo por los patios, con aclamaciones entusisatas. “Esos hermanos de Saint Paul, decía sonriente, han sido siempre un poco exaltados, pero son tan buenos.”

 

 

 

Acción pedagógica

 

        Excelente maestro, el hermano Luis-María publicó una “Gramática francesa” con sus ejercicios corespondientes y un método de escribir con cuadernos de aplicación. Animó a unos hermanos competentes en publicar “Principios de canto llano y de música”. Otros escribieron un libro de “Aritmética. Hasta el final fue un hombre de oficio que se interesó por la pedagogía.

 

 

 

Hombre de relaciones

 

        El hermano Luis-María se mostró siempre muy desprendido de su familia. Escribía a sus padres, de cuando en cuando, mientras vivieron. Cuando su hermano, párroco de La Fouillouse, tuvo que abandonar el ministerio por razón de salud, lo acogió en Saint Genis donde no tradó en morir, dejando sus pocos bienes a la Congregación. El hermano Luis-María señaló la noticia en unas pocas líneas en las que recomendaba el difunto a las oraciones de todos. Interesante es el episodio del encuentro de un sobrino, en el coche de Chaufailles. (“Tengo un tío como usted. – ¿Lo conoce usted? – No, nunca viene al pueblo. – ¿Sabe usted cómo se llama? – Se llama hermano Luis-María. – Lo conozco. Usted podrá decir a sus padres que ha viajado con un hermano que conoce bien a su tío.”) ‘Vie du F. L.M., 1907

 

        Con la gente de categoría sabía manifestar una exquisita cortesía. Sus cartas a la condesa de La Granville y a los grandes bienhechores del Instituto (Mgr Parisis, Mgr Grimley, al conde de Mun...) son unos modelos de distinción.

 

 

 

Sus virtudes

 

        Su humildad es evidente en la elección de entrar en un Instituto desconocido. Tal virtud le ayudaba en ser caritativo, benévolo, servicial, sencillo. Practicaba la pobreza haciendo sus visitas a pie lo más posible. Su ajuar era lo que permitía la Regla.

 

        Su piedad era profunda e irradiaba. Escribe : “Para la perseverancia, para la salvación, para la preservación de la virtud, para la fecondidad del apostolado, hay que rezar ; la oración es el gran medio, y a menudo el único. Se reza incluso para aprender a rezar, para tomar gusto a la oración.”

 

Tal piedad tenía su fuente en una ardiente caridad para con Dios y con los hombres, especialmente los misioneros y los enfermos.

 

        Humildad y piedad alimentaban un celo apostólico que se manifestaba en la búsqueda de buenas vocaciones y en el seguimiento de los hermanos.

 

 

 

Su muerte

 

        Se encontraba en sus setenta años, lleno de vigor, activo, emprendedor. Su inteligencia permanecía viva y su voluntad enérgica. Luchaba contra los proyectos escolares del radicalismo masónico que amenazaban la enseñanza libre.

 

        Para sus hermanos era el Superior venerado, el jefe ardiente y el padre bondadoso. Al atardecer de la fiesta de la Inmaculada Concepción, después de haber admirado las iluminaciones de la ciudad en honor de María, sufre un ataque de apoplejía y muere, el 9 de diciembre de 1879, al comienzo de la tarde.

 

        El hermano Luis-María había podido conocer personalmente a todos los hermanos y es, probablemente, el superior que dejó el recuerdo más vivo entre sus coetáneos.

 

Por el H.  Alain Delorme