SEMINARIO INTERAMERICANO DE TECNOLOGIAS DE LA INFORMACION APLICADAS A LA EDUCACION Y VIRTUAL- ENFOQUE INTERAMERICANO, PERSPECTIVA GLOBAL: CONFERENCIA INTERNACIONAL SOBRE EDUCACION, FORMACION Y NUEVAS TECNOLOGIAS

SEDE DE ESTUDIO: Instituto de Estudios Avanzados para las Américas PAIS: UNITED STATES

IDIOMA: ESPAÑOL PERIODO DE ESTUDIO : => DEL 16/06/2003 => AL 20/06/2003

GOBIERNO/ORGANISMO COOPERANTE: OEA/Agencia Interamericana para la Cooperación y el Desarrollo

BECAS DISPONIBLES: Sin especificar

BENEFICIOS: Pasajes internacionales de ida y vuelta, seguro médico. Los becarios deberán costearse sus gastos de alojamiento y manutención REQUISITOS: Profesionales responsables del empleo de nuevas tecnologías en los distintos niveles y modalidades educativas, representantes de programas y proyectos de educación y formación a distancia tanto en el ámbito de la educación superior o universitaria en los países en vías de desarrollo como en los ámbitos municipal, provincial o estatal, expertos en producción de materiales didacticos para su utilización en plataformas electrónicas para la formación profesional, presentar un resumen de 200 palabras de tecnologías de la información aplicadas a la educación, certificado médico

FECHA LIMITE DE POSTULACION EN: => CONCYTEC 25/03/2003 => EMBAJADA => ORGANISMO 25/04/2003

INFORMACION ADICIONAL: OEA/PERU: Calle Nicaragua 151, Miraflores. Atención al público martes y jueves de 9.30 am a 12.30 mm - CONCYTEC.

B.- Becas en SUECIA

ARQUITECTURA, ENERGIA Y MEDIO AMBIENTE (Herramienta para diseño climático) SEDE DE ESTUDIO: Lund University - Suecia

PAIS: SWEDEN IDIOMA: INGLÉS PERIODO DE ESTUDIO : => DEL 22/09/2003 => AL 24/10/2003

GOBIERNO/ORGANISMO COOPERANTE: Gobierno de Suecia/ASDI BECAS DISPONIBLES: Sin especificar

BENEFICIOS: Costo de estudio, alojamiento y alimentación REQUISITOS: Profesionales con cinco años de experiencia laboral a nivel directivo o gerencial, carta de presentación de la empresa, título (copia), curriculum vitae descriptivo, certificado del idioma inglés (TOEFL 500 puntos, ALIGU o MICHIGAN 85/100 puntos) FECHA LIMITE DE POSTULACION EN: => CONCYTEC 09/04/2003 => EMBAJADA 22/04/2003 => ORGANISMO

INFORMACION ADICIONAL: Embajada de Suecia: La Santa María 130 Crda. 6 Cosquistadores, San Isidro - CONCYTEC

1.- Para becas en Barcelona ver abajo 3 webs

B) http://www.salleurl.edu/masters/BCN/index.html

Universidad San Ignacio de Loyola, PERU y Escuela de Postgrados LA SALLE de la Universidad Ramón Llull , ESPAÑA

Presentan SESION INFORMATIVA DE PRESENTACION DE LOS PROGRAMAS INTERNACIONALES DE MAESTRÍAS LA SALLE – USIL

La Universidad San Ignacio de Loyola de Lima, Perú y la Escuela de Postgrados LA SALLE de la Universidad Ramón Llull (URL) de Barcelona, España le invitan a la Sesión Informativa de presentación de la Alianza Estratégica entre ambas instituciones.

Esta alianza tiene por objetivo desarrollar programas conjuntos de Maestrías Internacionales y aunar esfuerzos con el fin de ayudar al desarrollo académico y la formación de profesionales peruanos mediante el estudio de maestrías en la Escuela de Postgrados LA SALLE de la Universidad Ramón Llull, de España.

Gracias a esta alianza los PROGRAMAS DE MAESTRÍAS LA SALLE se podrán cursar tanto en formato semi-presencial, a través del Sistema Mixto La Salle On Line – USIL, como en el Sistema Presencial en los campus LA SALLE de Barcelona o Madrid.

Así mismo, esta alianza promocionará y gestionará en Perú el Sistema de Crédito Educativo USIL y el Programa de Becas La Salle.

Para mayor información: SESION INFORMATIVA LA SALLE – USIL:

Fecha: Jueves 24 de abril Hora: 20:00 Lugar: Auditorio de la Escuela de Postgrados de la Universidad San Ignacio de Loyola Av. Salaverry 2625, San Isidro

CONFIRMACIÓN DE ASISTENCIA: Teléfono: (51-1) 211 9600 anexos 102 y 209 Fax: (51-1) 211 9600 anexo 208 E-mail: erouillon@mba-sil.edu.pe info@salleurl.edu

AGENDA DE LA SESION:

1. Presentación de la Alianza Estratégica entre la UNIVERSIDAD SAN IGNACIO DE LOYOLA del PERU y la Escuela de Postgrados LA SALLE de la UNIVERSIDAD RAMON LLULL de ESPAÑA.

2. Presentación de los Programas Internacionales de Maestrías LA SALLE –USIL a través del Sistema Mixto La Salle On Line – USIL.

3. Presentación de los Programas de Maestrías LA SALLE en España.

4. Presentación del Sistema de Crédito Educativo USIL.

5. Presentación del Programa de Becas La Salle.

Atentamente, Juan Alberto Casas Coordinador Internacional Escuela de Postgrados LA SALLE LA SALLE - UNIVERSIDAD RAMON LLULL http://www.salleurl.edu http://www.lasalleonline.net

C) http://www.salleurl.edu/masters/ES/BCN/index.html

Luego de encontrar lo que buscas contacta a ex-cadete Juan Alberto Casas al jcasas@salleurl.edu

2.- Para becas en Alemania ver abajo

http:/europa.eu.int/comm/europeaid/projects/alban/documents.htmbigger

Lo que se necesita hacer es escribir un projecto de justificacion. Para esto, es muy importante tener el auspicio y la confirmacion de un "tutor" en Europa y este "tutor" es el que finalmente escribe el projecto. Yo puedo ofrecer este apoyo en Alemania , especificamente en las areas de Medicina y Biologia. Para una decision final, necesito un Curriculum Vitae senalando las areas especificas de trabajo actual. Otros requisitos se encuentran en el home page de AlBan, por ejemplo, las becas se otorgan a peruanos residentes en Peru. Muchos saludos, Adolfo

----------------------------------------------------------------------- Prof. Dr. Adolfo ex-cadete CMLP XL Cavali?Pharmakologie & Toxikologie Universit? des Saarlandes 66421- Homburg (Saar) GERMANY Tel. +49-6841-1626438 (Sekretariat) Tel. +49-6841-1626151 Fax +49-6841-1626402

3.- Becas en España - Fundación Carolina

Existen tres modalidades de becas de la Fundación Carolina: Beca Total, Beca Parcial y Ayuda al Estudio.

Más información en: http://www.fundacioncarolina.es/esp/becas/index.htm

4.- Fundación FORD

En esta sección se puede encontrar toda la información acerca de los requisitos para postular, calendario de postulación, tríptico informativo sobre el Proceso de Postulación vigente, y el respectivo Formulario de Postulación.

Le sugerimos leer atentamente las instrucciones si desea llenar el Formulario de Postulación usando una computadora, alternativa que se ha dispuesto para aquellos casos en que sea dificultoso obtener el Formulario de Postulación en papel, y/o el mecanografiado de los antecedentes en esa versión.

La ejecución local en cada país ha establecido una campaña de difusión que busca, en cada ronda de postulación, cubrir sectores alejados de las capitales. Esta difusión implica contactos con Universidades, ONG’s, medios de comunicación, oficinas gubernamentales y otras instancias que esperamos faciliten el acceso a Afiches, Trípticos Informativos y al Formulario de Postulación.

Este 3er Proceso de Postulación se inicia en Noviembre 2002, y durante 4 a 5 meses contempla actividades de difusión de los materiales de postulación y la recepción de formularios. El día 31 de Marzo 2003 vence inapelablemente el plazo para postular, por lo que solamente se ingresarán aquellas postulaciones completas entregadas hasta la fecha límite. En caso de ser enviadas vía correo tradicional solo se aceptarán aquellas que tengan como máximo esa fecha de envío en el timbre de correo.

A continuación puede ver información relativa a la difusión 2002-2003 en:

http://www.programabecas.org/postulacion-becas/formulario.htm

5.- SEMINARIO INTERNACIONAL DE TRIBUTACION (curso general)

GOBIERNO/ORGANISMO COOPERANTE: Gobierno del Japón/JICA BECAS DISPONIBLES: 01 Uno BENEFICIOS: Pasajes internacionales, costo de estudio, estadía, movilidad local y seguro médico

REQUISITOS: Profesionales con tres años de experiencia en el área del curso; certificado de antecedentes policiales, curriculum vitae descriptivo y documentado, certificado del idioma inglés (ALIGU 75/100 puntos), certificado médico

FECHA LIMITE DE POSTULACION EN: => CONCYTEC 07/05/2003 => EMBAJADA => ORGANISMO 19/05/2003 INFORMACION ADICIONAL: CONCYTEC - Dirección General de Formación en Ciencia y Tecnología: Calle del Comercio 197, San Broja. Teléf. 225-1150 anexo 160

NOTAS UTILES DE EX-CADETES

1.- Juan ALberto Casas y originalmente Ruben Dario Morgan enviaron datos muy importantes de Oracion a San Judas, abajo con imagen.

2.- Pepe Merino ex-cadete CMLP XIX (1962-64) "Leyenda Arabe".

3.- Jose Enrique Flores ex-cadete CMFB XVIII 1969-71 "A LOS PIES DEL MAESTRO"

4.- Ruben Dario Lora Morgan CMLP XVII 1960-62 "Oracion a San Judas"

El otro, ofendido, sin nada que decir, escribi?en la arena: HOY MI MEJOR AMIGO ME PEGO UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.

Siguieron adelante y llegaron a un Oasis donde resolvieron ba?rse. El que hab? sido abofeteado y lastimado, comenz?a ahogarse, siendo salvado por el amigo. Al recuperarse, tom?un estilete y escribi?en una piedra: HOY MI MEJOR AMIGO ME SALVO LA VIDA.

Intrigado, el amigo pregunto: ¿Por qu?despu? de que te lastim?escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?

Sonriendo, el otro amigo respondi? CUANDO UN GRAN AMIGO NOS OFENDE, DEBEMOS ESCRIBIR EN LA ARENA DONDE EL VIENTO DEL OLVIDO Y EL PERDON SE ENCARGARA DE BORRARLO Y APAGARLO; POR OTRO LADO, CUANDO NOS PASE ALGO GRANDIOSO, DEBEMOS GRABARLO EN LA PIEDRA DE LA MEMORIA DEL CORAZON, DONDE VIENTO NINGUNO EN TODO EL MUNDO PODRA BORRARLO".

De ex-cadete CMFB XVIII 1969-71 Jose Enrique Flores Vargas "A LOS PIES DEL MAESTRO"

J. KRISHNAMURTI

Este libro fue pasado a formato Word y con LETRA AMPLIADA para facilitar la difusi?, y con el prop?ito de que as?como usted lo recibi? lo pueda hacer llegar a alguien m?. HERNÁN

PREFACIO

Por ser un hermano de m? edad, se me ha concedido la distinci? de escribir algunas pa­labras como prefacio de este peque? libro, el primero que ha escrito un hermano m? joven de cuerpo, ciertamente, pero no de alma. Las ense?nzas contenidas en ? se las im­parti?su Maestro cuando lo preparaba para la Iniciaci?, y ? las ha transcripto de memoria, lenta y laboriosamente, porque el a? anterior sab? mucho menos ingl? que ahora. Este libro es, en su mayor parte, una repro­ducci? literal de las propias palabras del Maes­tro; y lo que no, es el pensamiento del Maestro expresado con las palabras del disc?ulo.

El Maestro supli?dos frases omitidas. En otros dos casos m?, se a?di?otra palabra omitida. Aparte de esto; es enteramente de Krishnamurti: es su primer donativo al mundo. Que este libro pueda ayudar a otros como las ense?nzas verbales lo ayudaron a ?. Con tal esperanza las da. Pero las ense?nzas pueden tan s?o dar fruto si las vivimos como ? las ha vivido, desde que brotaron de los labios de su Maestro. Si el ejemplo se sigue de acuerdo con el precepto, en­tonces se abrir?el gran Portal para el lector como se abri?para el autor, y sus pies hollar? el Sendero.

Annie Besant

A LOS QUE LLAMAN

Conducidme desde lo ilusorio a lo Real.

Conducidme de las tinieblas a la Luz.

Conducidme de la muerte a la Inmortalidad.

PROLOGO

Estas palabras no son m?s: son del Maestro que me enseñó. Sin ? no hubiera podido hacer nada, pero con Su ayuda he puesto los pies en el Sendero. Vosotros tambi? dese?s penetrar en este Sendero; y as? las mismas palabras que ? me dijo os ayudar? si quer?s obedecerlas. No basta decir que estas palabras son bellas y verdaderas; quien desee lograr ?ito debe hacer exactamente lo que ellas entra?n. Mirar la co­mida y decir que es sabrosa no satisfar? a un hambriento: ha de comerla. As?pues, no basta escuchar al Maestro: deb?s practicar lo que ? aconseja, atendiendo a cada palabra y fij?doos en cada insinuaci?. Si no advert? una indica­ci?, si no atend?s a una palabra, queda perdi­da para siempre, porque ? no las repite.

En este Sendero se requieren cuatro cualida­des:

DISCERNIMIENTO

CARENCIA DE DESEOS

BUENA CONDUCTA

AMOR

Tratar?de explicaros lo que el Maestro me dijo acerca de cada una de ellas. A LOS PIES DEL MAESTRO

I

La primera cualidad es el DISCERNIMIENTO. Se denomina as? generalmente, a la facultad de distinguir entre lo real y lo ilusorio, y la cual gu? a los hombres para entrar en el Sendero. Pero tambi? es mucho m? que esto, y debe practicarse no tan s?o en los comienzos del Sendero, sino en cada una de sus etapas, diaria­mente, hasta el fin.

Vosotros entr?s en el Sendero porque hab?s aprendido que tan s?o en ? pueden encontrar­se las cosas dignas de ser alcanzadas. Los que no saben esto trabajan para adquirir riqueza y poder, pero esto dura a lo m? una vida tan s?o y, por lo tanto, no es real. Hay bienes ma­yores, reales y perdurables, cuando los hay?s alcanzado, ya no desear?s jam? aquellos otros.

En el mundo hay dos clases de seres: los sa­bios y los ignorantes. Esta sabidur? es la que nos interesa. La religi? que un hombre profe­se, la raza a que pertenezca, importan poco; lo realmente importante es que los hombres co­nozcan el plan Divino. Porque el plan de Dios es la evoluci?. Una vez que el hombre realmente lo reconoce, no puede sino identificarse con sus designios y trabajar de acuerdo con ?, porque es tan glorioso como bello. As? conoci?dolo, permanece al lado de Dios, firme para el bien y resistente contra el mal, trabajando para la evoluci? y no por ego?mo.

Si est?al lado de Dios, est?unido a nosotros, y no importa lo m?imo que se llame hind?o buddhista, cristiano o mahometano, ni que sea indio o ingl?, chino o ruso. Los que est? al lado de Dios saben por qu?est? aqu?y cu? es su misi?, y procuran cumplirla; los dem? no saben todav? lo que han de hacer, y as?obran a menudo err?eamente e intentan trazarse v?s que imaginan placenteras sin comprender que todos somos uno y que, por lo tanto, tan s?o lo que el Uno quiere puede ser verdaderamente agradable para todos. Ellos van en pos de lo irreal, en vez de lo real. Hasta que aprendan a distinguir entre los dos, no se colocar? al lado de Dios, y, para aprenderlo, discernimiento es el primer paso.

Pero, aun despu? de efectuada la elecci?, deb?s recordar que hay muchas variedades de lo real y lo irreal, y por lo tanto debemos dis­cernir tambi? entre lo justo y lo injusto, lo esencial y lo accesorio, lo ?il y lo in?il, lo verdadero y lo falso, lo ego?ta y lo altruista.

Aquellos que, deseosos de seguir al Maestro, han resuelto servir a lo justo a toda costa, no hallan dificultad en la elecci? entre lo justo y lo injusto. Pero el cuerpo es distinto del hom­bre, y la voluntad del hombre no siempre coin­cide con el deseo del cuerpo. Cuando vuestro cuerpo desee algo, deteneos a pensar si vosotros realmente lo dese?s. Porque vosotros sois Dios, y quer?s ?icamente lo que Dios quiere; as? deb?s buscar profundamente en vosotros mis­mos para hallar el Dios interno y escuchar Su voz, que es vuestra voz. No confund?s con vos­otros mismos ni vuestro cuerpo f?ico, ni vues­tro cuerpo astral, ni vuestro cuerpo mental, porque cada uno de ellos pretender?ser el Yo, a fin de obtener lo que desea. Deb?s conocerlos todos y reconoceros por su due?.

Cuando se ha de hacer un trabajo, el cuerpo f?ico quiere descansar, pasear, comer y beber; y el ignorante se dice a s?mismo: "Yo quiero hacer estas cosas y debo hacerlas." Pero el sa­bio dice: "Lo que en m?desea no soy yo, y pue­de esperar." A menudo, cuando se presenta alguna oportunidad para ayudar a alguien, el cuerpo incita a pensar: "¡Qu?molestia me cau­sa esto! Dejemos que otro lo haga." Pero el hombre le replica a su cuerpo: "T?no me es­torbar? para practicar el bien."

El cuerpo es nuestro animal, el caballo en que cabalgamos. Por lo tanto, deb?s tratarlo y cui­darlo bien; no deb?s fatigarlo; deb?s alimen­tarlo tan s?o con comidas y bebidas puras, y llevarlo escrupulosamente limpio de la m? leve mancha. Porque sin un cuerpo perfectamen­te limpio y sano no podr?is llevar a cabo el arduo trabajo de preparaci?, ni podr?is sopor­tar el esfuerzo incesante. Pero vosotros deb?s gobernar constantemente al cuerpo, nunca el cuerpo a vosotros. El cuerpo astral tiene sus deseos a docenas; ? os inclina a la c?era, a la injuria, a la envi­dia, a la avaricia, a codiciar los bienes ajenos, a sumiros en la depresi?. El cuerpo astral quie­re todas estas cosas y muchas m?, no porque desee perjudicaros, sino porque le gustan las vibraciones intensas, as?como el cambio cons­tante de ellas. Mas vosotros no necesit?s estas cosas, y por esto deb?s saber distinguir entre vuestros deseos y los de vuestro cuerpo. Nuestro cuerpo mental desea pensar orgullosamente que es algo separado de lo dem?; pen­sar d?dose mucho valor a s?mismo y poco a los otros. Aun cuando lo hay?s apartado de las cosas mundanas, persiste en especular sobre s?mismo, en incitaros a pensar en vuestros pro­pios progresos, en vez de pensar en la labor de los Maestros y en ayudar a los dem?. Cuando medit?s, tratar?de haceros pensar en las di­ferentes cosas que ? desea, en vez de pensar en lo que vosotros quer?s. Vosotros no sois esta mente, sino que ella est?a vuestro servicio, y as?tambi? en este caso es necesario el discer­nimiento. Deb?s vigilar constantemente, so pe­na de fracaso.

El Ocultismo no tiene compromiso entre lo justo y lo injusto. Deb?s hacer a toda costa lo justo; deb?s dejar de hacer lo injusto, sin importaros lo que el ignorante piense o diga. Deb?s estudiar profundamente las leyes ocul­tas de la Naturaleza, y cuando las conozc?s, ordenad vuestra vida de acuerdo con ella, em­pleando siempre la raz? y el sentido com?.

Deb?s saber distinguir lo importante de lo secundario. Firmes como una roca cuando de lo justo y de lo injusto se trate, dad siempre la raz? a los dem? en cosas de poca importan­cia. Porque deb?s ser siempre amables y cari?osos, razonables y condescendientes; hab?s de conceder siempre a los dem? la misma liber­tad que necesit?s para vosotros mismos.

Tratad de ver lo que es m? meritorio que hag?s, y recordad que no deb?s juzgar las co­sas por su aparente grandeza. Es mucho m? meritorio hacer una cosa m?ima pero ?il a la labor del Maestro, que otra de mayor apariencia de las que el mundo llama buenas.

Deb?s distinguir no tan s?o entre lo ?il y lo in?il, sino entre lo m? ?il y lo menos ?il. Alimentar a un pobre es bueno, ?il y noble; pero alimentar su alma es todav? m? noble y m? ?il que alimentar su cuerpo. Cualquier rico puede alimentar el cuerpo de un necesitado, pero tan s?o los sabios pueden alimentar su alma. Si sois sabios, vuestro deber es ayudar a otros en el logro de la sabidur?.

No obstante, por sabios que se?s, ten?s mu­cho que aprender en este Sendero, y por esto tambi? en ? es preciso el discernimiento. De­b?s pensar cuidadosamente lo que es mejor que aprend?s. Todo conocimiento es ?il, y llegar?un d? en que lo alcanc?s; pero mientras tan s?o pose?s una parte, cuidad de que ?a sea la m? ?il.

Dios es tanto Sabidur? como Amor, y cuanta m? sabidur? alcanc?s, mejor podr?s mani­festar a Dios. Estudiad, pues; mas, en primer lu­gar, estudiad lo que os ayude a ayudar a los otros. Estudiad pacientemente, no porque los hombres os llamen sabios, ni aun por tener la dicha de serlo, sino porque tan s?o el sabio puede ayudar sabiamente. Por mucho que de­se?s ayudar, si sois ignorantes, podr?s hacer m? mal que bien.

Deb?s saber distinguir lo falso de lo verda­dero; deb?s aprender a ser ver?icos en todas las circunstancias, en pensamiento, en palabra y en obra. Primero en pensamiento; y esto no es f?il, porque en el mundo hay muchos pensamientos falsos, muchas supersticiones tontas, y nadie que est?esclavizado por ellas puede progresar. as?pues, no deb?s sostener una idea precisa­mente porque otros la sostienen, ni porque se haya cre?o en ella durante siglos, ni porque est?escrita en alg? libro que los hombres tengan por sagrado. Deb?s pensar acerca de aquel asunto por vosotros mismos, y juzgar si es razonable. Recordad que la opini? de un mi­llar de hombres acerca de alg? asunto que des­conozcan no tiene ning? valor. Los que pien­san hollar el Sendero deben aprender a pensar por s?mismos, porque la superstici? es uno de los mayores males del mundo, una de las liga­duras de que totalmente deb?s desembarazaros.

En lo tocante a los dem?, vuestros pensa­mientos deben ser ver?icos; no deb?s pensar acerca de nadie lo que no sep?s. No supong?s que los dem? est? siempre pensando en vosotros.

Si un hombre hace algo que parezca perjudi­caros, o dice algo que cre?s que se refiere a vosotros, no pens?s entonces: "Quiere ofender­me." Probablemente ni siquiera piensa en vosotros, porque cada alma tiene sus propias tribu­laciones y pensamientos, que flotan principal­mente alrededor de ella. Si un hombre os habla col?ico, no pens?s: "Me odia, trata de herir­me." Quiz?otra persona o alguna otra cosa lo han contrariado, y porque tropieza eventual­mente con vosotros, descarga su c?era en vos­otros. ? obra imprudentemente, porque toda clase de c?era es prueba de insensatez; pero vosotros no os deb?s formar de ? un juicio equivocado.

Cuando se?s disc?ulos del Maestro, podr?s poner siempre a tono la pureza de vuestros pen­samientos compar?dolos con los Suyos. Porque el disc?ulo es uno con su Maestro, y debe pro­curar fundir su pensamiento con el Suyo y ver si coinciden. Si no est? a tono, su pensamiento no es recto, y debe variarlo inmediatamente, porque los pensamientos del Maestro son per­fectos, puesto que ? lo sabe todo. Los que to­dav? no han sido aceptados por ?, no pueden hacerlo del todo; pero pueden ayudarse mucho deteni?dose a pensar a menudo: "¿Qu?pen­sar? el Maestro en estas circunstancias?" "¿Qu?har? o qu?dir? el Maestro acerca de esto?" Porque no deb?s nunca hacer, decir o pensar lo que no pod?s imaginar al Maestro haci?do­lo, dici?dolo o pens?dolo. Aun al relatar hab?s de ser ver?icos, exactos y sin exageraci?.

Nunca atribuy?s intenciones a otro; tan s?o su Maestro conoce sus pensamientos, y ? puede estar obrando por razones de que no ten?s idea. Si o? que dicen algo en contra de alguna per­sona, no lo repit?s; podr? no ser verdad, y aun cuando lo fuese, es caritativo callar. Pensad bien antes de hablar, no sea que incurr?s en inexactitudes.

Sed ver?icos en la acci?; jam? pretend?s ser otro del que sois, porque toda pretensi? sirve de impedimento a la pura luz de verdad que debe brillar a trav? de vosotros como la luz del sol brilla a trav? de un di?ano cristal. Deb?s distinguir entre el ego?mo y el desin­ter?; porque el ego?mo se presenta bajo mu­chas formas, y cuando cre?s que al fin lo hab?s destruido en algunos de sus aspectos, surge en otro tan fuerte como siempre. Pero gradualmen­te os ir?animando tan por completo el pensa­miento de ayudar a los dem?, que no habr?lu­gar ni tiempo para pensar en vosotros mismos. Tambi? deb?s distinguir en otro sentido. Aprended a reconocer a Dios en todos los seres y en todas las cosas, prescindiendo del mal que puedan presentar en la superficie. Pod?s ayu­dar a vuestros hermanos por medio de lo que te­n?s de com? con ellos, esto es, la Vida Divina. Aprended a despertarla y a vivificarla en ellos, as?los salvar?s de lo falso.

II

Hay muchos individuos para quienes la cuali­dad "CARENCIA DE DESEOS" es verdaderamente di­f?il, porque sienten que sus deseos son ellos mis­mos, y que si desechan sus deseos peculiares, sus gustos y disgustos, dejar?de existir su yo. Pero esto les sucede tan s?o a quienes no han visto al Maestro. A la luz de su Santa Presencia se extinguen todos los deseos, menos el de igua­larse a ?. Sin embargo, antes que goc?s, de la felicidad de encontraros frente a frente con ?, podr?s alcanzar, si quer?s, la "Carencia de deseos". El Discernimiento os ha mostrado ya que las cosas que los hombres m? desean, como la ri­queza y el poder, no tienen valor alguno. Cuando esto no se dice tan s?o, sino que se siente en ver­dad, cesa todo deseo de ellos.

As?pues, todo eso es sencillo; s?o se requiere que lo comprend?s. Pero hay algunos que cesan de perseguir los bienes terrenales, con el fin de ganar el cielo o alcanzar la liberaci? personal del renacimiento; no deb?s caer en este error. Si hab?s olvidado al yo, no pod?s pensar en la hora en que este yo sea libre o qu?clase de cielo tendr? Recordad que todo deseo ego?ta ata, por elevado que sea su objeto, y en tanto no os ha­y?s librado de ? no estar?s enteramente pre­parados para dedicaros a la labor del Maestro. Cuando desaparezcan todos los deseos que se refieren al yo, todav? puede existir el deseo de ver los resultados de vuestra obra. Si ayud?s a alguien, querr?s ver en cu?to lo hab?s ayuda­do; aun tal vez quer?s que aquel a quien hab?s ayudado, tambi? lo vea y os lo agradezca. Esto es todav? deseo, y, adem?, falta de confianza.

Cuando hac?s todo el esfuerzo que pod?s pa­ra ayudar, debe dar un resultado, tanto si po­d?s verlo como si no; si reconoc?s la manera de obrar de la Ley, sab?s que esto es as? Por esto deb?s obrar rectamente por amor a lo recto, no con esperanza de recompensa; deb?s trabajar por amor al trabajo, no por la esperanza de ver el resultado; deb?s entregaros al servicio del mundo, porque lo am?s y no pod?s dejar de en­tregaros a ?.

No dese?s poderes ps?uicos; ya vendr? cuando el Maestro comprenda que deb?s tener­los. Adem?, es esforzarse en adquirirlos trae consigo, muy a menudo, gran perturbaci?; fre­cuentemente, a su poseedor le descarr?n los fa­laces esp?itus de la naturaleza, o se envanece y cree que ? no puede caer en error; y el tiempo y el esfuerzo que emplea para alcanzar estos po­deres podr? emplearlos, de cualquier otro modo, en trabajar para los dem?. Los poderes vendr? en el curso del desarrollo; deben venir; y si el Maestro ve que es ?il que los teng?s antes, os ense?r?a desarrollarlos sin peligro. Hasta en­tonces, estar?s mejor sin ellos.

Adem?, deb?s precaveros de ciertos peque?os deseos que son comunes en la vida diaria. No des?s jam? brillar o parecer superior en nin­g? sentido; no habl?s mucho. Es mejor hablar poco; es mejor todav? callar, hasta que est?s seguros de que lo que vais a decir es VERDADERO, BUENO y PUEDE AYUDAR A OTROS. Antes de hablar, pensad cuidadosamente si lo que vais a decir posee estas tres cualidades; si no es as? no lo dig?s.

Lo mejor es acostumbrarse desde el primer momento a pensar cuidadsamente antes de ha­blar, porque cuando alcanc?s la Iniciaci? de­b?s fijaros en cada palabra, no sea que dig?s lo que no debe decirse. Mucha habladur? vulgar es insensata y vana; cuando es chismosa, es ma­ligna. As? acostumbraos a escuchar, mejor que a hablar, no expong?s opiniones, a menos que os las pidan directamente. En resumen; las cua­lidades son: saber o?, querer y callar; y la ?ti­ma es la m? ardua de todas.

Otro com? deseo que deb?s reprimir severa­mente es el de inmiscuiros en los asuntos de los dem?. Lo que otro haga o diga o crea, no es co­sa vuestra, y deb?s aprender a dejarlo comple­tamente solo. ? tiene perfecto derecho al pen­samiento, palabra y acci? libres, mientras no se meta con otro. As?como vosotros reclam?s la libertad de hacer lo m? conveniente, deb?s con­cederle la misma libertad, y cuando la usufruc­t? no ten?s ning? derecho a ocuparos de ?.

Si pens?s que obra equivocadamente, y pod?s hallar oportunidad de decirle privadamente y con la mayor delicadeza vuestra opini?, es posi­ble que lo convenz?s; pero hay muchos casos en que, aun de esta manera, la intervenci? ser? impropia. Nunca deb?s hablar a una tercera per­sona acerca del asunto, porque ?ta es una ac­ci? muy baja. Si veis un caso de crueldad contra un ni? o un animal, vuestro deber es defenderlos. Si está­is encargado de instruir a otra persona, es vues­tro deber reprender afectuosamente sus faltas. Excepto en semejantes casos, ocupaos de vues­tros propios asuntos y ejercitad la virtud del silencio.

III

Las seis reglas de conducta que particular­mente se requieren, las da el Maestro en este orden:

1?Dominio de la mente.

2?Dominio de la acci?.

3?Tolerancia.

4?Alegr?.

5?Aspiraci? ?ica.

6?Confianza.

S?que algunas de estas cualidades se han de­nominado diferentemente, pero yo hago uso de los nombres que el Maestro mismo les daba al explic?melas. 1?dominio de la mente. ?La cualidad "Ca­rencia de deseos" nos demuestra que debemos dominar el cuerpo astral; esta otra significa lo mismo con relaci? al cuerpo mental. Ello impli­ca dominio del temperamento, de suerte que no pod?s sentir c?era o impaciencia; dominio de la mente, de modo que pod?s sosegar y tran­quilizar el pensamiento y, por medio de la men­te, dominio del sistema nervioso, a fin de que se excite lo menos posible.

Esto ?timo es dif?il, porque cuando os pre­par?s para entrar en el Sendero, no pod?s evi­tar que vuestro cuerpo se haga m? sensitivo, y as?los nervios son perturbados por cualquier choque o sonido, y sienten agudamente cualquier presi?; mas deb?s hacer lo posible por evitarlo.

Mente tranquila significa tambi? valor para arrastrar sin temor las pruebas y dificultades del Sendero; significa adem? firmeza para con­siderar serenamente cuanto os acontezca en la vida cotidiana, y evitar el incesante tedio e in­quietud que dimanen de ciertos pormenores de la vida, en los que muchos malgastan la mayor parte del tiempo. El Maestro ense? que a un hombre no le debe importar lo m? m?imo cuan­to provenga del exterior: tristezas, disgustos, en­fermedades, p?didas; todo esto nada debe sig­nificar para ?, ni ha de permitir que perturbe la calma de su mente. Estas cosas son resultado de pasadas acciones, y cuando sobrevengan, de­b?s soportarlas con calma, recordando que todo mal es transitorio, y que vuestro deber es permanecer siempre contentos y serenos. Aque­llo pertenece a vuestras vidas anteriores, no a ?ta; no pod?s alterarlo, y, as?es in?il preocu­paros por ello. Pensad, mejor, lo que hac?s aho­ra, lo cual determinar?los acontecimientos de vuestra pr?ima vida, pues esto pod?s modi­ficarlo.

No ced?s jam? a la tristeza ni a la depresi?. La depresi? es un mal, porque contamina a otros y torna sus vidas m? penosas, a lo cual no ten?s derecho alguno. Por esta raz?, si alguna vez os acometen, desechadlas para siempre.

Aun en otro sentido deb?s dominar vuestro pensamiento; no le permit?s errar a la ventura. Fijad la atenci? en lo que est?s haciendo, sea lo que fuere, para que lo hag?s con toda la per­fecci? posible; no acostumbr?s vuestra mente a la vagancia; antes bien conservad buenos pen­samientos siempre en su fondo, dispuestos a surgir en el momento en que ella est?libre. Emplead todos los d?s el poder de vuestro pensamiento en buenos prop?itos; convert?s en un poder que trabaje de acuerdo con la evolu­ci?. Pensad cada d? en alguno de quien sep?s que est?triste, que sufre o que necesita ayuda, y enviadle pensamientos de amor.

Apartad vuestra mente del orgullo, porque el orgullo es hijo de la ignorancia. El ignorante cree ser grande, cree que ha hecho esta o aque­lla gran cosa; el sabio sabe que tan s?o Dios es grande y que s?o ? es el hacedor de todas las cosas buenas y perfectas. 2a dominio de la acci?. ?Si vuestra men­te es tal como debe ser, se perturbar?muy poco con vuestra acci?. Recordad que para ayudar a la Humanidad, el pensamiento debe conver­tirse en acci?.

En esta labor no caben tibiezas, sino una cons­tante actividad. Pero deb?s cumplir vuestro propio deber, no el de los dem?, a no ser con su permiso y con el fin de ayudarlos. Dejad que ca­da cual cumpla su propio deber, a su modo pe­culiar; estad siempre dispuestos a ofrecer vues­tro apoyo cuando sea necesario, pero nunca os entromet?s. Porque, para algunas personas, la cosa m? dif?il del mundo es aprender a cum­plir sus propios deberes, y precisamente esto es lo que vosotros deb?s hacer.

Aunque trat?s de realizar una labor m? ele­vada, no por ello deb?s olvidar vuestros deberes ordinarios, pues hasta que ?tos no queden satis­fechos, no estar?s en libertad para prestar otros servicios. No os compromet?s a nuevos deberes mundanos; mas deb?s cumplir perfectamente aquellos de que est?s encargados, esto es, todos aquellos deberes que reconozc?s como eviden­tes y razonables, no deberes imaginarios que otros traten de imponeros. Si quer?s servirles a Ellos, deb?s cumplir vuestros deberes ordina­rios mejor y no peor que los dem?; porque ha­ciendo esto tambi? Les serv?.

3?tolerancia.—Deb?s sentir perfecta to­lerancia hacia todos y un sincero inter? por las creencias de los que profesan otras religiones, tanto como por la que profes?s. Porque la religi? de los otros es un sendero que conduce a lo m? elevado, lo mismo que la vuestra. Para ayudar a todos, deb?s comprenderlos.

Mas, para alcanzar esta perfecta tolerancia, deb?s libraros antes del fanatismo y de la superstici?. Deb?s saber que no hay ceremonias necesarias; de otro modo es considerar?is algo mejores que los que no las practican. Sin em­bargo, no deb?s vituperar a los que aun las ne­cesitan. Dejadles hacer su voluntad; pero ellos no deben meterse con vosotros, que sab?s la ver­dad, ni deben tratar de imponeros aquello que hab?s trascendido. Sed indulgentes y bondado­sos en todo.

Ahora que vuestros ojos est? abiertos, quiz? os parezcan absurdas algunas de vuestras anti­guas creencias y ceremonias; tal vez lo sean en realidad. Pero, aunque ya no tom?s parte en ellas, respetadlas por consideraci? a aquellas buenas almas para quienes todav? tienen impor­tancia. Ellas tienen su lugar y su utilidad, como la falsilla le sirve a un ni? para escribir dere­cho, hasta que aprende a escribir mejor y con mayor igualdad sin ella. Hubo un tiempo en que las necesitasteis, pero ya pas?aquel tiempo. Un gran instructor dijo: "Cuando yo era ni?, hablaba, comprend? y pensaba como ni?; pero ya hombre, di de lado las ni?r?s." Quien haya olvidado su infancia y perdido la simpat? por los ni?s no puede ense?rles ni ayudarles. As? sed bondadosos, amables, tole­rantes con todos los hombres sin distinci?, sean buddhistas o indos, jainas o jud?s, cristianos o musulmanes.

4?alegra.—Deb?s sobrellevar alegremen­te vuestro karma, cualquiera que sea, aceptando como un honor que el sufrimiento caiga sobre vosotros, porque esto demuestra que los Se?res del Karma os consideran dignos de ayuda. Por muy penoso que resulte, agradeced que no sea peor. Recordad que podr?s servir muy poco pa­ra la labor del Maestro, mientras vuestro mal karma no se extinga y qued?s libres. Al ofrece­ros a ?, hab?s pedido que se acelerase vuestro karma, y as? en una o dos vidas har?s lo que de otro modo hubierais debido hacer en cientos. Pero a fin de obtener el mejor resultado, deb?s sobre­llevarlo alegremente.

Todav? hay otro aspecto. Deb?s desechar to­da idea de posesi?. El Karma puede arrebataros las cosas que m? quer?s y hasta a las per­sonas que m? am?s. Aun entonces deb?s per­manecer alegres, dispuestos a separaros de todo. A menudo el Maestro necesita verter Su fuerza sobre otros por medio de Su disc?ulo e incondi­cional servidor; y si ?te cayese en la depresi? no podr? ? realizarlo. As? la alegr? debe ser vuestra norma.

5?aspiraci? ?ica.—El objetivo que de­b?s tener a la vista es realizar la obra del Maestro. No deb?s jam? olvidarla, cualesquiera que sean las ocupaciones que os salgan al paso, y ninguna otra labor puede interponerse en vuestro camino, porque toda la que sea fecunda y desin­teresada es labor del Maestro, y deb?s ejecutar­la por amor a ?. Adem?, deb?s poner toda vuestra atenci? en cada parte de la misma, pa­ra que la hag?s lo m? perfecta posible. El mis­mo Instructor dijo tambi?: "Sea lo que fuere que hag?s, hacedlo de coraz?, como para el Se?r y no para los hombres. Pensad c?o eje­cutar?is una obra si supieseis que el Maestro ha de venir a verla; as?deb?s realizar toda labor." Los m? conscientes sabr? mejor lo que este vers?ulo significa. Y hay otro semejante y mu­cho m? antiguo: "Esfu?zate tanto como puedas en cumplir cualquier cosa que se te presente."

Aspiraci? ?ica significa tambi? que nada deber?jam? desviaros, ni siquiera por un momento, del sendero en que hab?s entrado. Ni tentaciones, ni placeres terrenales, ni mundanos afectos deber? nunca apartaros de ?. Porque vosotros mismos deb?s identificaros con el Sen­dero, el cual ha de formar parte de vuestra natulareza, de tal modo que lo sig?s sin necesidad de pensar en ? ni en la posibilidad de abando­narlo. Vosotros, la M?ada, lo hab?s decidido; desprenderos de ? equivaldr? a desprenderos de vosotros mismos. 6?confianza.—Deb?s confiar en vuestro Maestro; deb?s confiar en vosotros mismos. Si ya hab?s visto al Maestro, confiar?s del todo en ? a trav? de vidas y muertes. Si a? no Lo hab?s visto, deb?s tratar de imagin?oslo y confiar en ?, porque si no lo hici?eis, no podr?? ayudaros. Sin completa confianza no puede establecerse la perfecta corriente de amor y de poder.

Deb?s tener confianza en vosotros mismos. ¿Dec? que os conoc?s bien a vosotros mismos? Si tal cre?s, no os conoc?s; tan s?o conoc?s la d?il corteza externa que con frecuencia cae en el cieno. Vosotros, vuestro Yo real, es una chispa del propio Fuego Divino; y como Dios, que es omnipotente, est?en vosotros, nada hay que no pod?s hacer si quer?s. Dec?s: "Lo que hizo un hombre, otro hombre puede hacerlo. Yo soy un ser humano, m? a?, soy Dios en el hombre: puedo y quiero hacerlo." Porque vuestra volun­tad debe ser cual acero templado, si quer?s ha­llar el Sendero.

IV

El Amor es la cualidad m? importante, por­que cuando es bastante fuerte en un hombre, lo estimula a revestirse de todas las dem?, que sin ella nunca ser?n suficientes. Suele definirse el amor como un intenso deseo de uni? con Dios y de liberaci? de la rueda de nacimientos y muertes. Pero este concepto del amor suena a ego?ta e implica s?o una parte de su significa­do. El amor es m? que deseo; es voluntad, reso­luci?, determinaci?. Para producir este resul­tado, la resoluci? debe llenar vuestra natura­leza entera, hasta el punto de no dejar lugar para ning? otro sentimiento. Es, sin duda, la volun­tad de ser uno con Dios, no para escapar del su­frimiento y de la fatiga, sino a fin de que, en ra­z? de vuestro amor profundo hacia ?, pod?s obrar con ? y como ? obra... Pues siendo Dios Amor, si quer?s llegar a ser uno con ?, deb?s tambi? estar pose?os de amor y perfecto al­truismo.

En la vida diaria, esto significa dos cosas: pri­mera, que procur?s cuidadosamente no causar da? a ning? ser viviente; segunda, que siem­pre est?s alerta por si se presenta la oportunidad de ayudar. Primero, no da?r. Hay tres pecados que causan en el mundo mayores males que todos los dem?: maledicencia, crueldad y superstici?, porque son pecados contra el amor. Si el hombre quiere henchir su coraz? de amor divino, ha de vigilarlos y combatirlos constantemente.

Veamos los efectos de la maledicencia: Prin­cipia con el mal pensamiento, y esto en s?mismo es ya un crimen. Porque en todas las personas y en todas las cosas existe el bien y el mal. A cualquiera de ?tos podemos prestarle fuerza, pensando en ?, y por este medio ayudar o estor­bar la evoluci?; podemos hacer la voluntad del Logos o trabajar en contra de ella. Si pens?s mal de otro, comet?s tres iniquida­des a un tiempo: 1a Llen?s el ambiente que os rodea de malos pensamientos en vez de buenos, y as?aument?s las tristezas del mundo.

2a Si en el ser en quien pens?s existe el mal que le atribu?, lo vigoriz?s y aliment?s; y as? hac?s peor a vuestro hermano en vez de hacerlo mejor. Pero, si generalmente el mal no existe en ? y tan s?o lo hab?s imaginado, entonces vuestro maligno pensamiento tienta a vuestro hermano y lo induce a obrar mal, porque, si no es todav? perfecto, pod?s convertirlo en aque­llo que de ? hab?s pensado.

3a Nutr? vuestra propia mente de malos en vez de buenos pensamientos, y as?imped? vuestro propio desarrollo y os hac?s, a los ojos de quienes pueden ver, un objeto feo y repulsivo, en vez de bello y amable.

No contento con hacerse todo este da? y ha­cerlo a su v?tima, el maldiciente procura con to­das sus fuerzas que los dem? participen de su crimen. Les expone con vehemencia su chisme, con la esperanza de que lo crean, y entonces los convencidos cooperan con ?, enviando malos pensamientos al pobre paciente. Y esto contin? d? tras d?, y no lo hace s?o una persona, sino miles. ¿Veis ahora cu? bajo, cu? terrible es este pecado? Procurad evitarlo en absoluto. No habl?s jam? mal de nadie; negaos a escuchar a quien os hable mal de otro, y decidle, afectuo­samente: "Tal vez eso no sea verdad, y, aunque lo fuese, es mejor no hablar de ello". En cuanto a la crueldad, ?ta es de dos clases: intencionada y sin intenci?.

La crueldad intencionada consiste en causar, de prop?ito, dolor a otros seres vivientes, y ?te es el pecado m? grave de todos: obra de diablo m? bien que de hombre. Dir?s que ning? hom­bre puede hacer una cosa semejante; pero preci­samente los hombres la han hecho muy a menu­do y a? la est? haciendo cada d?. Los inquisi­dores la practicaron, y tambi? muchas gentes religiosas en nombre de su religi?; los vivisectores, as?como habitualmente algunos maestros de escuela. Todas estas personas tratan de ex­cusar su brutalidad con la costumbre; pero un crimen no deja de serlo porque muchos hombres lo cometan. Karma no tiene en cuenta las cos­tumbres; y el karma de la crueldad es el m? terrible. En la India, al menos, no puede haber excusa para tales costumbres, porque todos co­nocen el deber de no acusar mal a nadie. El des­tino de los crueles cae tambi? sobre aquellos que se dedican intencionadamente a matar a las criaturas de Dios, y llaman a esto deporte.

Ya s?que tales cosas no las efectu?s vosotros, y por amor de Dios hablar?s claramente contra ellas cuando la oportunidad se os presente. Pero tambi? hay crueldad en las palabras como en los actos, y una persona que diga una palabra con intenci? de herir a otra es culpable de este crimen. Esto tampoco lo har?s vosotros; pero algunas veces una palabra dicha al descuido ha­ce tanto da? como una maliciosa. As?pues, de­b?s estar siempre en guardia contra la crueldad no intencionada.

En general, ello procede de la irreflexi?. Hay hombres tan pose?os de la ambici? y de la ava­ricia, que ni siquiera se dan cuenta del sufri­miento que causan a los dem? pag?doles poco, o haciendo pasar hambre a su mujer e hijos Otros, pensando tan s?o en su codicia, se preocupan poco de los cuerpos y de las almas, a quie­nes arruinan por satisfacerla. Para librarse de unos cuantos minutos de molestia, un hombre deja de pagar a sus obreros el d? que les corres­ponde, sin acordarse de las dificultades que este hecho les reporta. ¡Tanto sufrimiento se causa por descuido, por olvidar c?o una acci? ha de afectar a los dem?!... Pero Karma nunca olvida, y no tiene en cuenta que los hombres ol­viden los hechos.

Si dese?s entrar en el Sendero, deb?s pensar en las consecuencias de vuestros actos, para que no se?s culpables de crueldad irreflexiva. La superstici? es otro mal tremendo, que ha causado grandes y terribles crueldades. Las per­sonas esclavas de ella menosprecian a las que saben m?, y tratan de obligarlas a hacer lo que ellas hacen. Pensad en la horrorosa matanza debida a la superstici? de sacrificar a los animales y al todav? m? terrible prejuicio de que el hombre necesita alimentarse de carnes. Pensad en el trato a que la superstici? ha dado motivo con respecto a las clases oprimidas en nuestra amada India, y ved c?o esta mala tendencia puede engendrar una despiadada inconsideraci?, aun entre los que conocen el deber de fraternidad. Los hombres han cometido muchos cr?enes en nombre del Dios de Amor, movidos por la pesadilla de la superstici?; cuidad mucho de que no quede en vosotros ni el m? leve vestigio de ella.

Deb?s evitar estos tres grandes delitos, por­que son fatales a todo progreso, por ser pecados contra el amor. Pero no tan s?o est?s obligados a refrenaros de este modo ante el mal, sino que hab?s de ser activos para el bien. El intenso de­seo de servir ha de llegar al m?imo, hasta el punto de estar siempre a la mira para aplicarlo alrededor de vosotros no tan s?o a las personas, sino a los animales y a las plantas. Deb?s pres­tar vuestro servicio hasta en las peque?s cosas de la vida diaria, de modo que, acostumbr?doos a ello, no pod?s substraeros, cuando se presente la oportunidad de hacer cosas de mayor impor­tancia. Pues si dese?s llegar a ser uno con Dios, que no sea para vuestro propio beneficio, sino para convertiros en canal por donde fluya Su amor para alcanzar a vuestros semejantes. El que est?en el Sendero no vive para s?mis­mo, sino para los dem?; se olvida de ? para po­der servirlos. Es a manera de pluma en manos de Dios, por la que fluye Su pensamiento y tiene expresi? aqu?abajo, lo que no podr? suceder sin ella. Es a manera de un canal de fuego vi­viente que derrama sobre el mundo el Divino Amor que llena su coraz?.

La sabidur? que os capacita para ayudar, la voluntad que dirige la sabidur?, el amor que inspira la voluntad, ?tas son vuestras cualidades.

Voluntad, Sabidur? y Amor son los tres as­pectos del Logos; y vosotros, que dese?s alistaros para servirlo, deb?s, hacer gala de ellos en el mundo.

Quien la palabra del Maestro anhele, De Sus mandatos p?gase en escucha Entre el fragor de la terrena lucha, Y la escondida Luz atento cele.

Sobre el inquieto y mundanal gent?, Del Maestro atisbe la se?l m? leve, Y oiga el susurro que Su voz eleve Del mundo entre el rugiente griter?.

3.- Ruben Dario Lora Morgan CMLP XVII 1960-62 "Oracion a San Judas"

ORACION PARA EL TRABAJO

San Judas Tadeo, intercesor en todo problema dif?il, cons?ueme un trabajo en que me realice como humano y que a mi familia no le falte lo suficiente en ning? aspecto de la vida. Que lo conserve a pesar de las circunstancias y personas adversas. Que en el progrese mejorando siempre mi calidad y gozando de salud y fuerzas. Y que d? a d? trate de ser ?il a cuantos me rodean. Asocio tu intercesi? a la Sagrada Familia, de la cual eres pariente y prometo difundir tu Devoci? como expresi? de mi gratitud a tus favores. Amen

Cuando te encuentres en una situaci? dif?il por enfermedad, problemas econ?icos o morales, debo decirte que San Judas Tadeo te acompa? siempre en cualquier situaci?, por dif?il que sea.

Nada deber?evitar que esta carta de la vuelta al mundo de sus devotos. SAN JUDAS TADEO te pide que env?s 20 copias a diferentes personas y veras que a los TRECE d?s recibir? una sorpresa de gratitud por el hecho de enviarla. Esta cadena la env? un Padre de California y por ninguna raz? deber? borrarla. Antes de los TRECE (13) d?s recibir? una sorpresa. EMPIEZA A CONTAR LOS DIAS!