CONFESIONES DE UN CEROTE.
Por: David Romero Ellner.
"...Como
buen oportunista, conoce la irresistible gravitación de la cobardía; sabe que
en todos los momentos políticos de la masa, es la audacia el decisivo
denominador de todo calculo.”
Stefan
Zweig. (FOUCHE).
Creo como confesor que no podría denominarme de otra
manera; toda mi vida he sido un cerote
que rezuma por doquier hedor a mierda y acre repugnancia. Podrán sentir extraño
que sea yo mismo quien lo diga, pero hasta los detritus como este su confesor,
con todo lo sucio y hecho verga que tengamos la consciencia, al rato sentimos
la necesidad de vomitar lo basura, lo vendido, lo pérfido y lo hijueputa que uno
ha sido y con lo que ha ensuciado este planeta, indigno de sabandijas como yo.
Mis chanchadas comenzaron cuando fui
reclutado para militar en el Partido Comunista de Honduras (PCH), allá por
1976. Desde ese momento empecé a informar a la policía sobre las actividades de
los revolucionarios de noroccidente y a mostrarme interesado en la cuestión de
echar a andar la línea general política definida por el Comité Central; con
ello gané la simpatía de algunos pendejos del Buró costeño por lo que
recomendaron mandarme a estudiar marxismo a una de las escuelas de cuadros en
Moscú. Hubo quienes no estuvieron de acuerdo con que fuera yo pues detectaban
mi doble juego de jura y de "compañero", recuerdo que entre ellos
figuraban Herminio Deras, Guadalupe López y Dago Padilla, pero aun contra su
voluntad me fui a la URSS y me sirvió de mucho, puesto que allí establecí
contacto con Diógenes Maradiaga (infiltrado como yo), con quien coordinamos en
forma posterior.
A nuestro regreso seguimos en el PCH, entre 1977 y
1979, es en este último año cuando entramos a servir de informantes ya no al
DIN sino que a la primera unidad de inteligencia y exterminio conocida
como "El Grupo De Los 10",
constituida por el entonces Coronel Gustavo Álvarez Martínez y verdadero
antecesor del Batallón 3-16. Allí hicimos por vez primera la ubicación de todos
los comunistas, CLASIFICÁNDOLOS de acuerdo a su peligrosidad (inclinación y
disposición a la lucha armada). En esta coyuntura reclutamos la cantidad de 12
espías en todo el país. Eran arribistas sin principios y amantes del pisto que
veían en el PCH la oportunidad de llegar al cucurucho de esta u la otra
organización o pendejos muertos de hambre cuya meta era irse a estudiar a
Rusia. Así llegamos a tener informantes en Moscú, Praga, Sofía, Berlín y hasta
en la misma Habana tan impenetrable.
Venia saliendo de la PC Tomas Nativí, lugar donde lo
encerraron sólo por el hecho de haberse encontrado en la fabrica Bemis Handal
mientras se quemaba producto de un turco-circuito; por esos días recibí la
línea de “pegármele" y ganarle su confianza. Estaba caliente el pijeo en
el "paco" porque una buena mayoría estaba influida por la Rev.
Sandinista pero estaban bajo el mando de cuatro viejos pendejos que querían
vivir discurseando toda la vida. Tomás, que había aguantado pija junto a otros
gallones de garras de aquel hijueputa de Margarito Amaya, decidió armar tienda
aparte con los gritones incómodos y fundó la Unión Revolucionaria del Pueblo
(URP) como movimiento de masas y el Movimiento Popular de Liberación
"Cinchoneros" (MPL-C) como brazo armado. Para esta fase recibí junto
a Diógenes Maradiaga, Efraín Duarte, Gustavo Irìas, Ricardo Castillo, Gustavo
García España y otros pendejos un curso avanzadísimo de tácticas modernas de
infiltración que impartían los argentinos y que cualquiera puede conocer si lee
el libro de Bonasso conocido como "Recuerdo de la Muerte", que un día
de estos les voy a empezar a leer en mi programa "Comiendo de la
Noticia" que se transmite por radio América de lunes a viernes desde la
1:30 p.m. Esto fue lo único que encontré después de la guerra fría.
Bueno, regresando a la historia, les digo que por ese
tiempo estudiaba yo en el IDA y organizamos el Movimiento de Izquierda
Revolucionaria (MIR), por lo que de inmediato me gané la confianza de la
estructura mayor de la URP. Así participé en diversas actividades, siendo una
de las mas importantes la toma de la sede de la OEA, recuperaciones de dinero y
de armas y hasta en ajusticiamientos de compas que no estaban claros. Recuerdan
el asesinato de un compa en Quimistan, Santa Bárbara, yo casi lo confesé en el
periódico del turco-presidente, no se porque nunca me citaron estos jueces.
¡Que suerte la mía que estoy yo vivo!.
En esas estaba cuando de la jefatura del grupo de los 10 recibí la orden
de entregar a Tomás y a Fidel Martínez. Sabiendo que no era fácil, puesto que
esos hombres fueron y serán parte de los mejores revolucionarios de esta
Honduras mancillada, tuve que simular un secuestro en el que Tomás se llevó la
peor parte, esto ocurrió de regalo de navidad, allá por el 23 de diciembre de
1980. Yo me cagué. Después de aguantar una buena torturada, me sacan y me van a
botar a la carretera del norte. Cuando me lanzan de la paila y caigo al
pedregoso suelo, escucho el clásico chasquido del muelle de una escuadra y el
chirriar del chifle. Siento que ya no les soy útil, Que me van a matar! Suena
un bombazo y borbollante se me escapa la sangre de la nalga derecha, me arde el
culo. Son los momentos mas jodidos de mi vida, los mas largos y tortuosos. Días
después me abordó mi enlace, explicándome para mi tranquilidad que parte de la
táctica de infiltración es lo patético y real. Así debo yo sufrir también las
torturas, el dolor, la angustia. Con ello pruebo mi levadura de Judas. Todo sea
por el pisto, digo yo.
En mayo de 1981, rearfirmada la confianza que los
compas me tienen, logro ubicar la casa
donde se refugia Tomás, a los 20 días del mes entrego mi memorándum de
inteligencia y un informe en el que explico que la organización me quiere
enviar a México a realizar trabajo político al frente internacional. Mi enlace
del grupo de los 10 me dice que le diga a los compas que me anda la jura de
cerca, que voy a hacer un viaje a México para perderme un tiempo; así logro
salir del país pero todavía no entendía por que el grupo de los 10 tomaba esa
decisión. Me sentía como chafa purgado. Todavía padecía la goma de la primera
cucuruca que me puse con tequila cuando leí en el diario El Día que la noche
del 10 de junio habían secuestrado a Tomás y a Fidel. Aquí cuelgo los tenis, ya
no quiero seguir en la organización como un infiltrado, la Jura me entiende. Me
le cuadro a la organización y me retiro.
¿Que cual fue mi premio? Mi amigo personal. El
turco-presidente, en aquel momento le lustraba las puchucas a ROSUCO como
ministro de la presidencia y él le ordenó a aquel loco y ladrón del turco- ministro de SECOPT, Carlos Handal,
que me pusiera de paracaidista en la planillas. En 1983, me matriculo en la
Escuela de Periodismo; para ese entonces vuelvo a colaborar con la jura como
oreja infiltrado en el Movimiento Ramón Amaya Amador. Fue por esos días que me
empecé a meter a rollos y a comprender el valor de la lengua cuando se pone al
servicio del mejor postor.
Creo que fue en esos días cuando verdaderamente se
fundó "Viviendo de la Noticia" que años mas tarde, al encontrar al compinche
Eduardo Mal Donado, ustedes escucharían; fue allí donde supimos que trincheras
como nuestro programa sirven para hacer pisto. La táctica es fácil: agarrar de
ojo de gallo a cualquier pistudo,
especialmente funcionarios públicos o grandes empresarios, joderles la vida por
la radio hasta que pidan cacao; después vienen las negociaciones. Nunca
aceptamos cheques, solo efectivo, pues de los contrario nos pueden pillar, y ya
nos asustó Mario Maldonado cuando casi nos mete al mamo, de no ser por la fianza
estuviéramos timando desde la PC. ¿Se acuerdan de Claramount? a este chapín con
ínfulas de insobornable le levantamos una campaña que hasta yo mismo me
asustaba. Un día el viejo no aguantó y el corazón le explotó en un infarto
terrible. Sería de encachimbado o de aguevado o a saber porqué putas, pero lo
cierto es que lo matamos. Aquí ascendimos en las calificaciones de difamadores,
tan es así que cuando alguien nos contrata aclarándonos antes que no quieren
muertos, mi compa y yo solo nos reímos. Ahora que no descartamos echarnos a
alguien un día de estos ya que la competencia "periodística" está
perra y con un muertito, bien que nos mantenemos.
Hoy, mi vida ha crecido. Ya no es aquella zozobra por
el mendrugo diario en la que tenía que rogarle a Tomás me facilitara 100
mierderos pesos (adjunto copia de solicitud) o que tenía que llegar a la
Kennedy a velarle a un compañero un par de botas "Caprissa" para
cubrir mis cascos de muellero. Hoy hago migas con Hung Pacheco, soy confidente
del Presidente y me embolso 35 mil del indio en mi cargo de regidor. Pero eso
es nada, porque lo que tiene un valor incalculable es esta lengua bífida y
nociva con fama de machaquera. ¿Quieren un example? El de mi coronel Mario Maldonado Muñoz, quien solo nos indicaba
que letrina abrir y nosotros la destapábamos aunque oliéramos. La entrada de
publicidad aumenta de 100 mil a mas y mas y mas, porque nosotros jalamos la
pita a cualquier papada, desde una huelga hasta una moción en el CongreZoo y si
es posible hasta a las verguiadas que les meten a esos chucos vendedores
ambulantes que afean mi culta capital.
El pueblo hondureño extrañado se pregunta: ¿Por qué
permiten a esos alacranes chantajistas vociferar en una radio tan prestigiosa
como la América? Bueno les voy despejar esa duda. Nosotros nos jactamos con
guebos en esta cancha porque si nos corren,
los denigramos también y de paso estoy emparentado con el dueño.
Averigüen quien es mi patrona oficial y se van dar cuenta si no me creen. Para
nosotros, los de "Viviendo de la Noticia", todos, desde MANDOFER
hasta el ultimo accionista tienen colas que se les pise y si no, tienen mujer.
Quiero dejar claro que nosotros somos los originales,
no como otros igualados, chepeones y sin ingenio que han salido con la misma
onda. Vean a Yofo Hernández (el que con cirugía plástica se quitó todos los
lunares del pescuezo y de la cara y dos verrugas del culo). Vean también a
Fredi Folgar, oreja descarado y sin estilo, que sólo para pegarle a sus mujeres
sirve. A Soriano (el de la SIA "Sidoticos Anónimos"); al lepero de
Esdras, el pisagallinas de Choluteca; al perro de Gabino Villalobos que sólo
estamos esperando que le caiga la fiscalía por sus cagadales en el consulado
donde lo mandó el guebernio de la revoluca moral. A todos estos chepeones les pido que nos aguarden, que nosotros
ya vamos para la TV.
Otro negocio colateral, pero que deja muchas
ganancias, es uno que hemos descubierto con este gobierno, el del
turco-presidente. En casi todos los "bussines" que tienen que ver con
compras de inmuebles nos hemos logrado colar de "comisionistas"; si,
así como lo leen, "comisionistas". Aquí la táctica varía un poco,
pero en esencia es lo mismo: ganar dinero sin trabajar mucho.
Conocen ustedes el edificio donde
tiene su refugio Gustavo Alfaro, aquel viejo mafioso que tiene el nombramiento
de Secretario de la Presidencia, pues nuestra historia como comisionista
empieza allí. Resulta que cuando el turco-presidente cambia la casa
presidencial también se le ocurre comprar, por su paranoia de persecución,
todos los edificios cercanos y ese fue el primero en su mira. Después de cerrar
la transacción nosotros, Eduardo "piquito" Maldonado y su servidor,
llamamos a la propietaria para solicitar nuestra comisión del 10%, que de 50
millones que costó el bendito edificio del Gabinete de la Reconstrucción
resultaba nuestro mejor movimiento hasta la fecha. Desde entonces nos hemos
profesionalizado en el asunto.
No les cuento mas porque entonces no van querer
comprar el siguiente número del torniquete. No se olviden de adquirirlo en su
siguiente edición para que así ustedes dispongan de mis memorias, no vaya a ser
que un día de estos nos reviente la madre unos de nuestros clientes.
A manera de epílogo les manifiesto que estas confesiones liberan mi psiquis y enriquecen mi karma. No voy a cambiar por ello. Aunque me siento menos mierdero no voy a claudicar ante nadie y seguiré volando verga principalmente contra aquellos hombres de izquierda que no renuncian ni ante la caída del muro y principalmente contra esos tornilleros hijos de puta que enmierdan mis desayunos y me amargan el café.