Llueven cerotes del cielo.
Se ciernen como gran mal,
atinadamente apuntan
y tienen por blanco a Juan.

Esta tormenta contínua
no pretende el escampar
pues la cajita del pisto
todos quieren asaltar.



Un lanzamiento tras otro
con fanfarria, en los hoteles,
si no, se van al mercado,
o en el parque o los burdeles.

Juana, Juanito y Juan Pueblo
huyendo van de la lluvia
no quieren jeder a mierda;
aunque se pinte de rubia.



Juanito con picardía
puyando a su padre va
advirtiendole con gracia
que cuide de su mamá

Vienen cerotes maduros,
y pinponeros también;
toros, judíos y Asfuras
y Vera que agarra el tren.



El Quesero y Pepinillo
Miguel, Toño y Anduray,
ahí viene Luz Ernestina
les dijo Juan: “Que caray!

Le huimos a estos cabrones,
ya no los quiero ni ver
con el “Bloque” estoy en lucha
¡Hoy si se van a joder!”



Volver página principal