Una Respuesta al Terrorismo

(25o Domingo Ordinario, Año C)

Igual que ustedes, estoy tratando de entender mis reacciones emocionales a lo que sucedió el 11 de setiembre. Es como despertarse en la cama de un hospital después de una operación. He estado hospitalizado solamente una vez, por una operación menor. Cuando me desperté de la anestesia, mi cabeza estaba nublada. ¿Donde estoy? ¿Que ha pasado? ¿Era un sueño? Pero ví la cicatriz y empecé a sentir el dolor. Sabía que era verdadero.

Apenas estamos dandonos cuenta de la enormidad de los eventos del día martes. Es fácil sentir enojo, el deseo de tomar represalias – contra cualquier persona. El evangelio de hoy, a pesar de ser difícil, tiene una palabra para nosotros:

Y alabó el señor al mayordomo malo por haber hecho discretamente. (Lc 16:8)

Después de los ataques terroristas, la virtud por la cual debemos orar es la discreción o prudencia. El Catecismo la define asi:

"La prudencia es la virtud que dispone la razón práctica
a discernir en toda circunstancia nuestro verdadero bien
y a elegir los medios rectos para realizarlo." (#1806)

E inmediatamente cita Proverbios 14:15: 'El hombre cauto medita sus pasos.'

La noche del día martes, hablé con una mamá joven que tiene una hija de cuatro años de edad. Cuando la niña vió las imagenes por televisión - aviones estrellandose contra edificios y estallando en llamas de fuego - ella le preguntó, "¿Mamá, falleció mi abuelito?" El no, pero mucho niños perdieron sus abuelos y papás el martes pasado. ¿Como pueden ver los videos de los edificios derrumbandose sin imaginar la muerte horrible de un ser querido?

Frente a estas atrocidades, es normal desear la venganza. El problemas es que los autores inmediatos se suicidaron. Ciertamente quisieramos capturar a los miembros de la conspiración, especialmente los que dirigieron y financiaron a los secuestradores. Todo eso es prudencia.

Pero hay personas que no solo quieren identificar y capturar a los responsables. Quieren echar la culpa también a otros. El día después del ataque estuve a una tienda local. Una señora con plena vestida de musulmana hacía sus compras. Admiré su valentía - y al mismo tiempo rezaba que nadie fuera tan cruel de hacer una acusación contra ella. Me da pena, verguenza, que alguien, aquí en Seattle, escupió a una mujer musulmana – y otros atacaron a taxistas (ni eran musulmanes) y mesquitas. Desgraciadamente, algunos ya han dirigido su rencor a personas indefensas. Pues, son blancos fáciles.

Hay algunos que quieren culpar a los que llaman “fanáticos.” Para ellos el fanático es cualquier persona que tiene creencias firmes. Ciertamente es possible abusar la religion. También se puede abusar otras cosas buenas, incluyendo la ciencia. La medicina no solamente puede curar; a veces mata. El problema no es la medicina, sino la receta equivocada – o el paciente que rechaza los consejos de un doctor prudente.

La fe religiosa, cuando está seguida correctamente, resulta en actos de generosidad y heroismo. Vimos muchos ejemplos durante estos días. El presidente Bush mencionó "un sacerdote querido que falleció dando los últimos ritos a un bombero." Se llamaba Padre Michael Judge. Era un franciscano de Irlanda; tenía 68 años. Cuando el primer avión se estrelló contra la torre, él fue inmediatamente y empezó a dar absolución a las victimas. Después de pocos minutos el edificio se derrumbó, matando al padre Judge y centenares de personas.

El franciscano irlandés se arriesgó – pero en otro sentido ejerció la prudencia más profunda, lo que Jesús nos dice hoy, escoger cual patrón vamos a servir: ¿Dios o el dios dinero? El Padre Judge escogió al Dios verdadero.

Riquezas representan no solamente el dinero, sino todo medio de control, incluyendo la venganza. Esta semana en la radio católica, un hombre llamó a la Madre Angélica. Con voz temblando, le dijo que tenía tanto rencor que la única cosa que querría era la venganza. Los que han escuchado a la Madre Angélica saben que ella no tiene pelos en la lengua. Le dijo directamente, "Si Ud. sigue este deseo, vas a jalar tu alma al infierno." El hombre prudente medita sus pasos - para poder ver donde le guian.

La venganza, la amargura puede causar no solamente la destrucción de otras personas, sino la destrucción de una alma eternal. No hay una sanación fácil para la amargura. El Reverendo Billy Graham nos dio una pista en su sermon. Probablemente no se dió cuenta que el 14 de setiembre era la Fiesta de la Santa Cruz. Sin embargo, dirigió a la gente al crucifijo en la Catedral Nacional. “La cruz nos dice que Dios comprende el pecado y el sufrimiento – porque El los asumió en la Persona de Jesucristo. Desde la cruz, Dios declara al hombre, ‘te amo. Conozco tus dolores y sufrimientos y pena. Pero te amo.’”

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Versión Inglés

  • Fotos de la Ordenación del Diácono Armando Perez (Parroquia de la Sagrada Familia, Seattle; 15 de julio de 2001)

    Boletín (San Lorenzo Ruiz)

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    De los Archivos (Homilía para Domingo Veinticinco - Año C):

    2007: Lo Mejor de una Situacion Dificil
    2004: ¿Es Ingenuo el Papa?
    2001: Una Respuesta al Terrorismo

    Otras Homilias

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