Acepto La Culpa

(Homilía para El Segundo Domingo Ordinario, Año A)

Cuando el Bautizador vió a Jesús, exclamó, "Este es el Cordero de Dios."

He preguntado a jóvenes si están enterados quien es el Cordero de Dios. Generalmente no saben. A pesar de siempre usar las palabras en la misa - incluyendo cuatro veces antes de la comunión - no se dan cuenta de su significado.

Para ayudarles, les pregunto si saben que es un cordero. Han escuchado de él, pero no están seguros. Explico que es un animal menor que tiene carne rica y que da lana que se puede usar para hacer ropa y cobijas. Ah, sí, dicen, es como una oveja. Exactamente - el cordero es una oveja joven.

Mi experiencia con estudiantes - y adultos - me ha enseñado que no podemos asumir mucho cuando hablamos sobre la Biblia. Una palabra importante en ella es "cordero." Además de ser útil para su carne y lana, él representa mansedumbre, pureza e inocencia. (ver Jer 11:19; Is 11:6, 53:7, etc.) Quizás a causa de esas cualidades, los israelitas pusieron, simbólicamente, sus pecados sobre el animal y lo ofrecieron como sacrificio. En su fiesta mayor, la Pascua, seleccionaron un cordero macho que mataron, cocinaron y comieron en memoria de la salida de esclavitud en Egipto.

Entonces, cuando Juan saludó a su primo como el Cordero de Dios, estaba diciendo mucho. Jesús a nosotros viene humilde e inocente, como corderito, y se permite ser matado para quitar nuestras maldades. Y luego viene a ser comida para nosotros.

A algunos no les gusta representar a Jesús como cordero. Preferieron un animal de majestad, por ejemplo, el león. Verdad, Jesús es el León de Juda (Rev. 5:5) a quien debemos tener una reverencia saludable. No obstante, Jesús mismo prefiere la designación de cordero. ¿Por que? Por el mismo motivo que, hace unas semanas, vino a nosotros como bebito. No quiere que nadie tenga miedo de acercarse a Dios.

Muchos no vienen a Dios porque llevan un cargo de culpabilidad. Dicen que si entran en la iglesia, el techo caerá. Pues, el templo de Sagrada Familia ha estado aquí ya casi cincuenta años y les aseguro que personas más miserables que Ud. han pasado por las puertas. Nuestro techo está goteando, pero todavía no ha caido.

No permitir que su verguenza crea un abismo cada vez más grande entre tí y Jesús. El desea hacer algo increible para tí - tomar tu pena sobre sus propios hombros.

Todos hemos tenido la experiencia de ser acusados por algo que no hicimos. A veces - si la acusación nos parece ridícula - podemos reirnos. Pero en la mayoría de los casos nos causa tristeza, aun furia. A pesar de nuestras tendencias naturales, en ocasiones raras, podemos dejarlo pasar porque queremos que la otra persona no sea avergonzada. Por un cierto cariño tragamos nuestro propio orgullo. Jesús quiere hacerlo por toda alma. Dice algo que sería difícil para mí y para tí, "Yo acepto la culpa." No lo hace por ser indulgente o masoquista, sino porque sabe que es nuestra única esperanza. Es el Cordero de Dios que tomo la verguenza humana sobre si mismo.

La mejor cosa que puedes hacer por un amigo es invitarle a venir a Jesús tal como es. Es la mejor cosa que puedes hacer por tí mismo. Jesús quiere limpiarnos, quitarnos el mal olor. Como dice Juan, es el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo

************

Versión Inglés

De los Archivos:

Segundo Domingo Ordinario, Año A, 2008: Por Que Tiene Valor la Vida Humana?
2005: Un Secreto Doloroso
2002: Acepto La Culpa

Boletín (Adoración Perpetua, Roe v. Wade, Planificación Natural)

Otras Homilias

Home