Antes de dar la homilia, quisiera hablar de un asunto delicado. Estamos entrando en los días más calientes y a veces tenemos un problema en la forma en que algunos se visten para la misa. No voy a dar normas específicas como en Italia donde las faldas tienen que cubrir las rodillas y los hombre no pueden entrar la iglesia llevando polos. Lo que voy a hacer en dar un pequeño cuento y cada persona puede aplicarlo a su propia situación.

Todos han escuchado del Papa Juan XXIII. El año pasado fue beatificado. Durante el proceso abrieron su sepulcro y descubrieron su cara incorrupta - que es muy apropiada porque era conocido por su cara redonda, su sonrisa atraente y su buen humor. Resulta que cuando era diplomático tenía que asistir a muchos banquetes. Una vez estaba sentado al lado de una señora bastante robusta y para decir la verdad, su vestido era muy pequeño para su cuerpo. Ella practicamente salía del vestido. El Beato Juan XXIII no dijo nada durante la comida pero al final, agarró una manzana y se la ofreció.

Soprendida, la señora le dijo, "Gracias, ¿pero por que Ud. me da esta manzana?"

El Beato Juan le replicó, "Es sobre nuesta madre Eva. Solamente cuando ella comió la manzana se dio cuenta de su falta de ropa."

Pues, no voy a establecer normas específicas, pero quizás este verano tendremos una canasta de manzanas a la salida. Si recibes una, sabrás por que.

Parece el problema es que durante el invierno algunas personas aumentan unas libras y luego su ropa está un poco apretada. Hay dos opciones. Con dieta y ejercio se puede perder unos kilos o se puede enfrentar la realidad y comprar ropa un poco más grande. Nadie quiere ser una distracción durante la misa. He notado que los muchachos en vez de mirar al padre o al altar, están mirando a las muchachas. Las mamás pueden guiar a sus hijas en este sentido - y por supuesto dar un buen ejemplo en su forma de vestirse.

Y no son solamente las muchachas y señoras. A veces los hombres también se visten mal. Hay una forma de vestirse para la playa y otra para el templo. Para la misa, favor llevar la ropa más linda. Ser atractivos, pero no una distracción. Uds. saben lo que estoy diciendo.

Hablar de ropa relaciona con las lecturas domincales. Durante el tiempo pascual Jesus da énfasis a sus presencia física - así nos enseña la reverencia para el cuerpo humano. No es algo que solamente usamos en esta vida, sino un día va a resucitar como el cuerpo glorificado de Jesús.

En el evangelio de hoy Jesús toma otro paso. Tres veces le pregunta, "¿Me amas?" No lo hace como un esposo inseguro, sino como un gran lider. Consideren los generales como Alejandro, César y Napoleón. Los hombres los siguieron en condiciones extremas - y sacrificaron sus vidas por ellos - a causa de una lealtad profunda.

Jesús pide la misma lealtad - y realmente es el único que la merece. ¿Me amas? Entonces cuida a mi rebaño. Para Pedro y sus sucesores como el Beato Juan XXIII era el rebaño universal. Para tí y para mí son las almas encargadas a nuestro cuidado.

Algún día puede significar para nosotros lo que significó para Pedro. "Cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras." (Jn 21:18) Juan nos dice que las palabras refierenn a su martirio. De otras fuentes sabemos que Pedro fue crucificado bajo Nerón en el año 64.

Tal vez tu y yo no vamos a experimentar una muerte tan terrible, pero seguir a Cristo puede llevarte "donde no quieras." Lo que importa es nuestra respuesta a la pregunta, ¿Me amas?

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De los Archivos (Homilias sobre San Pedro y San Pablo):