Se Volvieron Ciegos

(Homilía para Cuarto Domingo de Cuaresma, Año A)

Tu has robado mi venganza de su dulzura, y ahora tengo que irme en amargura, endeudado a tu misericordia. ¡Lo odio y te odio a ti! (Saruman a Frodo, El Señor de los Anillos)

El cuarto domingo de cuaresma escuchamos de un hombre que recobró su visión. El marco de su sanación es una narración sobre hombres que se volvieron ciegos. Su ceguera tiene dos etapas.

Primero, ellos exaltaron el juicio en cima de compasión. Al hacerlo, no vieron al ciego tal como era. Buscaban a alguien para culpar. Nosotros también lo hacemos. Cuando vemos un accidente, queremos saber: ¿Andaba de alta velocidad? ¿Estaba tomado? Igual cuando alguien contrae una enfermedad seria: ¿Era su mala dieta? ¿Fumaba? ¿No iba a ver al médico?

Tenemos que luchar contra la tendencia de culpar en vez de ver la persona. Es una forma común de ceguera. Sin embargo, los fariseos tomaron otro paso. Como Saruman en la cita inicial, ellos resintieron a la misericordia misma. En vez de alegrarse con el hombre que recuperó su vista, endurecieron sus corazones.

Santa Catalina de Siena dijo que una alma agarrada por el pecado mortal, si fue llevada al cielo, encontraría solamente la miseria. No podía aguantar la presencia de la misericordia divina. Así los fariseos con Jesús. Vieron lo que hizo, pero cerraron sus corazones a su significado. Prefirieron la burla.

Si la auto-ceguera tiene dos pasos, igual la recuperación de la vista. Para el hombre nacido ciego, el primer paso era fácil. Solo tuvo que reconocer su necesidad. Pero Jesús también le pidió un acto de fe. Usando saliva y tierra, Jesús hizo un unguento.

Ungiendo los ojos del ciego, le dijo que lavara en la piscina de Siloam. Es el bautismo. En solamente tres semanas, hombres y mujeres de nuestra parroquia tomarán ese paso. Ya ungidos, serán sumergidos en la piscina bautismal. En aquel momento recibirán a Jesús, la misericordia divina.

Si la auto-ceguera es el infierno, recobrar la vista por Jesús es el cielo. Concluyo con otra cita de Santa Catalina: "Todo el camino al cielo es el cielo. Llegamos en el momento que comenzamos."

************

Versión Inglés

De los Archivos (Cuarto Domingo de Cuaresma, Año A):

2008: Gesto Pequeno Con Gran Promesa
2005: Ver y Saber
2002: Se Volvieron Ciegos

Otras Homilías

Boletín (Donadores, Jason Evert, Luz y Melani)

Home