1 de enero de 2006
Santa María, Madre de Dios
(B)
PREGUNTAS DE AÑO NUEVO
Hoy
comenzamos un «año nuevo». ¿Cómo será?, ¿qué espero yo del nuevo año?, ¿qué
deseo de verdad?, ¿qué es lo que necesito?, ¿a qué dedicaré mi tiempo más
precioso e importante?, ¿qué sería para mi algo realmente nuevo y bueno en este
año que hoy comienza?
¿Viviré de
cualquier manera, pasando de una ocupación a otra, sin saber exactamente qué
quiero ni para qué vivo, o aprenderé a distinguir lo importante y esencial de
lo que es secundario? ¿Viviré de forma rutinaria y aburrida, o aprenderé a
vivir con espíritu más creativo?
¿Seguiré este
año alejándome un poco más de Dios o empezaré a buscarlo con más confianza y
sinceridad? ¿Seguiré un año más mudo ante él, sin abrir mis labios ni mi
corazón, o brotará por fin de mi alma maltrecha una invocación pequeña, humilde
pero sincera?
¿Viviré
también este año preocupado sólo por mi bienestar o sabré preocuparme alguna
vez de hacer felices a los demás?, ¿a qué personas me acercaré?, ¿sembraré en
ellas alegría, o contagiaré desaliento y tristeza? Por donde yo pase, ¿será la
vida más amable y menos dura?
¿Será un año
más, dedicado a hacer cosas y más cosas, acumulando egoísmo, tensión y
nerviosismo o tendré tiempo para el silencio, el descanso, la oración y el
encuentro con Dios?, ¿me encerraré solo en mis problemas o viviré tratando de
hacer un mundo más humano y habitable?
¿Seguiré con
indiferencia las noticias que día a día me llegarán desde los países del
hambre?, ¿contemplaré impasible los cuerpos destrozados de las gentes de Irak o
los ahogados de las pateras?, ¿seguiré mirando con frialdad a los que vienen
hasta nosotros buscando trabajo y pan? ¿Cuándo aprenderé a mirar a los que
sufren con corazón responsable y solidario?
Lo «nuevo» de
este año no nos vendrá de fuera. La novedad sólo puede brotar de nuestro
interior. Este año será nuevo si aprendo a creer de manera nueva y más
confiada, si encuentro gestos nuevos y más amables para convivir con los míos,
si despierto en mi corazón una compasión nueva hacia los que sufren.