En Esto Consiste el Amor

(Homilía para el Sexto Domingo de Pascua)

Un antiguo canto tiene este versículo, "No hablar del amor. Pues, ya he oído la palabra." Tengo que admitir que me identificaba con aquel versículo. Me parecía que la palabra "amor" ha sido distorsionada. Me acuerdo un sacerdote escribiendo a su congregación que iba a dejar el ministerio porque "se había enamorado." Usando un argumento semejante, un hombre en mi parroquia abandonó su familia porque ya no amó a su esposa. "Amor" llegaba a ser una palabra que justificaría cualquier comportamiento.

Sin embargo, a pesar del abuso de la palabra "amor," no hay modo de evitarla. Es fundamental a la Biblia y la Tradición Cristiana. En la segunda lectura y el Evangelio, conté la palabra "amor" dieciséis veces.

En su primera encíclica (Deus Charitas Est, Dios es Amor), el Papa Benedicto hace un esfuerzo admirable para recuperar el significado de amor. La encíclica contiene tres movidos sorprendentes.

Primero, el Santo Padre habla favorablemente sobre un amor llamado eros. Es un amor que parece imponerse sobre la persona humana. Puede tomar varias formas, pero su gran arquetipo es el amor entre un hombre y una mujer. Ese amor involucra el cuerpo y el alma. Abre una persona a la promesa de fidelidad que parece irresistible. Todos otros amores, a primera vista, parecen pálidos en comparación.

Tan poderoso que parece este amor, tiene una tendencia de disminuirse - y aun ser destructivo. En su segundo movido, el Santo Padre explica como eros tiene que ser purificado por otro amor, ágape. Mientras eros es un amor ascendiente, ágape desciendo sobre la persona desde arriba. "En esto consiste el amor; no que nosotros hemos amado a Dios, sino que el nos ama a nosotros." Este amor descendiente hace posible el verdadero auto-donación o auto-sacrificio.

Después de explicar estos dos amores, el Santo Padre hace un tercer, quizás aun mas sorprendente, movido. Insiste en amor organizado. Tenemos que hacer más que responder a la persona delante de nosotros. El papa refiere a una lectura que hemos oído durante el tiempo pascual: que ninguno de los primeros carecía de necesidades físicas porque tenían todo en común. Desde aquel punto de partida, el Papa Benedicto da una vista amplia del amor cristiano organizado en el mundo de hoy. En años recientes tú y yo hemos aprendido una palabra específica para este tipo de amor: mayordomía. Significa poner nuestros dones - tiempo, habilidades y recursos económicos - al servicio de personas que tal vez jamás encontraremos personalmente. Mientras quizás es menos emocionante, esta forma de amor pone en acción las palabras de Jesús: "Este es mi mandato. Amanse uno al otro."

**********

English Version

De los Archivos:

Homilía Sexto Domingo de Pascua, Año B 2003: Dios No Hace Distinción

Otras Homilías

Home