En este Domingo final antes de la Semana Santa, Jesús anuncia que ahora es el momento clave:

Esta llegando el juicio...

Sabemos que es el juicio – formal e informal. El jurado hace un juicio formal después de escuchar todos los testimonios. Generalmente con menos evidencia, hacemos juicios informales. Decimos cosas como, “¡Qué mentiroso!” o “¿Cómo puede hacer tal cosa?”

La guerra actual en Irak no es solamente sobre ganar, sino juicio. ¿Es justificada esta guerra? O más sencillamente: ¿Es una guerra justa? Probablemente todos hemos formulado alguna opinión, todavía no hemos visto toda la evidencia. Por ejemplo, si las fuerzas de la coalición capturan cantidades de armas bioquímicas, afectaría el juicio de muchos sobre esta guerra.

La gran mayoría de los americanos consideraron que nuestro papel en la guerra contra Alemania fue justificado, aun noble. Cuando la enormidad de los ultrajes de Hitler fue revelada, el juicio fue fortalecido. No obstante, la justificación para otras guerras no fue tan clara. Por ejemplos, muchos (incluyendo el entonces congresista Abraham Lincoln) se cuestionaron la guerra de 1846 contra México.

El juicio humano siempre esta limitado y por eso se puede debatirlo. Ninguno de nosotros ve el cuadro total. El hecho que a veces reaccionamos violentamente cuando alguien duda nuestro juicio subraya esa fragilidad. Si uno tiene que intimidar o callarse, muestra que no tiene mucha seguridad en su propio juicio.

Jesús habla en contra del juzgar a otros. Nuestros juicios muchas veces se equivocan. Enojan y aun dañan a otros. Claro que por oficio unos tienen que juzgar a otros (por ejemplo, profesores, padres, sacerdotes, etc.) pero debemos hacer todo posible para evitar juicios inútiles.

A pesar de que el juicio humano muchas veces es repugnante, Jesús nos dice que existe el juicio verdadero. En el Credo, reconocemos que Jesús vendrá “para juzgar a los vivos y los muertos.” Cuando examino mi conciencia, mas que el cielo o el infierno, la idea del juicio me llama la atención. Como dice el Catecismo.

1041 El mensaje del Juicio final llama a la conversión mientras Dios da a los hombres todavía "el tiempo favorable, el tiempo de salvación" (2 Co 6, 2). Inspira el santo temor de Dios. Compromete para la justicia del Reino de Dios. Anuncia la "bienaventurada esperanza" (Tt 2, 13) de la vuelta del Señor que "vendrá para ser glorificado en sus santos y admirado en todos los que hayan creído" (2 Ts 1, 10).

Pero el juicio de Jesús no es solamente un evento futuro. Ya viene sobre nosotros.

Esta llegando el juicio..

Jesús aclara en que consiste el juicio. Habla de ser “levantado.” En caso que alguien no capta el mensaje, Juan añade: “Dijo esto, indicando que manera habria de morir.”

Cuando hicimos nuestra novena parroquial al Santo Niño de Praga, explique la estatua a nuestros niños. En su mano izquierda, Jesús tiene un globo azul. Como Dios, él sostiene el mundo. En cima del globo hay una cruz pequeña. Nosotros en este planeta estamos avanzando a la cruz o tratando de escaparlo. Eso es el juicio.

Con una comparación de la naturaleza, Jesús dijo la misma cosa como respuesta a los griegos que querrían conocerlo:

Les aseguro que si el grano de trigo al caer en tierra no muere, queda él solo; pero si muere, da abundante cosecha. El que ama su vida, la perderá; pero el que desprecia su vida en este mundo, la conservará para la vida eterna. (Jn 12: 24-25)

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