Ni Dinero en el Cinto

(Homilia para el Domingo Quince del Tiempo Ordinario, B)

Tema basico: La pobreza del apostol da testimonio a la riqueza verdadera.

Los rusos tienen una fabula sobre un jabali muy avaro. Si encuentra una bellota, sigue excavando, buscando otras. Un dia excavo tan profundamente que despedazo las raices del roble. Finalmente el arbol hablo, "Mira arriba, jabali insensato. Yo soy la fuente de tu comida. Si destruyes mis raices, no tendra mas bellotas. "

Hoy Jesus nos hace recordar la fuente de bendiciones. Lo hizo cuando envio sus discipulos de dos en dos. Cada uno tenia un companero de viaje, pero nada mas: ni pan, ni mochila, ni dinero en el cinto. Por su carencia de posesiones testificarian a la riqueza autentica, lo que Jesus llama el reino de los cielos. Conseguir esa riqueza involucraba tres acciones: arrepentimiento, liberacion de demonios y, para los enfermos, uncion con aceite santo.

Y que ganan los apostoles al sacrificar todo? Jesus promete ganancias materiales y espirituales. En esta vida recibiran un beneficio de diez mil por ciento (es decir, cien veces). Jesus asegura a los misioneros que encontraran hogares listos para recibirlos y cuidarlos. Durante mi tiempo en el Peru, vi aquella generosidad en accion. No era yo un gran apostol o predicador; sin embargo, la gente querria darme lo mejor que tenia. Tambien he visto la misma generosidad aqui en Sagrada Familia.

Quizas alguien protestara: No quiero la generosidad de otros; quiero mi propia casa, mi propia cocina, mi propia cuenta bancaria. En un sentido, esta bien. Tener su propias posesiones es parte de la libertad humana. No obstante, en un sentido mas profundo, Jesus esta diciendonos que lo que uno no puede tener es "mis propias cosas. " Cuando trato de agarrar mis cosas, me separa de Dios y las otras personas. Una vez un hombre estaba mostrando su nuevo carro. Estaba orgulloso de el y querria que todos lo vieran. En admiracion uno de sus amigos extendio una mano para tocar el cubierto del asiento. El dueno lo paro. "No metan tus huellas digitales alla, " le dijo.

Protegiendo posesiones crea una barrera entre personas, aun miembros de la misma familia. Y, al final de las cuentas, no es realista. Todo lo que tenemos saldra de nuestras manos. Ese carro nuevo algun dia oxidara y quizas, antes de suceder, el dueno llegara a su final.

El fallecimiento de Ken Lay debe proveer una leccion para nosotros. Desde luego, como cristianos rezamos por su descanso eterno. No obstante, es dificil no verlo como ejemplo de lo que sucede cuando alguien trata de agarrar las riquezas. En retrospectivo, sus acciones son exasperantes y pateticas. Segun los periodicos, ademas de tener quince casas, una vez le dio a su senora, como regalo de cumpleanos, una yate que costo dos cientos mil dolares. Lindo, pero tenia deudas de mas de diez millones de dolares (sin contar a los que el defraudo). Ken Lay gozo muchos lujos, pero como todos, no podia tomar su dinero con el. Pues, miles diran, "Ken Lay llevo mi dinero con el. " Como el jabali insensato, ignoro la fuente re verdaderas riquezas. Que hubiera encontrado esa Fuente antes de su muerte subita. Tal vez su papa, un ministro bautista, intercedio por el.

El punto aqui no es de juzgar el estado del alma de Ken Lay. El punto es que Vd o yo pudieramos morir en manera semejante. No solamente tenemos el ejemplo negativo de los que defraudaron a otros, sino el ejemplo positivo de los pocos que sacrificaron todo para dar testimonio a Cristo. Esta semana recibi un choque. Un sacerdote de mi promocion esta dejando su ministerio parroquial para ser monje trapense. Es un parroco exitos, un teologo moral brillante y una persona a quien le gusta actividades como subir montanas de Alaska con bicicleta. Ahora quiere sacrificar comida rica, sueno, diversiones y libertad para dedicarse a la oracion, penitencia y labor manual. Me hizo pensar. No de ser un trapense. Yo se que no lo pudiera hacer, pero me hizo pensar en como veo las posesiones, lo que falsamente llamo mio. San Pablo nos dice que solamente en Cristo tenemos la riqueza verdadera: "Pues por Cristo, por su sangre, hemos recibido la redencion, el perdon de los pecados. El ha prodigado sobre nosotros el tesoro de su gracia. "

To view this homily with correct Spanish accents and punctuation marks, click here

**********

English Version

De los Archivos:

Domingo Dieciseis, Ano B, 2003: Les Pondre Pastores

Otras Homilias

Boletin

Home