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Tema básico: Jesus nos invita a conectar con la fuente de toda riqueza.

Muchos de nosotros tenemos una idea equivocada de que constituye las riquezas. Asumimos que ser rico significa poseer dinero (o su equivalente - acciones, bienes raíces, etc.). Si yo tuviera un maletín de billetes de cien dolares, muchas personas dirían que soy rico. No es necesariamente así. Abandonado en una isla sin gente, esos millones de dolares no valdrían nada,.

Riqueza no es solamente tener dinero, sino depende de poseer una mente sana y ser parte de una red social: tiendas, restaurantes, cortes, policías, bancos, escuelas, etc. La red extiende mas alla de nuestro planeta porque dependemos del sol, la luna y aun de otros planetas y galaxias para nuestro bienestar. Al final de la cuentas el valor de todo dolar viene de nuestra relación con otros seres humanos y el universo mismo.

Quizás se preguntan porque doy esta reflexión sobre la origen de riquezas. Pues, hoy Jesús dice a sus discípulos, "Vengan conmigo a un lugar solitario." Después de actividad apostólica que involucraba el desnudarse de riquezas, ahora los lleva a un lugar solitario donde pueden tocar la fuente de riquezas.

El domingo pasado les conté sobre el jabalí insensato que devoraba bellotas sin reconocer su origen. El roble tuvo que hablar y decirle al jabalí que levantara su cabeza. Jesús nos pide hacer lo mismo este domingo. Supone que el universo entero es una bellota. ¿No debemos levantarnos la cabeza para ver el Roble del cual ha caído? Por esa razón Jesús nos dice ir con él a un lugar aparte.

Solamente al conectar con la Fuente de poder, podemos ser cristianos efectivos. Tenemos que pasar tiempo en la oración. No necesariamente tenemos que ser monjes trapenses, como un sacerdote de mi promoción, pero tenemos que encontrar tiempo para estar solo con Dios. San Juan Vianney pasó horas ante Jesús en el Santísimo Sacramento. Cuando la gente le preguntaba que hacía, el respondió, "Lo miro a El, y El me mira a mi." John Wesley, el fundador de metodismo, solía levantarse a las cuatro de la mañana para comenzar su día con dos horas de oración.

Pues, no soy un John Wesley, pero sé que si no me levanto temprano, no tendré mucho tiempo para la oración. Saben Vds que devotamos mucho esfuerzo para avanzar económicamente. Tengo que admitir si sabía que alguien iba a hacer una donación mayor a la parroquia, encontraría el tiempo para encontrar con el. Hermanos, este domingo Jesús nos invita conectarnos con la Fuente de toda riqueza. "Vengan conmigo a un lugar solitario."

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