Tema básico: La práctica de virtud es esencial no solamente para la salvación eterna sino también para la prosperidad de familias y naciones.

En la primera lectura Moisés les dice a los israelitas que si observan los preceptos del Señor, Dios les hará una gran nación. Los fundadores de este país también creyeron que la única manera de ser una gran nación era en seguir la ley de Dios. Al establecer la primera democracia moderna, sabían que tal nación podía sobrevivir solamente si animaba a sus ciudadanos a practica las virtudes. Esto es lo que dijeron: Cada forma de gobierno tiene que cultivar ciertas pasiones en sus ciudadanos. Una dictadura busca inspirar miedo; una monarquía cultiva el honor, pero una democracia requiere virtud. Querrían que los Estados Unidos fuera una "república de virtud."

Para nuestros fundadores, virtud no era un ideal lejos de la tierra. Era una necesidad inmediata y practica. Es lógico cuando uno lo reflexiona. Una democracia no tiene los mismos medios de coerción como otras formas de gobierno. Si sus ciudadanos no practican virtudes básicas, como la honestidad, el gobierno no puede perdurar. Uno de los escritores, que nuestros fundadores leían, era en realidad Santo Tomas Aquino. Definó virtud como un "buen hábito afectando la actividad." Otra manera de decirlo es que virtud es una disposición de hacer la cosa correcta. Virtud crece por repetición, especialmente cuando hacemos decisiones difíciles. Por ejemplo, yo puedo ser tentado a estirar la verdad, pero si tengo la virtud de honestidad, resistiré esa tentación. Y más que digo la verdad, más que crece esa virtud. Obtener y mantener una virtud es una practica de toda la vida. A veces nos caemos, pero una persona de virtud se levanta.

Quisiera poner esto en un contexto persona. Este fin de semana llego a tener sesenta años. No lo digo para que me traigan regalos, pero porque soy miembro de una generación que pensaba que era posible avanzar sin dar énfasis a la virtud. Lo que importaba era tener una buena técnica. Ustedes saben, afirmarse uno al otro: Yo estoy bien, tu estas bien. Pero lo que descubrimos era que no eramos tan grandiosos. Gracias a Dios, las cosas están cambiando. La gente, especialmente los jóvenes, reconocen la importancia de virtud. En vez de libros como Yo Estoy Bien, Tu Estas Bien, ahora tenemos algunos como Los Siete Hábitos... que esta basado en abrazar la virtud - buenos hábitos - y practicarlos.

Jesús habla de virtud en el evangelio de hoy. Dice que lo que mancha al hombre no es lo que come, sino lo que sale de dentro. En vez de intenciones malas, Dios quiere darnos una mente tranquila; en vez de las fornicaciones, pureza del corazón; en vez de avaricia, mayordomía; en vez del orgullo, la realidad. El vicio es fácil. Es como resbalar en un cerro mojado. Virtud requiere tomar un paso a la vez, subiendo hasta el cumbre de la montaña.

Como la virtud es exigente, a veces la gente tiene la idea que es difícil descubrir que es. Pues, se un mira al evangelio de hoy, se da cuenta que Jesús no esta hablando de la ciencia de cohetes. El proclamó la misma enseñanza moral como Moisés, Sócrates y Confucio. Se llama la ley natural. Santo Tomas Aquino - y muchos otros filósofos - notaron que en nuestra profundidad reconocemos que ciertas cosas son malas, por ejemplo: intencionalmente decepcionar a otra persona, robar, cometer adulterio, quitar una vida inocente y deshonrar a su padre o madre. Todos lo sabemos, pero es difícil practicarlo. Requiere virtud.

Los hombres y mujeres que fundaron nuestra nación entendieron que practicar la ley moral requiere educación. Al comenzar un nuevo año escolar, es bueno recordarlo. Queremos que nuestros niños aprenden algo más que lo necesario para sobrevivir. Queremos que aprenden y practican las cosas que les traerán felicidad verdadera. En breve, queremos que aprendan la moralidad humana. No puedo hablar por otras escueles, pero eso es la finalidad de nuestra escuela parroquial. Nuestra meta es la salvación de almas: ser feliz eternamente con Dios en el cielo. Por ese motivo, enseñamos a nuestros hijos los valores morales. Para entrar el cielo nos es suficiente decir, "Señor, Señor." Tenemos que hacer la voluntad del Padre - eso significa guardar los mandamientos, la ley moral.

Ahora voy a decir algo bien interesante: si buscamos la salvación, el reino de Dios, Jesús nos dice que añadirá todo lo demás. En ningún lugar es esto más claro que en términos de guardar la ley moral, buscar la virtud. John Wesley llamó a miles de personas a una conversión radical. Notó que cuando los hombres dejaron de el alcohol, los juegos y el ser mujeriegos - y comenzaron a dedicarse a sus señoras e hijos, que poco a poco empezaron a prosperar. Practicar la virtud, seguir la ley moral, no solamente llega a la salvación eterna; trae una vida mejor en el momento actual.

El primer presidente de Los Estados Unidos observó que la misma cosa aplica no solamente a individuos sino a la nación entera. En su discurso de despidida, dijo, "De todas las disposiciones y hábitos que llegan a la prosperidad política, religión y moralidad son los soportes indispensables." No podemos tener una democracia si los ciudadanos no reconocen la importancia de virtud.

No estoy diciendo que nuestra prosperidad relativa significa que somos un pueblo de virtud. A veces tengo la sensación que estamos sacando dinero de una cuenta bancaria de herencia y muy pronto vamos a recibir una notificación que dice "sin fondos suficientes." La única forma de corregir la situación es tomar en serio lo que Jesús nos enseña.

Espero que pueden ver que, por virtud, no estoy hablando de ser remilgado. Estoy hablando de valores básicos. Sin ellos no podemos tener una relación justa uno con otro - y con Dios. Son las cosas que queremos enseñar a nuestros niños. Son las virtudes que, con la ayuda de Dios, queremos practicar. Si lo hacemos, oiremos las palabras que Moisés hablo, "Esta gran nación es un pueblo sabio y prudente."

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