Prudencia

(Homilia para el Domingo Veintiocho del Tiempo Ordinario, B)

Tema basico: La virtud de prudencia es necesaria para tener una buena vida aqui en la tierra y para ganar la vida eterna.

En la primera lectura, el Rey Solomon dice, "Suplique y se me concedio la prudencia." Este domingo quisiera enfocar en la virtud de prudencia. Como se van a ver, la virtud de prudencia es necesaria para tener una vida buena aqui en la tierra - y para ganar la vida eterna. No todos entiendan esto porque tenemos un concepto limitado de prudencia. Lo concebimos en terminos de precaucion de evitar conflicto y preservar la salud y bienestar economico. Por ejemplo, decimos que una persona necesita prudencia en usar la tarjeta de credito. Si alguien malgasta imprudentemente, puede llegar a problemas horribles de finanzas. Es verdad, pero prudencia consiste en mucho mas que preocuparse por el bienestar inmediato. Solomon dice que prefiere la prudencia al oro y plata, que ella es mejor que la salud y la belleza. Para entender que es prudencia tenemos que escuchar los primeros versiculos:

Suplique y se me concedio la prudencia;
Invoque y vino sobre mi el espiritu de sabiduria.

Prudencia, entonces, significa tener un espiritu de sabiduria. Sabiduria es mas que saber muchas cosas. Puede incluirlo, pero la sabiduria, o prudencia, es algo mas profundo. Prudencia significa buen juicio, la capacidad de reconocer lo que es bueno y lo que es danyino. Grandes maestros como Socrates y Confucio trataron de ayudar a la gente para ganar sabiduria - la prudencia de seguir el camino correcto.

En el evangelio Jesus nos da una leccion en prudencia. Un hombre se le acerca con esta pregunta, "Maestro bueno, que debo hacer para alcanzar la vida eterna?" Es una pregunta muy prudente. Siempre es un largo tiempo. Lo voy a pasar vibrantemente vivo - o en un tormento horrible? Jesus bosqueja cinco cosas que tenemos que hacer para tener vida verdadera. Aqui estan: Respetar la vida. Respetar el matrimonio. Respetar la propiedad de otros. Decir la verdad. Honrar a tus papas. Haz esas cosas y tendras la vida.

El hombre habia oido la lista de preceptos. Se puede encontrar la misma lista en Moises, Confucio y muchos otros. Por ser tan ordianrios, el hombre quizas pensaba no eran gran cosa. Pues, yo he cumplido todo eso desde mi ninyez. Parece un poco defensivo y, para ser franco, no creo que estaba diciendo la verdad. Esos preceptos no son tan faciles de seguir por un solo dia, sin mencionar una vida entera. No quiero juzgar el hombre, pero es interesante que Jesus le dio un desafio relacionado con el mandamiento sobre propiedad. Ve y vende lo que tienes, da el dinero a los pobres. Lo llamas tu propiedad no te peretence a ti. Pertenece a Dios y a los pobres. Devuelve esa propiedad a sus duenyos correctos.

Al oir eso, el hombre se entristecio. Le falto la prudencia. La cosa mas sabia, mas prudente que podia haber hecho en aquel momento era decirle, Senyor pongo todo en tus manos. De todos modos jamas era mio. Ayudame tomar lo que me diste y dirigirlo donde mas se necesita. Eso parecia un riesgo enorme, pero Jesus garantizo la apuesta. El hombre no le habria faltado nada que importaba. En cambio, se fue triste, vacio - un caso tragico de imprudencia.

Por una linda coincidencia hoy es la fiesta de una santa que puso todo en manos de Jesus. Al hacerlo, mostro la mayor prudencia. Su nombre era Teresa de Avila. Cuando estaba joven, se dio cuenta del significado de pecado mortal - que, por su propia libertad, podia separarse eternamente de Dios. Para evitar el infierno, sabia que tenia que someterse totalmente a Cristo. Pues, tu y yo quizas no somos llamados al mismo tipo de pobreza como Santa Teresa de Avila. No obstante, estamos llamados a poner todo en manos de Jesus, siguiendo su mandatos. Es una cuestion de prudencia.

Hay una bella representacion de prudencia aqui en la Iglesia de Holy Family. En la arcada del santuaro, se puede ver simbolos de las siete virtudes. La primera es prudencia. Esta representada como una lampara con una llama pequenya. La lampara tiene la forma de una tetera. No es como una linterna que se puede prender y apagar facilmente. Hay que proteger una lampara de aceite para que no se apague. Si van a encontrar el camino en la oscuridad, la lampara de prudencia tiene que arder constantemente. Como Solomon hay que rezar por el don de prudencia. Con esa virtud podemos tener una vida buena en la tierra - y ganar la vida eterna.

Suplique y se me concedio la prudencia;
Invoque y vino sobre mi el espiritu de sabiduria.

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De los Archivos:

Domingo Veintiocho, Anyo B, 2003: Ya Sabes los Mandamientos

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