Tiempo, Energía y Dinero

(Homilía para el Domingo Treintitrés del Tiempo Ordinario, Año A)

Hoy es domingo de compromiso para nuestra campaña parroquial de Mayordomía. Quisiera decir desde el comienzo que no arreglé las lecturas – pero es difícil tener mejor Evangelio para Mayordomía: la parábola de los Talentos. Básicamente estoy pidiendo que inviertas tus talentos en nuestra misión parroquial.

La parábola de los Talentos nos ayuda a romper el último obstáculo a Mayordomía. Muchos dicen, “Quisiera ser un buen mayordomo, pero el problema es que no tengo mucho para dar. No tengo habilidades especiales, ni tiempo extra; mi energía es bajo y, créame, no tengo dinero disponible.” Si eso es lo que tú dices, te oigo – y en muchas maneras, entiendo como te sientes.

No obstante, debo indicar que, en la parábola, fue el hombre que recibió un solo talento que tomó una actitud derrotista. Se sintió vencido antes de comenzar. Al final, el dueño le llamó la atención. Jesús quiere que superemos nuestra timidez. Cuando uno piénsalo bien, no tiene sentido decir que no tenemos tiempo, energía o posibilidades económicas. Si realmente queremos algo, casi siempre encontramos la motivación y la plata.

Hubo un estudio interesante que mostró que, cuando nuestro país pasó por una recesión económica hace unos años, que la gente halló el dinero para ciertos lujos. No estoy hablando de los súper-ricos, sino de gente común y corriente como tú y yo. Aunque la economía bajó, personas tenía dinero para viajes en cruceros, gastaron más que nunca en casinos (juegos) y un número mayor sacó dinero para cirugía cosmética.

Pues, no hay nada intrínsicamente inmoral de cruceros, casinos y cirugía cosmética, pero pocas personas piensan en ellos como necesidades primarias. Considera cirugía cosmética. El año pasado casi doce millones de americanos (uno de cada veinticinco) encontró dinero para esos procedimientos: sacar un poco de grasa de aquí, borrar una arruga allá e inflar ciertas áreas estratégicas (y desinflar otras). No hay nada mal en esto, pero, al final de las cuentas, ¿no es un poco como arreglar la almohada en la noche? Puede quitar un pliegue o un bulto, pero no durará largo tiempo.

Además, la cantidad de tiempo, habilidades, dolor y dinero gastados en cirugía cosmética es enorme. El año pasado, los americanos hemos gastado alrededor de trece mil millones de dólares en eso procedimientos. Es casi dos veces la cantidad gastada para todas las escuelas parroquiales en los Estados Unidos. Hay algo mal con este cuadro.

Nuestra lectura del Antiguo Testamento dice que la hermosura externa es vana y engañosa. La misma lectura nos dice lo que constituye belleza verdadera. Menciona tres cosas: una palabra suave, un esfuerzo diligente y, sobre todo, preocupación para los que están afligidos. La persona que tiene esas cosas siempre estará profundamente atractiva.

Favor de no pensar que estoy rajando de los que van para cirugía cosmética. No hay nada inmoral en tratar de mejor la apariencia. La Iglesia Católica jamás ha condenado el uso de maquillaje y joyería – en moderación. Solamente uso la cirugía cosmética como ejemplo. Estoy seguro que si tú o yo revisamos nuestras vidas encontraremos muchos lugares donde no estamos usando nuestros recursos en la mejor manera posible.

Jesús pone Talentos en nuestras manos y nos pide invertirlos con valentía. Si retenemos lo que el nos da, las cosas irán mal para nosotros – y los que nos necesitan. Al otro lado, Jesús nos dice que si estamos fieles en cosas pequeñas, nos dará responsabilidades mayores. Si invertimos nuestros Talentos, descubriremos que nuestro tiempo, nuestra energía – aun nuestros recursos financieros – aumentaran. Nos estoy hablando de ser un neurótico. Jesús quiere que tengas alegría. Mayordomía buena incluye tiempo para relajarse, ejercicio, estudiar, una comida agradable, etcétera.

Algunos de Vds. no han tomado el primer paso de Mayordomía. Les pido hacerlo esta mañana. Sería magnifico si pudieras empezar el diezmo – dar diez por ciento de tu tiempo, habilidades y tesoro al Señor. Pero si no puedes comenzar con diez por ciento, ¿puedes dar un por ciento? ¿Puedes hacer un compromiso de dos dólares cada domingo para apoyar nuestra parroquia?

Otras han iniciado el viaje de Mayordomía. Vds. saben que abre lindas posibilidades para Vds. y – para otros. Ser valientes. Jesús no nos ofrece una cara o un cuerpo que parece siempre joven (al menos en esta vida). Pero nos ofrece un corazón joven. Tu inversión de Tiempo, Talento y Tesoro ayudará a niños y familias en maneras que no se puede imaginar. Y oirás esas palabras bellas, “Te felicito, siervo bueno y fiel.”

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English Version

De los Archivos (Homilias Para Domingo Treintitres, Año A):

2008: Tomar un Paso
2005: Tiempo, Energía y Dinero
2002: El Gran Escape

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