Elección Divina y Decisión Humana

(Homilía para el Domingo Treintitres del Tiempo Ordinario, B)

Tema básico: La elección divina no elimina la libertad humana. Nuestras decisiones, a pesar de parecer pequeñas, tienen consecuencias eternas.

En el evangelio de hoy Jesús habla de un día cuando el (el Hijo del Hombre) va a "congregar a sus elegidos desde los cuatro punto cardenales." Estos elegidos son los que Daniel menciona: "todos aquellos que están inscritos en el libro." De estos y otros versículos, uno tiene la idea que nuestra salvación es una cosa ya determinada - que Dios ya sabe quienes se salvaran. Al mismo tiempo, Jesús pide una decisión personal. Nos dice por ejemplo, "entiendan esto con el ejemplo de la higuera." Hay que entender no para salir bien de un examen escolar, sino para estar listos para la crisis que viene - para ponernos en el lado correcto. Es decir, hacer una decisión.

Pensadores cristianos siempre han tenido dificultad en unir estos dos ideas: elección divina y decisión human, predestinación y voluntad libre. Hay un cuento de buen humor que presenta el dilema.

Resulta que unos teólogos estaban discutiendo predestinación y libertad humana. La discusión se calentó y ellos se dividieron en dos facciones: un lado dijo que Dios ya ha determinado nuestra salvación y el otro que no, tenemos que hacer una decisión. Un hombre, sin embargo, no podía decidir entre los dos grupos..

Finalmente decidió unirse con el grupo de predestinación. Cuando trato de sentarse con ellos, le preguntaron, "¿Quien te envió aquí?"

"Nadie me envió," respondió el, "Me vine por mi libre voluntad."

"Libre voluntad!" Gritaron ellos. "Tu no perteneces a nosotros. Perteneces al otro grupo."

Dócilmente fue al lado del cuarto y pidieron a los otros si pudiera estar con ellos. "¿Cuando decidiste unirte con nosotros?" Le preguntaron.

"Por decir la verdad," les dijo, "No me decidí. Me enviaron aquí."

Desde luego los partidarios de libre voluntad reaccionaron. "Enviado! No puedes unirte con nosotros si no lo haces por tu libre voluntad."

Pues, creo que pueden ver el dilema. En realidad hay un grupo con que el hombre puede unirse: la Iglesia Católica. En todas las controversias hemos mantenido la elección divina - y la libertad humana. El Catecismo enseña claramente que "nadie puede merecer la gracia primera, en el inicio de la conversión, del perdón y la justificación." En el orden de la gracia "la iniciativa pertenece a Dios." (#2010) Al mismo tiempo el Catecismo enseña que la gracia de Cristo "no se opone a nuestra libertad." (#1742) Al contrario, su gracia hace posible libertad genuina. Si el Hijo te hace libre, eres libre de verdad. Jn 8:36

Tu y yo tenemos que hacer una decisión. Todo depende de ella. Daniel dice que los que duermen en el polvo, despertaran "unos para la vida eterna," pero "otros para el eterno castigo." Es difícil para nosotros que tanto depende de nuestra decisión. Hace unos años la Princesa Anna de Inglaterra visito el Museo Smitsoniano en Washington. Como parte de su tour, el astronauta Neil Armstrong le mostro los trajes de espacio usados en la luna. Ella toco la material y le pregunto si hubiera peligro de un rasgón. Armstrong replico tranquilamente, "la diferencia entre la vida y muerte es un milímetro de goma." Dios ha arreglado las cosas en tal manera que lo que parece una decisión pequeña puede tener consecuencias enormes. Cada decisión forma nuestro carácter, nuestro ser interior.

La decisión que tu haces ahora es seria. Es fácil para nosotros caer en el "Síndrome de Seinfeld." Cuando alguien le pregunto a Jerry Seinfeld de que trataba su programa de televisión, dijo, "nada en particular." Podemos pensar que nuestras vidas se tratan de nada en particular. Que mentira! Daniel nos dice la verdad. Un día cada persona brillara eternamente o sera una desgracia eterna. Depende de la decisión que hacemos hoy.

En cualquier momento tu y yo podemos irnos a Dios - o huir de el. Este estado de flujo no continuara para siempre. Jesús nos dice que vendrá un día final, un momento final. Los escritores cristianos de los primeros siglos compararon la vida actual al barro que maneja el alfarero. Cuando esta mojado, el alfarero puede moldearlo en cualquier forma. Pero cuando el pone el barro en el fuego, retiene esa forma para siempre. El fuego es la muerte. Al momento de la muerte o vamos a mirar humildemente a Dios - o, con auto-justificación voltearse de el. La decisión es radical. Pero no estamos solos. Jesús quiere ayudarnos. Nos da su palabra - y su gracia por los sacramentos. Mas que nosotros mismos lo deseamos, el quiere que seamos parte de sus elegidos.

**********

Note: If your computer brings up this page with weird characters (e.g. báásico instead of basico with accent over the "a") please go to "View," scroll down to "Encoding" and change from "Western European" to "Unicode" (or vica versa). One of the encoding languages should bring up the correct Spanish text.

English Version

De los Archivos:

Domingo Treintitres, Año B, 2003: Vida Con Propósito

Otras Homilías

Boletín

Peregrinación Espiritual con Benedicto XVI

Home