Dos Métodos de Evitar Juicio

(18 de febrero de 2007)

Tema básico: Hay dos métodos de evitar los juicios: Negar la existencia del bien y el mal o enfrentar mis propias malas decisiones. Un método sirve; el otro no da.

Una vez un hombre encontró un antiguo amigo. Estaba asombrado porque la ultima que lo vio, su amigo estaba gordo y ahora era bien flaco. Le preguntó: ¿Como perdiste tanto peso?

El otro le respondió. Fácil. Lo hice evitando discusiones.

¿Como? Le dijo, ¡Eso es loco! Nadie puede bajar de peso solamente por no discutir. Es imposible.

El otro respondió amablemente, Ah, sí, probablemente tienes razón. Supongo que es imposible.

Pues, no sé si evitar discusiones ayudará a bajar de peso, en general es una buena idea de evitar discusiones. En el evangelio de hoy Jesús propone algo mas. Nos dice que no debemos solamente evitar conflictos, sino también los juicios que causan discusiones y peleas.

No juzguen, dice, y so serán juzgados. Para subrayar su mensaje repite la misma idea con palabras diferentes. No condenen y no serán condenados. Es lindo pero, ¿Como es posible no juzgar a otros? Muchas veces la gente actúa en una maneras irresponsable, mal pensada e hipócrita. ¿Como es posible no juzgar ciertas formas de actuar? En nuestro mundo, hay dos formas de evitar los juicios: una forma que sirve y otra que no da..

Quisiera comenzar con la forma que no sirve, porque se habla mucho de ella - y porque superficialmente es muy atractiva. Muchos tratan de evitar los juicios por decir que, al final de las cuentas, todo es relativo. Lo que es bien y mal varia de una cultura a la otra y aun de una persona a la otra. Ademas los seres humanos parecen manejados por fuerzas mayores que ellos. Dicen que tenemos poco control sobre nuestras decisiones. Así, no tiene sentido juzgar a otra persona porque no hay tal cosa como bien y mal o la libertad.

Este método de evitar juicios es atractivo porque parece muy compasivo. Parece ser la solución al sentido de culpabilidad que causa tanta miseria. Pero hay un problema con este método de evitar el juicio. El problema es que no sirve.

Dejenme explicar - y aquí necesito su atención. Recién un hombre escribió un libro popular que argumentó que no hay tal cosa como bien y mal - o libertad humana. El cree que la evolución explica todo - y que la religión y la moralidad son meramente productos de evolución materialista.* No obstante, a pesar de decir todo eso, condena un cierto grupo de personas: los que toman la religión en serio. Nos llama fundamentalistas peligrosos - y quiere que el sistema de educación popular enseña a nuestros niños que somos equivocados.

Todo eso es muy raro. Aquí hay un hombre que cree que la religión y la moralidad son meros productos de la evolución - como lóbulos destacados - pero está molesto con los que tienen aquellos características. Los considera malos, aun culpables. Basta con relativismo. Basta con evitar el juicio.

Si encuentras a alguien que cree en relativismo, es mejor no discutir directamente. Dale unos minutos y con ganas te contará lo que es mal con el mundo. En otras palabras, juzgarán ciertas modas de actuar - y tendrán sugerencias para corregirlas. Aun el materialista no puede evitar juicios sobre el bien y el - y la importancia de escoger entre ellos. No puede escapar los juicios. Relativismo moral no previene que alguien juzgue a otros.

Gracias a Dios, hay otra manera de evitar juicios - un método que realmente da. Es el método que Jesús ofrece: No juzguen y so serán juzgados. Cuando viene la tentación de juzgar a otro, reflexiona en el juicio sobre ti. San Agustín - tal vez es mayor sicólogo en la historia humana - lo expresó Así: Si quieres dejar de pensar en las fallas del otro, lo que hay que hacer es enfocar en las tuyas. Agustín no hablaba de ser escrupuloso o morboso. Es una cuestión de respirar profundamente y antes de criticar al otro, preguntar: ¿Como es que yo puede ver tan rápidamente la flojera, hipocresía y envidia del otro? ¿Puede ser que yo tengo fallas semejantes, aun peores?

Yo se que este método sirve, pero tengo que admitir que es difícil aplicarlo. Es Fácil pensar que mis fallas son diferentes que las de la otra persona. Pero, cuando Jesús dijo que vino no para condenar, sino salvar, refería a ti y a mi - tanto como a toda otra persona. No condenar y no serás condenado. Este principio es difícil de vivir. Afortunadamente esta semana comenzamos una temporada de cuarenta días para reflexionar sobre nuestra necesidad de ser salvados - y de como recibir la misericordia de Dios. La única manera de liberarnos de juzgar o condenar a otros es reconocer la gran misericordia de Dios revelada en Jesús..

Para resumir: Hay dos maneras de evitar los juicios sobre otros. Una manera es negar la existencia del bien y mal - y la elección libre. Esa manera no sirve porque por bien y mal y la necesidad de escoger entre ellos - tienen su manera de retornar. El método que sí sirve es lo que Jesús propone: Enfrentar las decisiones malas y confesarlas al que vino no para condenar sino salvar. Y recordar esa misericordia cuando estoy tentado a criticar al otro. Admito que esta manera de evitar juicios es difícil. Requiere atención constante - y no puedo decir que lo he practicado bien por un solo día. Sin embargo, como dicen en AA, funciona pero hay que trabajarlo. Quizás no ayudara a perder peso, pero te dará un corazón mas leve.

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*Es difícil hablar de la evolución en una homilía porque unas personas concluyen inmediatamente que uno está "contra la ciencia." En un ensayo hablo de esta dificultad y trato de distinguir entre tres significados de la palabra "evolución."

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