Esa Broma Sagrada

(Homilía para Navidad)

Tema básico: Una broma conecta cosas opuestas en una manera inesperada. Navidad es la mayor broma y Dios quiere que participemos en ella.

Hay un cuento de buen humor sobre un sacerdote que pasó semanas preparando su homilía de Navidad. El sacerdote tenia nervios y - como era su costumbre - tomó un trago de whisky para tranquilizarse. Pues, esa homilía de era importante y tomó un segundo trago y un tercer. Fue a su dormitorio para vestirse y al regresar a su escritorio, el sacerdote no podía encontrar la homilía. Buscó en los cajones del escritorio y en todos los estantes, sin éxito. Después de pasar media hora buscando, el sacerdote estaba desesperado. La misa iba a comenzar y no podía dar la homilía sin el texto escrito. Finalmente, el sacerdote levantó los ojos al cielo y rezó, "Señor, ayúdame a encontrar mi homilía. Si lo haces, te prometo que jamas tomaré otra gotita de whisky." Cuando miró para abajo, allá, como si fuera un milagro, vio su homilía. Levantó los ojos al cielo. "No te preocupes, Señor. Yo mismo la encontré."

Pues, no les diré si el sacerdote fuera yo, pero querría comenzar con un cuento de humor porque conecta con el tema de esta homilía de Navidad. El autor ingles, Gilberto Chesterton refirió a la Navidad como una "broma sagrada." Una broma reúne cosas opuestas en una forma inesperada. El chiste que les conté contiene la contradicción de la piedad sencilla del sacerdote y su deseo por otro trago de whisky. Nos reímos - o al menos sonreímos - porque reconocemos contradicciones semejantes dentro de nosotros.

Navidad junta las cosas más opuestas: Dios, que deja su poder para ser un niño débil. El que vive en la libertad de la eternidad se ata al tiempo. Dios - un espíritu sencillo y sin cambios - toma nuestra carne corruptible. Y todo esto para salvarnos. Es la mayor broma. Chesterton lo expresa así:

Sobre esa broma sagrada
depende toda la Cristiandad.

Cuando decimos que Navidad es una broma, requiere explicación. Estamos acostumbrados a bromas malas, chistes que ofenden o dañan a otros. Cuando decimos que algo es una broma, generalmente referimos a bromas malas. Pero hay bromas saludables y buenas, chistes que nos hacen reír y sentirnos mejor en relación a otros. Navidad es ese tipo de chiste, o como dice Chesterton, una broma sagrada.

Es importante reconocer que una broma es como un juego. Jugar o bromear no es necesario en la manera en que la comida o el techo son necesarios. No obstante, un juego o una broma puede ser una cosa muy buena. Igualmente, no era necesario para Dios crear el mundo, pero lo hizo - y lo pronunció bueno. Y, para salvarnos, Dios no tenía que ser un bebito, pero lo hizo - y los angeles cantaron, Gloria a Dios en los Cielos.

Ser cristiano requiere un cierto sentido de humor. Tenemos que ver lo extraño en el mundo y en nuestra vidas. El Papa Benedicto habló sobre esto cuando fue entrevistado por televisión el verano pasado. Durante la entrevista el Santo Padre hizo este comentario: "El buen humor es importante para mi. No soy uno para hacer muchos chistes, pero no se debe tomar la vida muy en serio. Hay un dicho: los angeles pueden volar porque no se toman muy pesada y seriamente."

Si la Navidad puede hacernos reír - o al menos sonreír - estamos en el camino para descubrir el sentido de nuestras vidas. La semana pasada lei un libro que me ayudó a sonreír sobre la vida. El libro se llama The Thrill of the Chaste (La Aventura de ser Casto). Fue escrito por una mujer joven de Nueva York llamada Dawn Eden. Ella fue criada en un hogar formalmente judío y más tarde llego a ser agnóstica. Sin embargo, estaba interesada en el judío mas famoso - Jesús. Había leído los evangelios y lo consideró como una buena persona. En octubre de 1999 todo cambió. Ella se dio cuenta que Jesús es más que un hombre; que realmente es Hijo de Dios. Desde aquel momento su mundo cambio. Una de las partes mas desafiantes de seguir a Jesús era su enseñanza que el sexo es algo sagrado. En su libre, con buen humor describe el reto de vivir las palabras de Jesús. Ella admite que todavía hay soledad y frustración, pero es diferente. Se expresa así:

"Me di cuenta que hay una diferencia entre la soledad y frustración que tengo ahora y lo que sentí durante mis años anteriores, antes de tener fe. En aquel entonces, mi vida era una broma y la broma era en contra de mi. Ahora, sí, me doy cuenta que la vida es realmente una broma - y yo participo en ella."

Me gustaría recomendar el libro. Explico más en el boletín, pero puedo decir mas aquí porque no es un libro para niños sino para adultos. Creo que Dawn ha capturado algo del buen humor que el Papa Benedicto menciona. En algún sentido nuestras vidas son una broma - pero no una broma mala, sino una broma que Dios quiere que entendamos. Quiere que participemos en la broma, pero hay una sola forma de entender el chiste: hacer lo que Dawn Eden y muchos otros han hecho - hacer el salto de fe.

Esta noche celebramos la mayor broma de todo, la broma sagrada de Navidad. Tu y yo queremos participar en ella, queremos saber el propósito de nuestras vidas. Al acercarnos al pesebre, ¿por que no pedirle a el por un buen sentido de humor? ¿La capacidad de participar en esa broma sagrada? Les invito ir conmigo a Belén. Reirnos - o al menos sonreirnos - ante el Niño Dios.

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De los Archivos:

Navidad 2008: Pequeños Pasos de Jesus
2007: Ya No Temer Ni Esconderse
2006: Esa Broma Sagrada
2005: Un Cuerno de Marfil
2004: Un Poema de Navidad
2003: La Debilidad de Dios
2002: La Palabra
2001: La Abundancia de Dios
2000: Soy Como Ustedes
1998: Como Recibir un Regalo
1996: El Don Que Deseamos

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