Siempre hay dos formas de ver las cosas – el optimista y el pesimista. Cuando las cosas van mal, el optimista dice, “No te preocupes, siempre está mas obscura antes del amanecer del sol.” Pero el pesimista dice, “Las cosas siempre están mas obscuras antes del apagón total.”

Pues, no sé si soy optimista o pesimista, pero veo una oscuridad que sobreviene nuestra sociedad. Hay un área de oscuridad que ha llegado en una forma sinuosa. Estoy hablando del uso de embriones humanos para experimentos. Los laboratorios privados lo han hecho por varios años, pero recién estrellas de Hollywood, científicos y políticos se han unido para promoverlo. Este mes nuestros vecinos al sur han votado seis mil millones de dólares para investigaciones empleando embriones humanos. Han razonado que es un precio pequeño para obtener una cura para can cáncer, enfermedades cardiacos, Alzheimer y diabetes. Sin embargo, ¿consideraron el precio de sacrificar una vida humana pequeña?

Esta oscuridad va por toda nuestra sociedad. Un amigo me dio una copia del diario de la Universidad de Washington. Tiene un anuncio buscando “donadores de óvulos.” Con una foto de un hombre con un niño lindo, el anuncio invita a universitarias a dar “el don precioso de la vida.” En letras negras ofrece “$3,000 – 4,000 de compensación” para los óvulos. Obviamente, la oferta sería atractiva para una universitaria con poco dinero – especialmente cuando está presentada en términos tan nobles. Pero, ¿en el futuro se preguntaría la joven que ha pasado con su prole? Uno puede llegar a una familia buena, pero, no obstante, se preguntaría quienes son su mamá y papá. Otro puede ser desmontado para investigaciones médicas. Y otro puede ser botado no más.

San Pablo nos dice que la noche va muy avanzada. Personas hacen cosas malas durante la noche porque hay menos probabilidad de ser descubiertas. Ladrones y prostitutas prefieren la oscuridad. La gente “decente” también busca cubrir ciertas actividades. San Pablo menciona “pleitos y envidias.” Un exterior sonriente y dulce puede cubrir una maldad horrible. O, como el anuncio en el diario de la universidad, un retrato de un papa y niño felices – combinado con “magia” de ciencia – puede cubrir una explotación horrible de un ser humano. El embrión es muy pequeño, sin embargo, es un ser humano. El mal de la esclavitud y de nazismo era tratar una clase entera como no-humano o sub-humano.

La noche va muy avanzada. Luego añade San Pablo, “está cerca el día.” No lo dice en el sentido optimista del amanecer de un nuevo día. Lo que amanece es el Día del Juicio. Las obras que tratamos de cubrir serán expuestas a la luz. Jesús da la misma monicion. Despiértense. Estén preparados. “El Hijo del Hombre vendrá a la hora que menos esperan.”

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