A veces me preguntan si un católico tiene que estar de acuerdo con todo lo que la Iglesia enseña. La primera cosa que noto es que "estar de acuerdo" es un verbo debil. Lo que llamamos "acuerdo" muchas veces es una reacción emocional - y nuestras emociones cambian en un instante. Los políticos, los medios de comunicación y otros saben producir acuerdo. A menudo no depende de sustancia, sino la selección de palabras.

Por ejemplo, las encuestas obtienen un resultado cuando pregunten si una mujer debe tener "derecho de escoger" y otro cuando pregunten si debe ser legal tomar la vida de un niño no-nacido en su octavo mes de gestación.

La meta de la Iglesia Católica es la salvación de almas, no que todos estén de acuerdo. Dentro de la Iglesia se puede encontrar personas con muchas opiniones diferentes. Sin embargo, hay algo fondamental. Lo expresaría así: Los católicos somos como Expedientes-X. Creemos que la verdad está ahi afuera. No es solamente tu opinión y mi opinión, tu verdad y mi verdad.

El Segundo Domingo de Pascua honramos un gran santo católico - Tomás el Apóstol, también conocido como el Incrédulo. Me gusta porque no tenía miedo hacer preguntas que otros podían considerar tontas. Sabía que la verdad estaba ahi. No les dijo a sus colegas, "Pues, eso es tu opinión. Yo tengo la mia." No, querría saber la verdad, tocarla, abrazarala. Eso debe de ser nuestra actitud cuando escuchamos algo de "la Iglesia" que nos inquieta o aun nos choca.

Esto es especialmente importante hoy. Quizás hace cincuenta años, Cristiandad y la cultura americana eran bien mescladas. Hoy chocamos en areas significantes: moralidad sexual - cohabitación, homosexualidad, definición de matrimonio, etc.; vida humana - aborto, eutanasia, manipulación de embriones humanos, etc. El Catecismo de la Iglesia Católica es un documento contra-cultural. Cuando fue publicado, unos profesionales eclesiasticos trataron de prevenir que la gente común lo leyera. Entiendo su preocupación - a veces es un documento inquietante, chocante.

La tendencia cuando encontramos enseñanza contra-culturales es de ignorarlas. Unos lo hacen con una broma o un desprecio. Quizás Tomás tuvo esa tentación. No obstante, no se separó de los otros apóstoles. Se quedó cpm ellos a pesar de no ver las cosas igual. Eso es lo que necesitamos hacer hoy - aun cuando no estamos de acuerdo con todo lo que enseñan. La verdad está ahí afuera.

************