José, No Tengas Miedo

(Homilía para Cuarto Domingo de Adviento, Año A)

En este último domingo antes de Navidad, oímos al ángel decir a José, “No tengas miedo a llevarte a María, tu esposa, a tu casa.” Por cierto esto refiere al hecho que el niño dentro de ella no fue concebido por un hombre, sino por el Espíritu Santo. Sin embargo, como l autor católico Mark Shea noto, esto le da a José un motivo más fuerte para tener miedo:

José reacciona con miedo a la idea de llevar a María como esposa. ¿Por qué miedo? Los hombres modernos asumen que era porque pensaba que ella estaba culpable de adulterio, pero los oyentes primeros entendían que tenía miedo de su santidad – como un judío pio tendría miedo de tocar el Arca de la Alianza. Consideren lo que María le dijo sobre las palabras del ángel: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y el poder de Altísimo te cubrirá; por eso el niño santo será llamado Hijo de Dios.” (de The Mother of the Son: The Case for Marian Devotion)

Con un poco de humor, Mark añade: “Ni soy un judío pio, pero con palabras como esas sobre mi esposa, sería fácil creer que José sabiendo lo que sabía sobre su esposa, hubiera escogido el celibato.”

En el Nuevo Testamento, José se queda un poco en el fondo. Por ejemplo, no menciona ni una palabra que él habló. Como muchos hombres, parece un poco callado y reticente para hablar. No obstante, eso no significa que su papel era pequeño. El, sí, lleva la Virgen a su casa. Es decir, la cuida y la protege durante los meses difíciles del embarazo.

También da nombre al niño. Dar nombre expresa autoridad, pero al mismo tiempo responsabilidad. Me acuerdo una vez conversando con una nueva mamá que estaba preocupada a causa de la indiferencia del papá para su hijo. La ví unos días después y estaba radiante. El papá había venido con un nombre que querría dar a su hija. Era un signo del compromiso del papá para cuidar a su hija. José, a pesar de no ser el papá físico de Jesús, ciertamente era, en todo otro sentido, el mejor de padres.

El nombre que le da es significante – Jesús – el que nos salvaría de nuestros pecados. Cumpliría la profecía de Isaías sobre Emmanuel – Dios con nosotros. El angel le había dicho, “No dudes. No temas.” Y Mateo nos informa, “Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa.”

************

English Version

De los Archivos (Homilía para Cuarto Domingo de Adviento - Año A):

2007: Feliz Navidadd, Maria
2004: José, No Tengas Miedo
2001: La Virgen Concebirá
1998: el ataque a Irak

Otras Homilías

Boletín

Home