Perdón - En Su Nombre

(Homilía para Ascensión del Señor, Año C)

Muchas imágenes tristes han salido de Irak en las últimas semanas. Ha habido reacciones desde el enojo hasta el desanimo, desde ser defensivo hasta cinismo. Como muchos de Uds., yo sentí todas esas emociones. No obstante, lo que más me pegó fue la yuxtaposición de dos fotos.

La primera mostró una soldada dulce al lado de un niño Iraqui. Con los brazos sobre los hombros uno al otro, la soldada tenía una sonrisa inocente y el muchacho igualmente estaba radiante. La escena fue bella – exactamente lo que un ciudadano americano querría ver.

La próxima foto mostró la misma joven. Sin embargo, esta vez era completamente diferente. Su sonrisa no fue inocente, sino sádica. Ella estaba participando en el abuso de prisioneros Iraquís.

Parecía un truco. ¿Cómo podía ser la misma persona en las dos fotos? No obstante, cuando miramos en nuestros propios corazones sabemos que una persona bella y una fea existen lado al lado. No son dos personas diferentes, sino aspectos del mismo “yo.” El hecho que el público raramente ve el otro ser no cambia las cosas.

Jesús ha venido “por nosotros los hombres y por nuestra salvación.” No ha venido a salvar personas ideales, sino reales como tu y yo. Antes de ascender al cielo, comisionó a los apóstoles a predicar el perdón de pecados “en su nombre.” (Lc 24:47) Podía hacerlo no solamente porque es Dios, sino porque en su humanidad ha soportado todo insulto, toda ofensa.

Si yo iba a decir a un Iraqui, “No se preocupe de Abu Ghraib; ya he perdonado a los guardias,” él reaccionaría con una cólera justificada. “¿Quién es Ud.?” Pero es diferente con Jesús. En su Pasión ha sostenido el peso pleno de la crueldad humana.

Al ascender al cielo, desea llevar a ti y a mí consigo. Para hacerlo tenía que descender a las profundidades de nuestra condición. C.S. Lewis usa la imagen de un saltador que entra profundamente en el agua, extendiendo su brazo hasta el lodo y descomposición del mar. Cuando regresa, abre su mano triunfantemente. Desde la profundidad del océano, ha agarrado una perla preciosa.

“Dios asciende entre aclamaciones.” Por su sacrificio único y perfecto, ha entrado en un santuario no hecho por manos humanas. Podemos acercarnos a él con confianza absoluta. Nos limpiará nuestras conciencias – y nos dará un lugar con él.

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De los Archivos:

2008: Citas Para la Ascencion
2007: Separación de Iglesia y Estado
2006: El Que Crea y Se Bautize
2005: Allá Está la Acción
2004: Perdón - En Su Nombre
2003: ¿Que Quiere Decir Eso de Que “Subió”?
2002: Camino a la Verdadera Patria (Ascensión y Día de la Madre)
2001: Sumisión a Jesús
1999: La Autoridad de Jesús

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