Tema Básico: Una diagnosis correcta el primer paso a una curacion.

La primera responsabilidad de un medico es hacer una diagnosis correcta. Por esa misma razon, muchos no quieren ir al medico. Tienen miedo de lo que el les dira. Les duele, pero no quieren saber la causa. En un nivel, se puede entenderlo: Quien quiere saber que tiene una enfermedad grave que va a cambiar su vida totalmente?

A pesar de eso, cuando alguien tiene la valentia de ir al medico, la diagnosis puede ser un alivio. Al menos el paciente sabe lo que debe enfrentar. Y una diagnosis correcta es el primer pasa a una curacion.

En la primera lectura de hoy, el profeta Isaias da una diagnosis. No es lo que la gente quiere oir. Desde luego sabian que algo estaba mal: Podian ver los problemas de su pais. Pero esperaban que el profeta les daria palabras mas suaves. Pero no lo hace. Aqui es la diagnosis que Isaias les dio:

Todos eramos impuros
como trapo asqueroso;
Todos estabamos marchitos, como las hojas,
y nuestras culpas nos arrebataban, como el viento.

Son palabras duras. Cuando Isaias hizo su diagnosis, no vacilo: Esta diciendo que a pesar de parecer bien el comportamiento exterior, adentro son impuros. El pecado - ir contra la ley de Dios - ha ensuciado todo - como un trapo asqueroso.

Pues, todo esto sueno un poco sombrio - aun pesimista. Pero salio bien: la gente tomo a Isaias en serio y se humillaron ante Dios y uno al otro. No se atraparon por la culpabilidad, pero empezaron a trabajar juntos. Al final, gracias a buen liderazgo, reconstruyeron el templo. No llego a gloria anterior, pero dio fundamento para algo mas importante - precisamente lo que esperamos durante el tiempo de Adviento.

Adviento es un momento para acercarnos a Jesus como medico de nuestras almas. Tenemos que abrirnos a su diagnosis. Tiene el unico remedio para lo que nos molesta.

Lei un cuento que indica lo que Jesus puede hacer por nosotros. Es cuento verdadero del gran cientifico frances, el Doctor Luis Pasteur. Entre sus muchos logros, desarrollo la vacuna contra la rabia. En julio de 1885 una familia le trajo un nino llamado Joseph Meister. Un perro rabioso lo habia mordido y suplicaron al Dr. Pasteur a ayudarlo. Pasteur no habia perfeccionado la vacuna, pero al ver la desesperacion de la familia, dedicio hacer la prueba. Despues de unas semanas de tratamiento, la vacuna comprobo su eficacia y salvo la vida del muchacho.

Lo que el Dr. Pasteur hizo para ese joven, Jesus quiere hacer para nosotros. Hemos sido mordido, no por un perro rabioso, sino por algo peor - un poder que puede destruirnos de adentro. Antes de recibir la curacion de Jesus, tenemos que aceptar su diagnosis. Escucharemos mas en las semanas que vienen. Hoy prendemos la primera vela de la corona de Adviento. Representa la luz de Cristo que nos muestra el estado verdadero de nuestras almas - y nos trae la curacion que necesitamos.

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