Tema Básico: Ahora es el momento de tomar el antidoto contra la envida: ser como nino, reconociendo la dependencia de Dios y uno al otro.

Las Escrituras de hoy avisan sobre un pecado bien feo - la envidia. La lectura del Antiguo Testamento habla de como quieren tumbar el "hombre justo" porque les hace sentir mal. Santiago identifica la envidia como fuerte de conflicto y guerras. Y el Evangelio vemos a los discipulos de Jesus buscando el primer lugar.

Como el Catecismo explica, la envidia es un deseo para superioridad que conduce a "tristeza" a causa de la buena fortuna de otra persona. "Cuando la envidia desea dano grave al projimo," dice el Catecismo, "es un pecado mortal." (#2539) Puede hacer caer en el infierno - paa pasar la eternidad con el cuyo pecado raiz era la envidia. Satanas no podia aguantar la idea de alguien superior a el - ni aun Dios. La envidia motiva su odio de Dios y los hijos de Dios.

Todos podemos experimentar la envidia - a veces en formas ridiculas. Me acuerdo de tener envidia de otro sacerdote por su cabello y voz. Me atormentaron, pero al final me arrepenti. Se puede arrepentir de la envidia - pero el arrepentimiento tiene que incluir el deseo de ser curado.

En la Divina Comedia, Dante describe una cura para la envidia. Cuenta de una senora llamada Sapia tan llena de envidia que se alegraba por la caida de su pueblo - porque trajo mala fortuna a los ella odiaba. Pues, Sapia se arrepintio y llego al purgatorio. Antes de entrar el paraiso, paso por una cura. Con los ojos sellados, tenia que poner su mano sobre el hombro de otra persona para encontrar el camino. La cura para la envidia es entender - no solamente intelectualmente sino en la profundidad del alma - nuestra dependencia uno al otro.

Un espartano antiguo da un buen ejemplo. La ciudad tenia que escoger trescientos hombres como cuerpo gobernannte - Pedaretos estaba en la lista de candidatos. Cuando la lista final fue leida, Pedaretos no fue escogido. Un amigo le dijo, "Lo siento. La gente debe de haber sabido que uficial sabio tu habrias sido." Pero Pedaretos respondio, "Estoy conto que Esparta tiene 300 hombres mejores que yo!" Aqui un hombre que sabia que la grandeza de otros no bajo de - sino anadio a - el. Tenia el antidoto para la envidia.

Si un pagano podia tener tanta sabiduria, que de nosotros que tenemos el ejemplo - y la gracia - de Jesus? Ahora es el momento de tomar el antidoto contra la envida: ser como nino, reconociendo la dependencia de Dios y uno al otro.

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