El Nombre

(Homilía para Domingo de la Santísima Trinidad)

Richard Nixon sigue como un enigma de la política americana: como un muchacho pobre de California rural, dolorosamente tímido, podía levantarse de un doble fracaso para ser dos veces elegido presidente. Historiadores probablemente no resolverán el rompecabezas, pero han indicado un factor importante – su talento extraordinario con nombres. Visitando precintos urbanos o condados pequeños, Nixon sabía los nombres de lideres locales, sus señoras y algo de sus familias.

Saber el nombre es poder. Da la habilidad de relacionarse personalmente llamando a la persona o pidiendo algo de él. La Biblia reconoce aquel poder – trata los nombres como algo místico. Jesús nos dice que si nos reunimos en su nombre, él estará con nosotros. (Mt 18:5) Nos enseño a venerar el nombre del Padre. (Lc 11:2) Los apóstoles – y también cismáticos – usaban el nombre de Jesús para profetizar, hacer milagros y echar demonios. (Mc 9:38, Mt 7:22) Promete un pago enorme para los que hacen aun el gesto más pequeño en su nombre. (Mc 9:41) Los Hechos presentan a Pedro y los otros apóstoles haciendo muchas cosas en nombre de Jesús, incluyendo sacramentos como bautismo y la fracción del pan. (3:6, 9:16, 10:48, 20:7) Finalmente Revelación nos dice que los elegidos tendrán el nombre de Padre (y el Cordero) en sus frentes. (14:1)

El evangelio de hoy contiene algo inesperado. Jesús instruye a los apóstoles que bauticen todas las naciones en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. (Mt 28:19) Pero parece que debe ser plural porque hay tres nombres. Esta anomalía subraya lo que les he dicho. El nombre indica poder o plenitud. Bautizamos un niño o adulto en el poder, la plenitud de los Tres.

Como católicos empezamos la oración en nombre de los Tres. Mientras lo hacemos, tocamos la frente, el corazón y hombros, trazando una cruz. Para ellos que nos miran de afuera, da la impresión de un ritual exótico. Pues, estamos pidiendo algo muy grande – que el poder de la Trinidad penetre la mente, llene el corazón y enderece los hombros. Nuestros errores pasados nos pesan – y la tarea de adelante parece abrumadora. Pero solamente si nos olvidamos el poder al punto de nuestros dedos. Para cumplir lo que nos queda, hagamos todo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

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English Version

De los Archivos:

Domingo de Santísima Trinidad 2008: Familia como Origen y Meta
2007: La Esperanza No Defrauda
2006: Volver a los Básicos
2005: Otra Vez Solo
2004: Yo Estaba Allí
2003: El Nombre
2002: Una Pregunta Excelente
2001: Imagen de la Trinidad
2000: Desde el Fuego

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