La Familia Más Diversa

(Homilía para La Sagrada Familia)

La primera lectura resume la relación de padre, madre e hijos. Sirácides recuerda el deber de los hijos para honrar a sus papás – aun cuando viene a ser difícil hacerlo. Menciona el doble premio que la Biblia promete a los que honran a su padre y madre. El primer premio es riqueza (“tesoros”), quizás no una fortuna como Bill Gates, sino suficiencia para las necesidades y aun uno lujos de esta vida. En segundo lugar, Sirácides declara, “él que enaltece a su padre, tendrá larga vida.” Todos deseamos prosperidad y una vida larga. Para lograrlas, dice la Biblia, hay que honrar su padre y madre.

El deseo de honrar a los papás es profundamente enraizado en cada uno de nosotros. El cuento más popular de nuestra época esta basada sobre ese impulso. Casi todos nuestros niños han leído los libros de Harry Potter o han visto las películas sobre sus aventuras. Desde luego, atraen a los niños porque cuentan un mundo encantado donde un muchacho gana contra los abusones. Pero en nivel más fundamental, los cuentos reciben su dinamismo de la búsqueda de Harry Potter para su papá. Cree que su papá es bueno – y desea honrarlo.

Dios ha plantado este deseo en nuestros corazones por un motivo. Pensándolo bien, no es sorprendente. La familia es el lugar donde Dios quiere que aprendamos el amor. Amor es abrazar a los que son diferentes. Generalmente escogimos nuestros amigos porque tenemos intereses comunes – pero los de la familia son casi por definición diferentes uno del otro. La hermana mayor y su hermanito prácticamente son dos especias diferentes – como un poni y un gatito. De modo semejante, un papá y su hijo adulto ocupan dos mundos muy diferentes. Es la familia que reune esta mescla. Es el amor que lo hace funcionar. La familia existe para que seres diferentes aprendan el amor.

G.K. Chesterton lo expresó así:

Los hombre y mujeres que, por motivos buenos y malos, rebelan contra la familia, son, por motivos buenos y malos, sencillamente rebelando contra la humanidad. La tía Isabel es irrazonable, como la humanidad. Papá es emocionante, como la humanidad. Nuestro hermano menor es travieso, como humanidad. El abuelito es frívolo, como el mundo; es viejo, como el mundo.

La familia más diversa es la que celebramos este domingo. La laguna entre Jesús y su Madre es mayor que la distancia entre un arcángel y un gusano. El es Dios, ella un ser creado. De la misma forma, la diferencia entre María y su esposo es mayor que la de cualquier otros dos seres humanos. Ella es sin pecado, concebida sin pecado original. José, a pesar de ser entre los mejores de los hombres, era, al final de las cuentas un pecado como tú y yo.

En comparación con la Sagrada Familia, la diversidad de nuestras familias es pequeña. Dios quiere soldar esa diversidad en unidad. Requiere sacrificio – que es otra palabra para el amor. Yo sé que no es fácil. Cuando te sientes desanimado, te invito decir: “Jesús, María, José.” El Diablo huirá – y pronto serás capaz de enfrentar el gran desafío: amar, ser familia.

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English Version

De los Archivos:

Domingo de la Sagrada Familia 2008: La Dignidad del Matrimonio
2007: Honrar a Tu Padre y Madre
2004: La Familia Más Diversa
2003: La Clave a la Familia
2002: Santos Ancianos
2001: La Sagrada Familia en Egipto

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