¡Alabado
sea el Santísimo!
¡Alabado
sea el Hijo de Dios,
hecho
hombre, nacido de María Virgen!
“El que mucho ama es capaz de hacer grandes
sacrificios por el Amado”.
28 de noviembre,
1982.
“Si un día ustedes descuidan la adoración del
Santísimo, su comunidad comenzará a desmoronarse”.
21 de
Julio, 1998.
Te saludamos Corazón admirable de Jesús;
Te alabamos, Te bendecimos, Te glorificamos,
Te damos gracias, Te ofrecemos nuestro corazón,
Te lo entregamos y consagramos;
Recíbelo y poséelo entero; Purificalo, ilumínalo
Y santifícalo; Para que vivas y reines en él
perpetuamente.
Amén.
Tu partida hace un año nos arrancó ríos de
lágrimas
que aún siguen brotando muchas veces,
entre la paz y el consuelo del Espíritu Santo.
Pero tú sigues bendiciéndonos
con el Santísimo firme entre tus manos.
En el primer año de tu Eternidad gozosa, tu nueva
Presencia nos consuela, no fortalece y compromete
para siempre con Jesús Vivo, por quien diste la
vida,
a quien tú contemplas y ante quien por nosotros
intercedes.
Gracias por lo que fuiste y lo que eres.
De la misa celebrada por su Eminencia Nicolás de Jesús Cardenal López
Rodríguez, en la inauguración de la Escuela de Evangelización Juan Pablo II,
con motivo del primer aniversario de la partida de nuestro inolvidable padre
Emiliano Tardif, M.S.C., el 8 de junio del 2000.
Comunidad de Siervos de Cristo Vivo.
Te saludamos Corazón admirable de Jesús;
Te alabamos, Te bendecimos, Te glorificamos,
Te damos gracias, Te ofrecemos nuestro corazón,
Te lo entregamos y consagramos;
Recíbelo y poséelo entero; Purificalo, ilumínalo
Y santifícalo; Para que vivas y reines en él
perpetuamente.
Amén.
Dos años después...
Inolvidable Padre Emiliano: Celebramos
contigo, en gozosa acción
de gracias, tus dos primeros años de Eternidad, ¡tus
dos primeros años
de Cielo! Todo nos parece aún un sueño o uno de
tus innumerables viajes
cuyo regreso aún seguimos esperando con las
puertas y el corazón abiertos...
Gracias porque sigues con nosotros, gracias porque
sigues evangelizando por
la voz de la Comunidad a todo el mundo con el
poder y los signos del Espíritu;
gracias porque nos sigues recordando uno de tus
mensajes más antiguos:
“Evangelicen a mi pueblo; Yo quiero un pueblo
de alabanza”.
Enséñanos a recordar tu palabra gozosa y humilde: “He
predicado en los cinco
Continentes, diciendo siempre lo mismo, porque no
tengo otra cosa que decir:
el amor misericordioso de Dios”.
¡Gracias, señor! Fortalece nuestra esperanza, ¡fortalece
nuestro compromiso!
Dos años de Cielo ¡son dos años de presencia viva
en la fe y en la esperanza!
De la misa celebrada por su Eminencia Nicolás de
Jesús Cardenal López Rodríguez,
con motivo del 2do. Aniversario de la partida de
nuestro inolvidable padre
Emiliano Tardif, M.S.C., el 8 de junio del 2001.
Comunidad Siervos de Cristo Vivo.