La Batalla de Lepanto

Después de la Paz de Cateau-Cambrésis (1559), Felipe II orientó su política internacional a la liquidación del conflicto que España mantenía con los turcos otomanos. A partir de 1560, inició una serie de acciones en el Mediterráneo de las que el enfrentamiento naval en el golfo de Lepanto, el 7 de octubre de 1571, fue el eslabón más decisivo y brillante.

¿Qué sucedió realmente en Lepanto? ¿Fue tan importante la batalla como pretenden los libros de Historia? Para responder a estas preguntas conviene analizar la situación estratégica del momento. El triunfo del duque de Alba en Gemmigen (1568) al frente de los Tercios suponía la expulsión de Guillermo de Orange de Flandes. La amenaza islámica en el interior de España desaparecía con la extinción de la rebelión morisca (1570), que el mando militar turco había seguido con gran interés. Parecía que España podía, al fin, volcarse en América. La mayor parte del Continente había sido descubierto en las primeras décadas del siglo, pero quedaba pendiente la consolidación de la presencia española en esas nuevas tierras. Un esfuerzo aun más heroico si cabe que las gestas del descubrimiento y conquista del Nuevo Mundo.

Pero las incursiones turcas en el Mediterráneo central y occidental no cesaban. Por ello, Felipe II, convocado además por el Papa, volvió encantando a su designio en el Mare Nostrum, como hiciera antes su padre, Carlos V.

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El presente trabajo ha sido extraído del libro de Juan Eslava Galán "Grandes batallas de la historia de España". Editorial Planeta. ISBN:84-08-01173-1. Pag 129-154