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Hagadá

En esta ocasión:

Pirkei de Rabí Eliezer  "¿Qué son los seres que vinieron a la tierra de otro lado, los conocidos por nosotros como extraterrestres?"

Asi versa...

Capítulo 13

La envidia, los placeres y el honor, sacan a la persona del mundo. Dijeron los ángeles celestiales delante de Hashem, “¡Amo de todos los mundos! ¿1Cuál es la importancia del hombre que tanto lo aprecias?”, “2El hombre 3al vapor que sale de la boca y no se mantiene se parece”, “4No hay quién gobierne al polvo, echo para no temer”. (Es decir, no hay nadie que se pueda asemejar al polvo de la tierra, echo para no temer de ninguna cosa en el mundo, así como el polvo no teme)

Dijo a ellos: “Eso que ustedes me alaban en las alturas, él me alabará entre los de abajo” (entre los seres de la tierra).

 Y no solo eso, ¿Pueden acaso ustedes pararse y poner nombres a todas las criaturas?.

Se pararon y no pudieron, inmediatamente se paró Adam (el hombre) y puso nombres a todas las criaturas, como versa: “5Y llamó Adam nombres a todo animal, etc.”.

Cuando vieron los ángeles celestiales, (*)dijeron, si nosotros no venimos sobre el hombre con un consejo para que peque delante de su Creador, no podremos con él.

Y estaba Samae’l, el gran príncipe que había en los cielos, y los ángeles llamados “Jaiot” y “Serafin” eran poseedores de seis alas, mientras Samae’l tenía doce alas.

(**)Tomó su pandilla, descendió y vio todas las criaturas que creó Hashem y no halló astuto para el mal como la serpiente antigua, como versa “6Y la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo”. Y su aspecto era como el de un camello, y subió y montó sobre él (la serpiente era de sexo masculino, por eso dice “montó sobre él” y no “montó sobre ella”), y la Torá gritaba y decía, Samae’l, ahora se creó el mundo ¿es momento de revelarse contra Hashem?. 7Cuando llegue el momento de volar por los cielos, Amo de los mundos, te reirás del jinete y su caballo. Le insinúa la Torá con esto que llegará el momento en que el poder que ahora tienen será anulado, para que desista de su actitud.

 Esto ¿a qué se parece?, a un hombre que tiene un espíritu malo (y está poseído), y todos los actos que él realiza, ¿ de su propia voluntad él los hace?, y todas las palabras que él habla, ¿de su propia voluntad él las dice?. He aquí él no hace esto sino por el espíritu malo que hay sobre él. Así la serpiente, todos los actos que hizo y todas las palabras que habló, no habló y no hizo sino por causa de Samae’l. Y sobre él el versículo dice: 8“En su maldad será desplazado el malvado”.

 Esto se parece a un rey que se casó con una mujer y la coronó con todo lo que él tenía, piedras preciosas y perlas. Dijo a ella, todo lo que yo tengo, estará en tu mano, excepto este barril que está lleno de escorpiones. Ingresa delante de ella cierto anciano que le pide vinagre. Dice a ella: ¿Qué acostumbra el rey respecto a ti?. Dijo a él: Todo lo que él posee dio y dejó en mi mano, excepto este barril, que está lleno de escorpiones. Dijo a ella: todas las antigüedades del rey están en ese barril, y no te dijo a ti eso, solo que pretende casarse con otra mujer y dárselas a ella. Así, el rey, es Adam, la mujer, es Javá, el anciano que pide vinagre es la serpiente, y sobre ellos fue dicho: 9“En sus sitios caerán los que hacen el mal”.

Elaboró la serpiente un juicio sobre si mismo y dijo: si digo al hombre, se que no me escuchará, ya que al varón es difícil sacarlo de su pensamiento. Sino le diré a la mujer que su pensamiento es liviano y yo se que me escuchará, ya que las mujeres escuchan a todas las criaturas. Fue la serpiente y dijo a la mujer: ¿Es cierto que ustedes fueron ordenados respecto de las frutas de este árbol?. Dijo a él (a la serpiente), “si!”, como versa: “10De la fruta del árbol que se encuentra dentro del jardín, dijo Di’s, no lo toquen ni coman de él”.

 Entre sus palabras halló la puerta para entrar, dijo a ella: No es esta ordenanza sino por cuestión de mala visión, puesto que en el momento en el que ustedes coman de él serán como Di’s ¿Qué El hace?, crea mundos y destruye mundos, así ustedes, podrán crear mundos y destruir mundos, así como El mata y da vida, así ustedes, podrán matar y dar vida, como versa: “11Porque sabe Di’s que el día en que coman de él serán abiertos vuestros ojos”. Fue la serpiente y tocó el árbol. Gritó el árbol y dijo “!Malvado, no me toques!”.

 Fue la serpiente y dijo a la mujer, he aquí toqué el árbol y no estoy muerto, también tú, toca el árbol y no morirás. Fue la mujer y tocó el árbol, y vio al ángel de la muerte que viene contra ella, dijo, quizá  ahora voy a morir y Hashem hace otra mujer y se la da a Adam, entonces ahora le voy a provocar que coma conmigo. Si hay que morir, que ambos perezcamos, y si nos toca vivir, que ambos vivamos. Y tomó y comió de la fruta del árbol y dio también a su marido que comió con ella, como versa “12Tomó de su fruta y comió y dio también a su marido”. Por cuanto que comió Adam de las frutas del árbol, se vio a si mismo desnudo y fueron abiertos sus ojos y se desafilaron sus dientes. Dijo a ella ¿Qué es eso que me diste de comer, que fueron abiertos mis ojos y se desafilaron mis dientes?. Por mi sabiduría, así como se desafilaron mis dientes, así se desafilarán los dientes de todas las generaciones.

(*) – No hay que pensar que todos los ángeles celestiales se revelaron, ya que estaríamos errando tremendamente nuestra interpretación.

(**) – Versa en Bereshit 6: 2: “Fue cuando el hombre se comenzó a multiplicar sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas; y vieron los hijos de Di’s, a las hijas del hombre que eran buenas, y tomaron para ellos mujeres de todo lo que eligieron”.

¿Quiénes eran estos hijos de Di’s, aquí mencionados?

Algunos de nuestros sabios explican que eran hijos de Shamjazae’i y Azae’l, quienes en principio eran ángeles celestiales, y ellos acusaron delante de Hashem que no es bueno crear al hombre, puesto que en el futuro estará lleno de pecados. ¿Qué hizo Hashem?, los descendió del cielo y los colocó en la tierra para que sean como hombres, para que sepan cuanta fuerza hay en la tierra para cuidarse del pecado, ya sea como hombres, o poco más o menos que ellos, y de esta manera se salvarán los hijos del hombre que están sobre la tierra de la acusación de otros ángeles.

Descendieron a la tierra y corrumpieron sus actos más aun que los hombres – vieron las hijas de Cain que van sin ropa y con los ojos pintados, como mujeres indecentes, y erraron tras ellas y tomaron para si mujeres.

Hasta aquí la primera interpretación de los sabios para dilucidar quienes fueron los hijos de Di’s mencionados, extraído del libro “Sefer Haparshiot” de Eliahu ki Tob, y trae como fuente de esto entre otros al capítulo 22 de Pirkei de Rabí Eliezer. 

Este texto que transcribimos completa al capítulo 22 de Pirkei de Rabí Eliezer, ya que menciona el nombre de los ángeles que descendieron a la tierra y se corrumpieron, y es muy probable que cuando en nuestro capítulo, como leímos arriba, que el ángel de doce alas tomó su pandilla para bajar a la tierra, se trate de estos dos.

 

1 – Salmos 144: 3

2 – Salmos 144: 4

3 – Así como el vapor que sale de la boca, lo quieres agarrar y no tienes nada, a pesar que lo viste, así es el hombre, no se puede mantener; fue lo que argumentaron los ángeles.

4 – Iob 42: 25.

5 – Bereshit 2: 20.

6 – Bereshit 3: 1.

7 – Iob 39: 18.

8 – Mishlé (Proverbios) 14: 32.

9 – Salmos 37: 13.

10 – Bereshit 3: 3.

11 – Bereshit 3: 5 

12 – Bereshit 3: 6.