Hay dos teorías principales sobre el significado del cuerpo humano. En su libro The Selfish Gene (el gene egoista), Richard Dawkins expresa la teoría mas favorecida por nuestra cultura. Dice que nuestros cuerpos son esencialmente vehículos que los genes usan para replicarse – es decir, continuar su existencia en progenie. Es difícil contradecir su teoría porque, en un sentido, explica todo: matrimonio, poligamia, fidelidad, infidelidad, violación, cariño, guerra – efectivamente todo comportamiento humano. Aun explica porque algunos jamás se procrean. Mi hermano solterón no proyectará sus genes a una generación futura, pero en alguna forma ayuda a nuestros sobrinos para mantener nuestra parte de la totalidad de genes. Su teoría explica todo, pero como todo modelo mecanistico (como Chesterton notó) lo hace solamente porque omite casi todo lo que sabemos es verdad.

Una segunda teoría – menos conocida – fue expresada por el Papa Juan Pablo. Temprano en su pontificado dio una serie de reflexiones sobre Génesis (la lectura que hemos escuchado hoy). Habló del significado nupcial del cuerpo humano. Nuestros cuerpos no existen solamente para la procreación. Cierto es una parte – “sean fecundos y multiplíquense.” Pero hay mucho, mucho más. Nuestros cuerpos tienen una orientación a la auto-donación. Por eso, un hombre deja a su padre y madre, se une a su mujer y los dos se hacen una sola carne.”

El cuerpo humano tiene un lenguaje. Es un lenguaje. Es nuestra forma más fundamental de comunicación. Reconocemos el lenguaje mas fuertemente en hecho que somos hombre y mujer. Como tal, estamos hechos para una donación total, un darse que no reserva nada.

A pesar de no ser tan total como el Gene Egoísta de Dawkins, esta teoría del cuerpo humano tiene su poder para explicar. Se encuentra detrás de mucha poesía, drama y música. Explica porque humanos quieren no solamente unirse, sino atarse – y porque sentimos que la atadura debe seguir aun cuando progenie no resulta. Explica nuestra intuición que palabras como “noble” y “despreciable” significan mas que “me gusta” y “me hace sentir mal.” Un hombre que abandona su señora e hijos para una mujer joven puede estar siguiendo un impulso evolucionario, pero ¿quién le llamaría noble?”

A veces el lenguaje del cuerpo dice cosas que no quisiéramos escuchar. Tenemos un ejemplo en el evangelio de hoy. Cuando los discípulos preguntan a Jesús sobre la permanencia del matrimonio, da una respuesta chocante, “Si uno divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera...”

Unos escépticos mantienen que unas partes del Nuevo Testamento son “adiciones posteriores.” Mientras no estoy en un puesto para debatirlos, sus argumentos no me convencen. Pero estoy seguro de una cosa: Ningún escritor cristiano hubiera inventado la prohibición total del divorcio. Además de parecer duro e ingenuo, arriesga alejar a muchas personas. Sin embargo, hay algo profundo adentro que dice que Jesús habla la verdad.

Jesús sabe un lenguaje que habla al alma. Nos conecta con los días de inocencia primordial. Quizás viene a ser confundido – a causa de nuestros pecados, “dureza de corazón.” Pero nadie ha completamente olvidado aquel lenguaje.

Como él dice claramente – y el Santo Padre nos hace recordar – nuestros cuerpos tienen un significado nupcial.

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