El Leopardo, el León y el Lobo

(Homilía para Segundo Domingo de Adviento, Año A)

En el primer canto de la Divina Comedia, Dante encuentra tres animales feroces: el leopardo, el león y el lobo. Simbolizan las tres categorías principales de pecado: incontinencia, violencia y fraude. O como se dice más comúnmente: lujuria, orgullo y avaricia. En su comentario, Dorothy Sayers menciona que estas categorías de pecado son asociadas con las tres etapas de vida: lujuria con juventud, orgullo (auto-exaltación) con los años medios y avaricia con la vejez. Desde luego, pueden atacar a una persona en cualquier tiempo de su vida.

Cuando Juan el Bautista predicó, los oyentes “confesaban sus pecados.” Los míos confesaré públicamente – no en una forma particular (eso es para el sacramento de confesión) sino en una forma general. No he siempre luchado contra el ataque del leopardo, león y lobo. Dentro de la semana pasada, quizás durante el último día, he caído en algún grado de lujuria, vanidad y avaricia. Tal vez no lo he hecho en una manera egregia, pero eso no es el punto. Todos debemos reflexionar sobre estas palabras del Beato Juan Newman:

“La Iglesia Católica mantiene que es mejor que el sol y la luna caigan del cielo, que la tierra falle, y que todos los muchos millones en ella mueran de hambre en una agonía extrema, en cuanto a aflicción temporal, que una sola alma...cometiera un solo pecado venial, que dijera una mentira voluntaria o robar un céntimo sin razón.”

En un nivel natural no tiene sentido decir que la mentira que dije es un desastre peor que la epidemia del SIDA. Sin embargo, del punto de vista espiritual, eterno no hay otra opción. El peor mal, el único mal al final de las cuentas es el pecado – la violación conciente y deliberada de la ley de Dios.

El pecado sabe venderse. Llega en un paquete bello y parece irresistible. Por donde miramos, la lujuria, violencia y avaricia dominan nuestro mundo. Ser cínico no requiere nada de esfuerzo. Juan el Bautista no cayó en la trampa. Cierto, denunció el pecado, pero más importante proclamó una esperanza sólida. El reino de los cielos, dice, está cerca. ¿Qué es el reino? La lectura del Antiguo Testamento lo describe poéticamente.

Habitará el lobo con el cordero,
la pantera se echará con el cabrito;
el novillo y el leon pacerán juntos. (Is. 11:6)

La visión de Isaías de un reino pacífico ha inspirado la gente por casí tres milenios. El dominio de violencia un día cederá a él de amor. Dante obviamente sacó inspiración de este versículo.* Las bestias salvajes encontrarán un lugar al lado de animales suaves. Nuestras tendencia malignas se transformarán – pero solamente si las ponemos bajo la disciplina de Dios. Como San Juan, esperamos “él que viene.”

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*Y de Jeremías 5:6, que describe las bestias fuera de control: “Por esto, el león de la selva los ataca, el lobo de las estepas los destroza y la pantera está acechando a la puerta de sus ciudades, lista para despedazar al que salga, porque son muchos sus pecados y numerosos sus rebeldías. ” (La misma palabra traduce pantera, puma y leopardo.)

English Version

De los Archivos (Homilía para Segundo Domingo de Adviento - Año A):

2007: Mantengamos la Esperanza
2004: El Leopardo, el León y el Lobo
2001: ¡Cambia Tu Vida!

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