Así mismo, la acupuntura y
las terapias espirituales despiertan el interés de los estudios
científicos, para reflexionar acerca de su aplicación en
la medicina convencional.
Los expertos
de la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideran que
determinado tipo de plantas medicinales,
algunas terapias manuales y ciertas prácticas de acupuntura han resultado eficaces tras ser
sometidas a estudios científicos.
No obstante,
advierten que es necesario todavía hacer más pruebas sobre la inocuidad y seguridad de la
utilización de algunas de ellas y
de muchas otras.
Entre los
ejemplos más beneficiosos, los expertos de la OMS indican que la acupuntura tiene efectos saludables
que alivian dolores postoperatorios o
el dolor dental y evita, también, la náusea durante el embarazo y los
vómitos en los tratamientos de quimioterapia.
Además,
consideran que el yoga es indicado para atenuar los ataques de asma y el tai chi ayuda a mejorar la
forma física de las personas
mayores.
Los expertos
de la OMS subrayan que la planta medicinal "Artemisia annua", utilizada desde hace dos
milenios en la medicina tradicional
china, es eficaz contra cierto tipo de malaria resistente a otros medicamentos convencionales.
Por ello,
piensan que los remedios con "Artemisia" podrían extenderse y evitar, cada año, la muerte en
el mundo de un millón de personas
por malaria, sobre todo entre los niños.
La mayor parte
de los niños enfermos de malaria, que sufren fiebre elevada, en países como Ghana, Mali
o Nigeria, son atendidos con
tratamientos preparados a base de plantas medicinales cuyos principios activos, sin embargo, no son
suficientemente conocidos.
En
Sudáfrica también se llevan a cabo estudios sobre la utilización de la planta "Sutherlandia
Microphylla" para curar a los pacientes
infectados del Sida.
En China, las
preparaciones a base de plantas representan entre un tercio y la mitad del consumo total de
medicamentos, según cálculos
de la OMS, y en varios países de Asia y Africa subsahariana la medicina tradicional tiene aún un gran
peso, para aliviar numerosas
enfermedades.
Los expertos
de la OMS señalan que la medicina tradicional no es únicamente un fenómeno de los
países en vías de desarrollo, dado que recurren a ella tres de cada cuatro personas que
han contraído el virus o que
están enfermos del Sida en ciudades como Londres o San Francisco, Estados Unidos.
Asimismo,
destacan que tanto en Norteamérica, como en Europa y en otras regiones industrializadas del mundo,
más de la mitad de la población
asegura haber utilizado al menos un vez alguna medicina o método tradicional para hacer frente a
alguna dolencia o enfermedad.
La OMS
advierte que la ausencia de una reglamentación o la mala utilización de cierto tipo de medicinas
tradicionales "puede tener efectos
dañinos o incluso peligrosos" para la salud.
En ese
sentido, los expertos precisan que, por ejemplo, la planta "Ephedra", utilizada en China en los problemas de
congestión de las vías
respiratorias, ha sido comercializada en Estados Unidos como complemento dietético y alertan que "una
dosis excesiva ha causado una docena
de muertos, así como varios accidentes cardíacos y vasculares cerebrales".
Los
responsables de la OMS advierten, además, de que la comercialización a gran escala de algunas
medicinas tradicionales corre el
"riesgo de amenazar la biodiversidad" de algunas especies, debido al "pillaje de las materias primas
necesarias para la fabricación
de medicamentos u otros productos de salud naturales".
Apuntan que
actualmente unos setenta países ya disponen de reglamentación sobre medicamentos a base de
plantas, pero señalan que esas
normas difieren entre unos y otros Estados al no existir un modelo de regulación, basado en criterios
homologables.
Los expertos
destacan los "pocos datos científicos sobre la inocuidad y eficacia de la medicina tradicional y
de la medicina complementaria y
paralela".
Ginebra
Con EFE.-